Ortega y Gasset: La Realidad Radical, Raciovitalismo y Perspectivismo en su Filosofía

1. La Vida como Realidad Radical en la Filosofía de Ortega y Gasset

La realidad radical es nuestra vida, la de cada uno en particular. Cualquier tipo de realidad siempre supone de antemano otra realidad que la fundamenta: nuestra vida. El ser humano no es alma ni materia, sino perspectiva. Esta es el punto de vista desde el que observamos el mundo que nos rodea, por lo que la única forma de aprehender la realidad del mundo es sumando todas las perspectivas. Esta perspectiva está unida a una circunstancia, lo cual delimita nuestra propia peculiaridad en el mundo. No se trata de algo biológico, sino humano e histórico. Ortega afirma que somos circunstancia y, como consecuencia, no tenemos una naturaleza dada; no somos naturaleza, sino historia.

La vida es el quehacer del hombre en el mundo, la realidad radical a la que debe aspirar la filosofía. Pero la vida es siempre vida humana concreta, en una circunstancia; es decir, todo aquello con lo que existo, mi horizonte de la totalidad y algo inseparable en mí. La vida es un proyecto, con un destino concreto, caracterizado por la posibilidad, ya que somos libres. Pero, a diferencia de los existencialistas, para Ortega la libertad es limitada. La vida también es el arrojamiento, el estar perdido entre las cosas, como salir a un teatro sin guion.

Categorías de la Vida Radical

Esta realidad radical de la vida posee unas categorías, que son reales y están en la vida misma:

• Vivir es, ante todo, encontrarse en el mundo de una forma concreta.
• Vivir es todo hacer, es ocuparse en algo para algo, gracias a una finalidad no prefijada.
• La vida es anticipación y proyecto; la vida es un decidir antes que un hacer.
• Vivir es hallarse en un mundo con posibilidades, las cuales se pueden escoger de forma limitada.
• Y, por último, la vida es futuración y temporalidad.

2. Raciovitalismo: La Síntesis de Razón y Vida en Ortega

La realidad radical es la vida, pero, a diferencia de Nietzsche, la vida y la razón no se oponen. Es posible un pensamiento radical que capte la realidad radical de la vida desde la razón. Este pensamiento no tratará más del ser —como lo uno, inmóvil, abstracto—, sino que tratará de la vida como lo múltiple, temporal y concreto. Con esto, se aleja de Nietzsche y se acerca a la metafísica que, frente al ser, se preocupa por la existencia y los modos concretos de darse a esta. En resumen, Ortega intenta unir la razón y la vida.

El tema de nuestro tiempo consiste en someter la razón a la vitalidad para obtener un sentido histórico, espontáneo y variable. La razón, para Ortega, es “toda acción intelectual que nos pone en contacto con la realidad”; junto a la razón pura y eterna, y por encima de esta, se sitúa la razón vital. Por ello, se opone a todo irracionalismo y racionalismo, ya que el auténtico significado de la razón es darse a algo. La razón vital también es razón histórica, ya que el hombre está definido por la circunstancia histórica que le ha tocado vivir.

3. Perspectivismo: La Pluralidad de la Verdad según Ortega

Ortega intentó coordinar la relatividad de todos los puntos de vista parciales con la unidad de la verdad total; es decir, coordinar la pluralidad y suma de perspectivas con la única verdad. No existe una supuesta realidad inmutable y única; hay tantas realidades como puntos de vista. La estructura de la perspectiva supone una jerarquía u ordenación de planos: en toda perspectiva debe haber un primer plano y un último plano, así como una multiplicidad de planos intermedios. Así es como se salva del relativismo: no todas las perspectivas están en el mismo plano.