La Oratoria Romana: Historia, Estructura y Grandes Figuras
Enviado por Chuletator online y clasificado en Latín
Escrito el en español con un tamaño de 4,07 KB
La Oratoria: Arte de la Persuasión
La oratoria es el arte de la persuasión mediante la palabra.
Orígenes y Evolución de la Retórica en Roma
La retórica nació en Grecia a mediados del siglo V a.C. para ofrecer normas al discurso judicial o político. A Roma llegó en el siglo II a.C.
Su nacimiento y desarrollo están en relación con el sistema político romano. Las asambleas del Senado y los comicios populares presuponían el recurso a la habilidad oratoria, instrumento usado para influir sobre la opinión pública en la lucha política. Durante la época republicana, la clase dirigente la utilizó para ejercer el poder, pero con la llegada del Imperio y la concentración de la autoridad, la oratoria perdió importancia y se transformó en una actividad que se ejercía solo en las escuelas. En Roma, la mayor parte de sus grandes oradores fueron teóricos y prácticos.
Estructura y Géneros del Discurso Romano
Partes del Discurso
El discurso se organizaba en diversas partes:
- La introducción al tema
- La exposición
- La argumentación
- La conclusión final
Tipos de Discurso
Se distinguen además tres géneros o tipos de discurso:
- El judicial: empleado en los procesos.
- El deliberativo: empleado en la asamblea.
- El demostrativo: para los discursos de lucimiento.
Las Alabanzas Fúnebres
Las obras más antiguas son las alabanzas fúnebres que se hacían en los funerales de ciudadanos ilustres, donde el orador alababa las virtudes del difunto y demostraba que la muerte había aumentado la gloria de su familia.
Grandes Oradores Romanos y sus Aportaciones
Cicerón: El Maestro de la Oratoria Romana
La figura clave en la oratoria romana es Cicerón (106-43 a.C.). En su juventud, admira la tendencia a la retórica afectada y ampulosa de Quinto Hortensio. Viaja a Grecia para formarse durante varios años, añadiendo conocimientos filosóficos, históricos y jurídicos. Siendo cónsul en el año 63 a.C., sofoca la conjuración de Catilina. Hacia el año 56 a.C., aparece la tendencia oratoria aticista (tendente a la sencillez y a la concisión) que dirige contra la abundancia excesiva y artificial, y contra el exceso de adornos de gusto dudoso. Cicerón se afirma en una postura intermedia entre los asianistas y los aticistas. Su técnica consistía en saber ordenar el discurso y adornarlo. Entre sus obras destacan: Sobre el orador, Bruto y El orador; y entre los discursos: Catilinarias, Defensa del poeta Arquias, Verrinas y Filípicas.
La Retórica a Herenio: Un Propósito Didáctico
De autor anónimo es la Retórica a Herenio, que pretende ofrecer una imagen del arte retórico con un propósito didáctico. Evita la desorientación del lector y latiniza los términos técnicos.
La Oratoria en la Época Imperial
En la época imperial, sobrevive solo la oratoria judicial y se desarrollan las escuelas de retórica.
Figuras Clave de la Oratoria Imperial
- Séneca el Viejo (55 a.C.-41 d.C.): Autor de Suasorias, que pretende persuadir a un individuo o grupo de personas que piden asesoramiento, y de las Controversias, que son casos judiciales imaginarios, con discursos de acusación y defensa.
- Quintiliano (30-96 d.C.): Escribe su Institución oratoria, un tratado sobre la formación del orador, siguiendo las tesis de Cicerón.
- Tácito (55-120 d.C.): Se plantea en el Diálogo de los oradores las causas de la transformación de la elocuencia.
- Plinio el Joven: Escribió Panegírico de Trajano, un discurso de tipo demostrativo con tono encomiástico, que constituye una alabanza de las virtudes del emperador.