Origen y límite del conocimiento según Hume
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Hume
Nuestros contenidos mentales proceden directa o indirectamente de la experiencia. Las percepciones pueden ser impresiones e ideas.
Las impresiones: son el resultado directo e inmediato de una experiencia y pueden ser:
- Externas, si provienen de nuestras sensaciones
- Internas, si se derivan de nuestras propias ideas (ej: las emociones)
Las ideas son copias debilitadas de las impresiones en nuestra imaginación. Se diferencian de las impresiones en que:
- Las impresiones son más vivas que las ideas, y de ellas tenemos un conocimiento actual. Además son siempre directas y siempre son anteriores a las ideas. En cambio, las ideas son la imagen pasada de una impresión, son indirectas y posteriores a la impresión.
Ambas dos pueden ser simples o complejas: Las impresiones simples no admiten distinción y dan lugar a ideas simples, por otra parte, las impresiones complejas son las que sí admiten distinción y dan lugar a ideas complejas.
Respecto al límite, cualquier idea ha de estar conectada a sus impresiones correspondientes, sino hemos de concluir que su origen es la imaginación.
La imaginación nos permite asociar ideas y formar otras abstractas pero esto no implica que tengan su fundamento en la experiencia.
La asociación natural de ideas se rige por una serie de leyes que la imaginación sigue a la hora de formar ideas. Existen 3 leyes:
- 1ª Ley de la Semejanza: La imaginación pasa de una idea a otra que se le parece.
- 1ª Ley de la Contigüidad: La imaginación pasa de la idea de algo a otra idea que normalmente experimentamos próxima a la anterior en el espacio y en el tiempo.
- 3ª Ley de la Causalidad: La imaginación pasa de la idea del efecto a la idea de la causa, pues la primera es la causante de la segunda.
Ideas abstractas como la idea de sustancia o la idea de existencia no se corresponden con ninguna impresión, son producto de nuestra imaginación.
En conclusión, el origen y el límite del conocimiento es la experiencia.
¿Qué ciencia podemos hacer? ¿Qué valor tienen las verdades que nos aporta la ciencia? Hay que resolver para ello 3 problemas:
Problema de la Inducción
Las ciencias empíricas utilizan el método inductivo para obtener sus leyes. Este método consiste en suponer que lo que se da en una serie de casos se dará en el resto. Así pues generalizamos nuestras experiencias pasadas suponiendo que en el futuro pasará lo mismo pero no podemos estar seguros de esto. Por tanto no sabemos seguro que esto funcione.
La Idea de Causalidad
La causa es el principio de actuación necesario para que exista un efecto. El efecto procede de la causa y la causa origina el efecto. Tal principio no se deriva de la experiencia pues no tenemos ninguna impresión de relación entre la causa y el efecto. Lo que únicamente experimentamos cuando observamos es: Una prioridad temporal de un movimiento sobre otro, una contigüidad espacio-temporal entre ambos movimientos y una conexión constante en el pasado pero no necesaria en el futuro.
En conclusión, nuestro conocimiento sobre los hechos de la realidad no es seguro, sino probable. Tenemos que esperar a comprobar los hechos para establecer las relaciones causales y nunca podremos estar seguros de que esas relaciones permanezcan en el futuro ya que un conocimiento empírico del futuro es imposible.
Conclusión final: ¿Qué ciencia es posible?
Para Hume, sólo podemos formar dos tipos de juicios científicos:
- Juicios de relaciones de ideas: Aquellos en los que se establecen relaciones necesarias entre el sujeto y el predicado cuya verdad depende de su coherencia interna y no de lo que suceda en la realidad. Estos son los de la lógica.
- Juicios de cuestiones de hecho: Aquellos que versan sobre los hechos de la realidad cuya verdad depende de su correspondencia con nuestras observaciones empíricas.
Valoración
Los juicios de relaciones de ideas no nos dicen nada acerca de la realidad, sólo establecen relaciones necesarias, por otra parte, los juicios de cuestiones de hecho se refieren a la realidad empírica pero su verdad es siempre probable. Aún así, cualquier otra afirmación de otro tipo está fuera del alcance de nuestro conocimiento, por ejemplo, ciencias como la metafísica son imposibles ya que exceden los límites del conocimiento.