Orígenes y Expansión de las Primeras Comunidades Cristianas (Siglo I)

El Nacimiento de la Iglesia Primitiva

Una comunidad en la que hay sitio para todos

Las primeras comunidades cristianas nacieron de una experiencia común. A partir de Pentecostés se creó entre los cristianos una verdadera comunidad: oraban, celebraban, se sentían hermanos y predicaban la buena noticia. En un primer momento, todos eran judíos, del entorno de Jesús, pero poco a poco los cristianos fueron llegando a otras ciudades, anunciando el mensaje del Evangelio a los llamados paganos (aquellos que no eran judíos).

Pablo fue el gran defensor de que el mensaje era el mismo para todos y que no había por qué exigir a los paganos que cumplieran con las leyes judías. Solo la fe y el amor de Jesús salvan. Este fue el tema central de la primera asamblea o concilio (el Concilio de Jerusalén).

¿Qué decían los primeros cristianos sobre la Iglesia?

La comprensión de la Iglesia en sus inicios se basaba en varios pilares fundamentales:

• La Iglesia es comunión.
• La Iglesia de Dios es una llamada a todos los hombres y mujeres. La palabra Iglesia significa asamblea o convocación.
• La Iglesia es Cuerpo de Cristo porque hace a Cristo presente de nuevo en el mundo con toda su fuerza salvadora.

Expansión y Desafíos: ¿Cómo vivieron su fe?

Al final del siglo I, había comunidades cristianas en las ciudades más importantes, desde Jerusalén hasta Roma. El sistema de evangelización era siempre el mismo: cuando llegaban a una ciudad, se dirigían en primer lugar a la colonia de judíos, a la sinagoga. Sin embargo, parece que el cristianismo tenía más éxito entre los paganos que entre los judíos.

Esta evangelización del siglo I tuvo lugar por iniciativa de los apóstoles y del mismo Pablo. En este periodo aparece el fenómeno de las persecuciones. Al principio, los cristianos tuvieron que sufrir la persecución por parte de los mismos judíos y después de los romanos.

Nerón, en el año 64, les acusó de incendiar Roma. En esta época probablemente fueron martirizados Pedro y Pablo.

Organización y Estructura Eclesiástica

En este primer siglo de vida, la Iglesia estaba muy ligada todavía a los propios apóstoles, entre los cuales Pedro ejercía una primacía reconocida por todos.

En la segunda mitad del siglo, todas las enseñanzas de los apóstoles transmitidas oralmente van tomando cuerpo en los escritos del Nuevo Testamento: desde las cartas de Pablo (en los años 40) hasta el Apocalipsis de Juan al final del siglo I.

La vida de la Iglesia tenía lugar en las casas de los cristianos. El centro de la vida cristiana era la celebración de la Eucaristía (el partir el pan) el domingo, primer día de la semana.

Se va dibujando una estructura interna: en cada ciudad el obispo es el máximo responsable de la comunidad como sucesor de los apóstoles, ayudado por presbíteros y diáconos.