La oratoria y la literatura romana: desde Cicerón hasta Marcial

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La Oratoria Romana

Definición y contexto

La oratoria se definía como el arte de la persuasión por medio de la palabra. En el sistema político republicano, donde había suficiente libertad de palabra y el sistema judicial cierta independencia, este género literario constituyó una de las manifestaciones más originales y fecundas del genio romano.

Técnicas Oratorias

La oratoria llegó a ser uno de los géneros literarios más evolucionados, principalmente a partir del influjo que recibió de Grecia, como los demás géneros literarios, a partir del siglo II a. C. Las técnicas de la oratoria eran enseñadas en las escuelas por los rectores en el grado que, con terminología actual, se podría llamar enseñanza superior.

La Oratoria Anterior a Cicerón

El primer orador del que tenemos noticias fue Apio Claudio el Ciego, personaje político del siglo III a. C. Escribió discursos en griego con fines de propaganda política, por lo que, además de ser pronunciados en el Senado y en el foro, estaban destinados a su publicación.

Cicerón

Marco Tulio Cicerón nació en Arpino en el año 106 a. C. en el seno de una familia de caballeros. Recibió la educación más completa, en Roma y Grecia. Alumno de los más célebres oradores y juristas de la época, pronunció sus primeros discursos judiciales después del triunfo político de Sila y se dio a conocer al tomar valientemente la defensa de Roscio de Ameria, víctima de una sórdida maquinación. Fue elegido cuestor en 76 a. C. y ejerció este cargo en Sicilia, donde tuvo ocasión de defender a los sicilianos contra las exacciones y robos cometidos por Verres en la isla.

Retórica y Oratoria

Cicerón es el principal representante de la oratoria en Roma, ya que lleva la prosa clásica latina de todos los tiempos a la máxima perfección. Por encima de su vocación política y profesional y de su apasionamiento por la filosofía, hay en su extensa obra una total entrega a la literatura y, más concretamente, al arte del bien decir, de llevar la lengua a los más expresivos y bellos aciertos. El entusiasmo por su arte y su profesión de orador le llevan a escribir obras preceptivas sobre retórica: De Oratore, El Brutus y El Orator.

La Fábula

Designa una narración en la que generalmente intervienen animales que, por ser considerados miembros del mundo de los seres animados, se equiparaban a los hombres.

Fedro

Nació en Macedonia, llegó a Roma como esclavo de Augusto, que le concedió la libertad, y murió en la época de Claudio, en el 50 d. C. Se conservan unas cien fábulas de este autor, contenidas en cinco libros. Las fábulas de Fedro son narraciones sencillas, amenas y divertidas, y terminan con una moraleja que resume la enseñanza moral que trata de transmitir el autor. Este estilo sencillo y conciso, al que no le falta en ocasiones colorismo en las imágenes descriptivas de personajes y situaciones.

La Sátira

Es un género literario típicamente romano. Si bien el espíritu satírico está en la literatura de todos los pueblos, los romanos crearon el poema satírico, que trata de corregir conductas burlándose de los defectos de las personas.

Horacio

Llama a sus sátiras Sermones, es decir, unas charlas, sin la hiriente agresividad de Lucilio, en un estilo natural, el estilo de la conversación. Habla de ellas, con humor y fina observación, sobre la variedad de los temas tradicionales de la sátira romana, a los que añade otros de sus preferencias: el descontento de los humanos con su suerte, la secuela de normas de conducta, la avaricia de los captadores de herencias o las incidencias de la vida ordinaria, como el viaje a Brindis en compañía de Mecenas.

Juvenal

Con Juvenal entra en el género satírico el más crudo y pintoresco realismo dentro de un estilo declamatorio. Escribió 16 sátiras. Denuncia en ellas los abusos de los que es testigo. Es un agudo observador que capta y traslada con hiriente precisión el menudo rasgo inadvertido, la intimidad que revela la bajeza de los corruptos, con noble pasión, con ira enardecida, pero no sin parcialidad y resentimiento.

Marcial

Nació en una pequeña ciudad de Hispania Tarraconense, en Bilbilis, la actual Calatayud. La posición desahogada de sus padres les permite enviarlo a Roma, una vez realizados en Bilbilis los estudios de gramática y retórica, y en un momento en que se hunde el valimiento de sus compatriotas Séneca y Lucano, complicados en la conspiración de Pisón contra el emperador Nerón. Aunque su sátira es violenta y mordaz, permanece un fondo espiritual, de buenas palabras, que revela un espíritu sincero y bienintencionado.

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