Ortega y Gasset: Imaginación, Técnica y la Esencia de lo Humano

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Animal Fantástico: La Distinción Humana en Ortega y Gasset

Ortega se nos presenta aquí en una de sus vertientes más radicales. Nos propone analizar los supuestos de la técnica, lo más esencial de esta, que en su opinión suelen pasar desapercibidos.

La Metafísica de la Técnica en Ortega

Para ello, retoma el clásico hilo conductor metafísico para preguntarse «¿Qué son las cosas?», con el propósito, claro está, de desvelar lo más esencial de la cosa técnica.

El Concepto de "Pre-cosa"

A la pregunta «¿Qué son las cosas?», cuestión fundamental de la metafísica, Ortega responde: «Una cosa es, ante todo, una serie de condiciones que la hacen posible; es el conjunto de sus ingredientes y requisitos». Esas condiciones de posibilidad o ingredientes de una cosa —que en este caso es la pregunta por la técnica— son la pre-cosa, sin la cual el hombre no es.

Para descubrir qué es una cosa, lo que hacemos es des-cubrirla, desvelarla, quitarle sus velos; dejar de lado cómo se nos aparece en su funcionamiento e ir a sus ingredientes, definiéndolos. En esta operación se enumeran sus ingredientes, sus supuestos, todo lo que ello implica si ha de ser tal cosa. La definición de una cosa la convierte en el conjunto de sus ingredientes, a los que Ortega llama la pre-cosa.

Por tanto, la cosa es el ser esencial de la cosa, lo que permanece oculto y, por tanto, lo que hay que buscar si queremos captar la esencia de algo.

Ser pre-algo no significa que se vaya a tener en algo; es decir, una cosa es la pre-cosa y otra es la cosa.

El Método Genealógico de Ortega

El método que Ortega usa ahora es un método genealógico, que consiste en buscar el origen vital de algo. Al buscar la pre-cosa, lo que pretende Ortega es que esta nos muestre la cosa en su status nascendi, en su nacimiento y origen, precisamente porque solo se conoce bien lo que, en uno u otro sentido, se ve nacer. Este método no acepta nada como ya hecho, sino que todo lo remite a ver cómo se hace algo. Por eso, para saber qué cosa es la técnica, hay que ir a la pre-técnica, es decir, la pre-cosa de la cosa técnica.

Por tanto, para comprender la vida, no hay que tomarla como el hecho concluido que ya vemos, como lo que nos es dado sin más, como lo que ya está ahí entre nosotros y empezar a definirla, sino que se debe hacer una tarea arqueológica y genealógica: averiguar de dónde viene, cómo se ha consolidado, qué relación tiene con el hombre y cómo este la interpreta en su circunstancia vital.

Conclusiones Clave: Técnica e Imaginación

Este método genealógico conduce a Ortega a dos conclusiones:

  1. Capacidad Técnica vs. Ejercicio Efectivo

    La inteligencia técnica es una capacidad, pero la técnica es el ejercicio efectivo de esa capacidad. Por lo tanto, aparece una clara distinción entre la capacidad técnica del hombre y el ejercicio real de esa capacidad; o lo que es lo mismo: entre el plan pensado y su efectiva realización.

    Es decir, tener una capacidad pre-técnica no significa que se alcance la técnica; una cosa es la pre-técnica y otra muy distinta es llegar a desarrollarla y producir una técnica de aparatos e instrumentos.

  2. La Imaginación como Diferenciador Humano

    Establecer una diferencia entre los animales y los humanos: la imaginación. Si hay algo que ciertamente diferencia al ser humano del resto de los seres vivos es una capacidad inventiva e imaginativa; es decir, animales y humanos no hay que diferenciarlos por su inteligencia, sino por su capacidad imaginativa, que es capaz de crear instrumentos y aparatos que no existen naturalmente. Solo en una entidad donde la inteligencia funciona al servicio de una imaginación —no técnica, sino creadora de proyectos vitales— puede constituirse la capacidad técnica.

    Que es como decir que la práctica humana es la imaginación. El ser humano posee la facultad técnica gracias a la imaginación, mientras que el animal no.

    Y esa imaginación sirve al ser humano tanto para inventar aparatos técnicos como para idear y proyectar su propio plan de vida, mientras que el animal sigue aferrado a su mundo biológico, al cual está adaptado.

En fin, la pre-cosa de la técnica no es la inteligencia, sino la imaginación creativa al servicio del proyecto de vida. Por eso, también, nunca en el animal, por más inteligente que se le conceda, puede darse la técnica, pues lo que acabamos de descubrir es que solo en un ser donde la inteligencia funciona al servicio de la imaginación creadora, puede constituirse la capacidad técnica.

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