Origen y Manifestaciones de la Locura de Don Quijote: Un Estudio Cervantino
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Origen y Manifestaciones de la Locura de Don Quijote
El Origen de la Locura
La locura de Don Quijote, más allá de una posible predisposición natural, tiene su origen principal en la desmedida lectura de libros de caballerías. Los efectos de esta afición se manifiestan desde el inicio de la obra: una transfiguración literaria de la realidad, donde Don Quijote adapta su percepción del mundo a los modelos, arquetipos y situaciones descritas en sus lecturas.
La Actividad que Fomenta la Locura
La actividad que alimenta y perpetúa la locura de Don Quijote es, precisamente, la lectura constante de obras literarias de género caballeresco. Estos libros, de los cuales el hidalgo era un ávido lector, son objeto de escrutinio en su biblioteca, evidenciando su influencia en la distorsión de su realidad.
Manifestaciones Externas de la Locura
Las manifestaciones externas de la locura de Don Quijote se presentan como reacciones, a menudo iracundas, ante estímulos y situaciones específicas. Estas reacciones se expresan tanto en palabras como en acciones. Un ejemplo claro es el enamoramiento idealizado de Dulcinea, una dama que él mismo inventa. Además, el propósito fundamental que impulsa a Don Quijote a abandonar su hogar es la restauración de la caballería andante, un ideal anacrónico que refleja su desconexión con la realidad.
Es importante contextualizar socialmente al personaje: Don Quijote pertenece a la clase de los hidalgos pobres, quienes, al no poder participar en justas o torneos, encontraban en la lectura una vía de escape y una forma de vivir, aunque fuera en la imaginación, las aventuras caballerescas.
Cide Hamete Benengeli: El Narrador Arábigo en El Quijote
¿Quién es Cide Hamete Benengeli?
Cide Hamete Benengeli es un historiador arábigo ficticio, introducido por Cervantes como un segundo autor de la obra. Este recurso narrativo se mantiene a lo largo de la Segunda Parte, no solo para narrar la historia, sino también para contrastar sus opiniones sobre la verdad literaria, la veracidad y la verosimilitud con las del propio Cervantes.
Aparición de Cide Hamete Benengeli
Cide Hamete Benengeli aparece por primera vez en el capítulo VIII de la Primera Parte. Cervantes finge haber encontrado un manuscrito árabe en el mercado de Toledo, el cual continúa la historia interrumpida en los "Anales de la Mancha", la fuente original de la narración. Debido a que el manuscrito está en árabe, Cervantes recurre a un morisco para su traducción, lo que implica que el texto que llega al lector ha pasado por dos mediaciones.
La situación concreta es el momento en que se interrumpe la pelea con el vizcaíno.
Función de Cide Hamete Benengeli
La crónica de Cide Hamete Benengeli se presenta como fiel y detallada, a veces hasta el punto de lo inverosímil. Esto permite a Cervantes realizar observaciones sobre la narración y atribuir al historiador arábigo cualquier atisbo de inverosimilitud. Cervantes, como segundo narrador, se reserva otros registros narrativos, creando un juego de perspectivas y voces que enriquece la obra.