El Origen de la Sociología y su Relación con el Hombre
Enviado por Chuletator online y clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 3,99 KB
El problema de la naturaleza social del hombre ha sido tratado desde diversos puntos de vista a lo largo de la historia. A continuación, buscaremos respuestas desde la Grecia clásica hasta autores más contemporáneos.
Aristóteles
Aristóteles examinó las formas de sociabilidad, desde la más elemental a la más compleja. Su preocupación se centró en las raíces de la fundación de las comunidades políticas (polis griegas). La forma más elemental es la familia. La agregación de familias forma las aldeas, y la asociación de aldeas forma la polis, que Aristóteles considera la sociedad perfecta para que el hombre cumpla su fin último. Para él, la sociedad existe por naturaleza, lo que implica que el hombre es un animal político, es decir, un animal social. Esta idea se fundamenta en dos hechos: la posesión del lenguaje, exclusivo del hombre para transmitir lo justo e injusto, y la imposibilidad de satisfacer sus necesidades aisladamente. El hombre que no vive en una polis es un dios o un bruto.
Hobbes y Rousseau
En la modernidad, Hobbes y Rousseau presentaron ideas sobre la independencia recíproca entre individuo y sociedad, generando controversia. Algunos destacan el carácter voluntario y contractual de la sociedad, mientras que otros otorgan primacía a la sociedad sobre el individuo. La filosofía iusnaturalista inspira los debates sobre la existencia de la colectividad en el concepto moderno del Estado.
Hobbes
Para Hobbes, la sociedad no es natural, sino artificial, fruto de un pacto. En el estado de naturaleza, los hombres poseen un derecho absoluto sobre todas las cosas, generando un estado de guerra de todos contra todos. La sociedad política surge de un pacto donde los individuos renuncian a sus derechos para garantizar el orden y la supervivencia, cediendo su capacidad de violencia a un soberano. Esta teoría justifica el Estado absolutista. A diferencia de Aristóteles, Hobbes concibe al hombre como egoísta, cuya razón es un instrumento para conseguir lo que desea. Aunque el hombre no busca la sociedad por naturaleza, la necesita para sobrevivir. Hobbes propone el pacto social para elegir un soberano que obligue a cumplir los pactos y respetar la ley, incluso por la fuerza. Weber extrajo de esta idea su definición de Estado, centrada en el monopolio de la violencia y el cumplimiento de la ley.
Rousseau
Rousseau se preocupa por el contraste entre el hombre natural y el artificial. Para él, la sociedad es culpable de la desigualdad y la injusticia. El progreso implica un retorno al estado natural del hombre, ordenando la sociedad según principios naturales como la libertad y la justicia. El estado natural es una construcción teórica para conocer la naturaleza humana y ajustar a ella el ordenamiento social. No es un estado de hecho, sino una idealización. Hablar de la naturaleza del hombre al margen de lo social es olvidar que el hombre es social por naturaleza.
Comte, Marx y Durkheim
El descubrimiento de lo social como campo de investigación llevó a Comte, Marx y Durkheim a defender su autonomía. Para Comte y Marx, la sociedad posee leyes propias que marcan su curso histórico, independientes de la voluntad individual. Ya sea la ley de los tres estados de Comte o las leyes dialécticas de Marx, se busca entender una dinámica social que escapa a la acción individual. Marx afirmaba que los hombres pueden influir en el curso de la historia, pero la sociedad responde a leyes independientes. La libertad humana se limita a aceptar y comprender el desarrollo histórico.
Durkheim delimitó con insistencia la autonomía de la sociedad respecto al individuo. Lo social tiene existencia real, aunque la coacción social induce al individuo a conformar su comportamiento. Actualmente, esta polémica está superada. El hombre es social de tal manera que ni el individuo se entiende al margen de la sociedad, ni esta prescinde de los hombres que la forman.