Origen del Ser Humano: Antropología, Evolución y Hominización
Enviado por Chuletator online y clasificado en Ciencias sociales
Escrito el en español con un tamaño de 9,95 KB
El Origen del Ser Humano
1. Antropología
La antropología se ocupa del hombre, pero al tener este varias dimensiones, distingue tres áreas de investigación:
- a) La antropología física se ocupa de la dimensión biológica del ser humano. El método de la antropología física es el método científico de disciplinas como la biología o la arqueología.
- b) La antropología social o cultural se ocupa de la dimensión social o cultural del ser humano. Su método es un método propio, que se divide en dos partes:
- Trabajo de campo. El investigador convive con los investigados, pero no olvida que no forma parte de ellos, sino que está ahí para investigarlos.
- Observación participante. El investigador registra lo que le parece importante, pero él está implicado en lo que ocurre, forma parte de ello.
Kenneth Pike y Marvin Harris propusieron dos perspectivas a la hora de describir un hecho social: la perspectiva emic y la etic. La descripción emic se realiza desde el punto de vista del nativo de la cultura estudiada.
Los dos principios sobre los que descansa la antropología cultural son:
- Principio de diversidad cultural. Ninguna cultura es superior a otra.
- Principio de unidad psíquica de la humanidad. Las capacidades cognitivas del ser humano son esencialmente iguales en todos los individuos de la especie.
- c) La antropología filosófica estudia el origen y la esencia del ser humano. Emplea los métodos propios de la filosofía.
2. El Origen de las Especies
Las primeras explicaciones del origen de las especies fueron:
- a) El creacionismo, que pensaba que Dios crea el mundo y los seres vivos, y sitúa a los seres humanos en un plano distinto y superior al del resto de los seres vivos.
- b) El fijismo, que sostiene que las especies surgen en un momento determinado y con una forma idéntica a como se conocen en la actualidad. No cabe la posibilidad de la aparición o desaparición de especies ni de ninguna modificación de sus características. Aristóteles fue fijista e influyó mucho en el principal representante de esa posición, Linneo, quien en el siglo XVIII clasificó los seres vivos partiendo de la idea de su inmutabilidad.
Teorías de la Evolución
El transformismo de Lamarck
Se considera a Lamarck como el que inaugura el evolucionismo. Su propuesta, llamada transformismo, se basa en dos ideas fundamentales:
- Los organismos más simples llegan a la existencia por generación espontánea.
- En todos los seres vivos existe una tendencia a la perfección.
Sobre la base de estos principios, Lamarck explica que los organismos más complejos han evolucionado a partir de formas de vida más simples, pues su tendencia a la perfección hace que quieran adaptarse al medio modificando su propia estructura y funcionamiento. “La necesidad crea el órgano”, dice Lamarck. Los cambios adaptativos para adaptarse al medio natural cumplen dos requisitos:
- Siempre deben dar origen a mecanismos más complejos.
- Se perpetúan al transmitirse hereditariamente de padres a hijos.
Señalemos dos defectos de la teoría de Lamarck: su defensa de la generación espontánea y la incapacidad para explicar cómo puede un ser vivo generar un órgano del que antes carecía. La solución a estos problemas la dará nuestro siguiente protagonista: Charles Darwin.
Darwinismo
Darwin tenía muchos datos: continuidad, diferencias y similitudes en las especies según contextos geográficos; obtención por parte de los ganaderos de ejemplares más rentables, seleccionando a los mejores ejemplares para la reproducción. Y un dato muy interesante, tomado de Thomas Malthus (1766-1834): "La población humana crece en progresión geométrica, mientras que los medios de subsistencia lo hacen en progresión aritmética", lo cual conduciría a la desaparición de la población, si no se producía algo que lo remediara.
Si observamos continuidad y similitud entre especies y los recursos son limitados, es posible que la naturaleza obre como los ganaderos, es decir, seleccionando a los más aptos, y fruto de esta acción se van generando distintas especies.
Los mejor dotados sobreviven y se reproducen, transmitiendo así a su descendencia los caracteres que les han permitido sobrevivir (más fuerza, más velocidad, mejor camuflaje, más inteligencia, garras más afiladas, dientes más poderosos…). Los peor dotados mueren antes de poder reproducirse. Esto es la selección natural.
En la explicación de Darwin no se presupone ninguna tendencia a la perfección por parte de los organismos. Los cambios que dan origen a la aparición de una nueva especie se producen al azar. La evolución obedece a un procedimiento puramente mecánico, absolutamente carente de intencionalidad.
Los inconvenientes de la teoría de Darwin eran:
- Incapacidad para explicar adecuadamente la aparición, al azar, de pequeñas variaciones anatómicas o fisiológicas en algunos individuos de una especie que los sitúan en ventaja respecto al resto.
- La ignorancia de los mecanismos que permiten que estas pequeñas variaciones se transmitan de padres a hijos.
La solución a estas dos cuestiones la ofreció la teoría sintética de la evolución.
La teoría sintética de la evolución
Los defensores de esta teoría sostuvieron que el gen es el material biológico básico en el que se producen las transformaciones que permiten la evolución de las especies. Toda especie está equipada con un conjunto de genes idénticos e invariables que constituyen su genoma. Por regla general, este es idéntico para todos los miembros de una especie y permanece invariable. Sin embargo, puede ocurrir que uno de los genes experimente una mutación, una transformación espontánea al transmitirse de padres a hijos. Esa mutación quedará fijada en el genoma de estos últimos y se transmitirá a su descendencia. Aquí funcionaría la selección natural explicada anteriormente.
Los avances en el conocimiento del ADN han servido para entender mejor cómo se producen tales mutaciones.
La síntesis de la teoría original de la evolución, las leyes que rigen la herencia genética propuestas en el siglo XIX por Mendel y el concepto de mutación conforman la teoría sintética de la evolución, actualmente aceptada por la comunidad científica.
3. Hominización
La hominización es el proceso que permitió que la especie humana evolucionase desde sus primeros ancestros hasta el Homo sapiens sapiens. En ese proceso han influido los siguientes factores:
- La bipedestación. Bipedestación significa “caminar sobre dos pies”. Un momento clave en la historia biológica de nuestro género fue aquel en el que nuestros ancestros dejaron de vivir en los árboles para asentarse en suelo firme. La bipedestación trajo consigo varias ventajas:
- a) La más importante fue la liberación de las manos. Al caminar erguidos, nuestros ancestros tenían las manos libres para manipular, agarrar, transportar objetos… Esto confirió indudables ventajas adaptativas, a la vez que produjo una sinergia con el desarrollo el cerebro. Es decir: las redes de neuronas responsables de las manos crecieron en importancia. Así, los ejemplares más “hábiles” tendrían más capacidad para sobrevivir, transmitiendo así a su descendencia las bases neurológicas correspondientes.
- b) Otra ventaja fue la mejora en la caza y en la huida de los depredadores. Al estar erguidos, es fácil divisar un mayor terreno alrededor, y advertir la presencia de presas o depredadores. A su vez, esto mejoraría las posibilidades de supervivencia.
- c) La posibilidad de realizar más largas marchas, pues el caminar erguido consume menos energía que caminar a cuatro patas.
- Encefalización. El cerebro gana cada vez más volumen y más conexiones neurológicas. La fabricación de utensilios y la complejidad creciente de la vida social son factores clave para este crecimiento. La dieta influyó también en este cambio: al consumir carne, los homínidos dispusieron de energía sobrante que permitió que el cerebro cada vez trabajase más y aumentase su tamaño. Por último, la complejidad del cerebro permitió la aparición del lenguaje.
- El retraso del desarrollo madurativo. Las modificaciones en la pelvis, fruto de la bipedestación, provocaron la necesidad de adelantar el parto y acortar el periodo de gestación. Esto ocasionó que las crías de los homínidos nacieran más inmaduras que las de las otras especies y se vieran obligadas a ampliar el periodo durante el que dependen de sus progenitores para su supervivencia. Ese periodo, al ser más largo, permite la transmisión de la cultura y una relación afectiva más fuerte entre padres e hijos.
- Añadamos las particularidades de la reproducción. El ser humano no posee épocas de celo para la reproducción. Además, se distingue por la erotización y personalización del sexo, en el que destaca la postura frontal, que permite reconocer al compañero o compañera sexual.
En realidad, nuestro cuerpo es muy vulnerable. Baste pensar en nuestros dientes: ni nos permiten defendernos de otros animales, ni consumir muchos alimentos en su estado natural. Pero para el ser humano la supervivencia no depende de su cuerpo, sino de la cultura que adquiere para aprender a usarlo.