La Organización de la Información Lingüística y la Teoría de Prototipos
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La Estructura Informativa del Enunciado: Tópico y Comentario
En el estudio de la organización de la información dentro de un enunciado, se distinguen dos elementos fundamentales que articulan el mensaje:
El Tópico
El tópico señala el ámbito de pertinencia en el que se va a desenvolver el resto de la cláusula. Puede ser identificado, pues se trata de un elemento que es posible aislar con respecto a los demás componentes enunciativos y, aunque puede estar situado en cualquier parte del enunciado, suele presentarse en posición inicial. Esta función informativa se introduce a través de locuciones del tipo en cuanto a, con respecto a, en lo que se refiere a, en lo tocante a, en relación con, o adverbios terminados en -mente.
El Comentario
El comentario constituye el elemento que aglutina el tema y el rema cuando en el enunciado aparece la estructura informativa que incluye un tópico. Se vincula, así, con aquello que se dice en torno al ámbito referencial que señala el tópico, aportando la información nueva o relevante sobre este.
La Teoría de Prototipos en Lingüística Cognitiva
El paradigma cognitivo irrumpió en el panorama de la investigación lingüística, fundamentalmente, gracias a los trabajos de Langacker y Lakoff. Esto ocurrió en un momento en el que, sobre todo en el ámbito de la lingüística americana, se daba absoluta prioridad a las estructuras formales, a diferencia de las estructuras de contenido.
Fundamentos de la Teoría de Prototipos: Categorización y Prototipo
Las nociones centrales son la categorización y el prototipo. La categorización se define como el mecanismo de organización de la información obtenida a partir de la aprehensión de la realidad, que opera mediante la agrupación de elementos diferentes en conjuntos más o menos uniformes a través de la generalización y la discriminación.
Es importante destacar que, en el seno de una misma categoría, no todos los ejemplares integrantes poseen el mismo estatuto. Esto se debe a que no existen propiedades necesarias y suficientes comunes a todos ellos. De este modo, se reconocen algunos elementos categoriales de cierta cosa como un prototipo para la definición de lo que es en sí la categoría, y se identifican otros que poseen un carácter más periférico.
Por ejemplo, un gorrión constituiría un ejemplar prototípico de la categoría ave, mientras que un pingüino se identificaría con miembros periféricos, pese a que científicamente queden adscritos a la misma entidad categorial.
Evidencia Empírica y Características de las Categorías Prototípicas
La teoría de prototipos se ajusta a los comportamientos categorizadores descritos por Berlin y Kay. Estos investigadores comprobaron, mediante experimentos, que sujetos lingüística y culturalmente distantes presentaban similitudes respecto a la conceptualización cromática (colores).
La mente humana parece operar con categorías semánticas conformadas por integrantes más o menos prominentes. Los límites en las categorías no son específicos, sino que se hacen más vagos e imprecisos a medida que varía el grado de pertenencia a la clase. Esto sugiere que la descomposición en rasgos suficientes y necesarios no parece estar del todo justificada en la categorización humana.