Orígenes y Constitución de la Segunda República Española

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Proclamación de la Segunda República Española

En febrero de 1931 se conformó el último gobierno de la monarquía, presidido por el almirante Aznar, que no veía otra salida que convocar elecciones municipales. Este hecho fue visto como una oportunidad por los republicanos, que lo plantearon como un plebiscito. La victoria de los republicanos en las grandes ciudades desembocó en la proclamación de la 2ª República sin apenas resistencia el 14 de abril de 1931, en medio de un gran entusiasmo popular.

Con Alfonso XIII cruzando la frontera hacia el exilio, se constituyó un gobierno provisional formado casi íntegramente por los miembros del Comité Revolucionario que se había formado a raíz del Pacto de San Sebastián. Entre estos cabe destacar antiguos monárquicos como Niceto Alcalá Zamora, republicanos del Partido Radical como Alejandro Lerroux, republicanos intelectuales como Manuel Azaña, socialistas como Indalecio Prieto y Francisco Largo Caballero, y regionalistas o nacionalistas catalanes y gallegos moderados (Casares Quiroga).

Elecciones a Cortes Constituyentes y Composición Parlamentaria

La principal tarea del nuevo gobierno era convocar elecciones a Cortes constituyentes para legitimar el nuevo régimen republicano establecido. Estas se celebraron en junio de 1931 y dieron una gran mayoría a la coalición gobernante.

El PSOE se convirtió en la formación parlamentaria más numerosa, seguido de los radicales de Lerroux y el partido de Azaña. La derecha no republicana quedó representada en una minoría simbólica.

La Constitución de 1931

Las Cortes redactaron y, en diciembre de 1931, promulgaron la nueva Constitución, que configuraba una república democrática (votaban todos), parlamentaria, laica (el catolicismo no era religión oficial) y descentralizada (había autonomías).

Características Clave de la Constitución

La Constitución de 1931 otorgaba la soberanía explícitamente “al pueblo”, y separaba los poderes entre el legislativo unicameral (Congreso de los Diputados), ejecutivo (jefe de Gobierno), y judicial (con el Tribunal Supremo en la cúspide). También recogía el sufragio universal que incluyó a las mujeres, que votaron por primera vez en noviembre de 1933.

Respecto a la configuración territorial, se contempló la aprobación de estatutos de autonomía en las regiones. La Carta Magna recogía además una extensa serie de derechos individuales y sociales: como el acceso a la Seguridad Social, la protección del trabajo infantil y femenino, la limitación de la jornada laboral, el salario mínimo…

La influencia socialista se apreció en la limitación del derecho a la propiedad privada, susceptible de ser expropiada, la posibilidad de nacionalizar servicios de interés común (reforma agraria), etc.

Relación Iglesia-Estado y Oposición

Tajante fue esta nueva ley fundamental al separar Iglesia y Estado. Fue precisamente este capítulo uno de los que provocó la más radical de las oposiciones entre la derecha católica y la propia Iglesia, que no aceptaron el nuevo régimen ni la Constitución. A su vez, esta oposición incrementó un anticlericalismo popular que identificaba a los religiosos como aliados naturales de la derecha. Este odio contribuyó a la polarización que desembocó en el golpe de Estado de 1936.

Contexto Internacional

Es necesario conocer en qué contexto internacional nació la Segunda República Española. Europa vivía su periodo de entreguerras, muy complicado para la democracia europea. A los regímenes soviético (URSS) y fascista (Italia) surgidos en los años veinte, se les sumó el nazismo alemán en 1933.

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