Optimización del Rendimiento Deportivo: Reclutamiento, Sincronización y Estimulación Muscular

Este proceso es de gran importancia en el ámbito deportivo. A continuación, se explican varios fenómenos clave para la mejora del rendimiento:

1. Reclutamiento

El reclutamiento se define como la cantidad de unidades motrices que el cerebro es capaz de activar (a través de un impulso eléctrico) para realizar un movimiento. Cuantas más unidades motrices se recluten, mayor será la tensión que se puede desarrollar y, por ende, mayor será la resistencia externa que se podrá vencer.

Ejemplo: Consideremos la flexión del bíceps. Imagina que la flexión se realiza sin carga externa, con una pesa de dos kilos y luego con una de 12 kilos. Cuanta mayor resistencia externa, más unidades motrices habrá que poner en juego.

Uno de los efectos del entrenamiento de fuerza es que el sujeto aprende a reclutar más unidades motrices a la vez para poder vencer resistencias más altas cada vez. Este fenómeno explica la ganancia de fuerza que experimentan los novatos en los gimnasios después de poco más de un mes de entrenamiento, ya que en ese periodo el sujeto no tiene tiempo apenas de ganar masa muscular, pero el incremento de fuerza es bastante notable. Si hablamos en términos de proporción, se gana mucha más fuerza que masa muscular.

Otro ejemplo claro de la importancia del reclutamiento es el hecho de que sujetos que han realizado ejercicios de fuerza para un miembro (brazo o pierna) consiguen incrementar ligeramente los niveles de fuerza en el miembro opuesto. También se dice que un individuo cualquiera si es sometido a situaciones límite (con peligro para su vida) puede conseguir realizar esfuerzos de una intensidad muy por encima de la que conseguiría en circunstancias normales. Parece ser que en estas situaciones límite el cerebro encuentra una “motivación extra” para activar motoneuronas que de otra forma permanecerían relajadas.

El fenómeno del reclutamiento también se puede observar cuando trabajamos con cargas medias o bajas pero queremos realizar muchas repeticiones o mantener una postura mucho tiempo. El “temblor” que sentimos en estos casos no es más que la demostración de que las primeras unidades motrices que participaron en el movimiento (normalmente las lentas, que son más débiles) se han agotado y empiezan a incorporarse nuevas unidades.

2. Sincronización

La sincronización es otro fenómeno importante. Como su propio nombre indica, es la capacidad del cerebro de hacer que todas las unidades motrices reclutadas para un movimiento se contraigan al mismo tiempo, sin que existan desajustes temporales en la participación de las mismas.

Los atletas entrenados consiguen ajustes perfectos, mientras que los no entrenados, además de reclutar menos unidades, se encuentran con el problema de que la entrada en juego de las diferentes unidades no se produce de forma totalmente sincronizada.

3. Estimulación Exclusiva de Fibras Musculares

Este proceso implica la estimulación exclusiva de las fibras de los músculos que son necesarios para realizar el movimiento. Se eliminan contracciones y movimientos “parásitos”, es decir, los músculos que no son necesarios para realizar el ejercicio se mantienen relajados, con lo cual se ahorra energía.

Los fenómenos descritos anteriormente mejoran significativamente con el entrenamiento. Por lo tanto, la ganancia de fuerza que experimenta un sujeto sometido a un buen programa de entrenamiento se debe a:

1. Incremento del volumen muscular o “hipertrofia”. Las fibras musculares incrementan su grosor al contener más cantidad de tejido (proteína).
2. Mejora neuromuscular. Aprendizaje del Sistema Nervioso Central para utilizar mejor los músculos. Recluta y sincroniza más y mejor.