Oposición y Represión durante la Dictadura Franquista en España

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La Represión, el Exilio y los Movimientos de Protesta contra la Dictadura

La cultura durante el Franquismo en España y en el exilio. El régimen, que se implantó en España al acabar la Guerra Civil en 1939, se impuso con una dura represión.

La Institucionalización de la Represión

Antes de finalizar la guerra, Franco dictó la Ley de Responsabilidades Políticas, que se aplicó con carácter retroactivo a todos aquellos que hubiesen colaborado con acciones o asociaciones consideradas subversivas por el régimen. Acabada la guerra, se promulgó la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo, permaneciendo el estado de guerra hasta 1948. Hubo un gran número de personas ejecutadas y miles sufrieron prisión por motivos políticos.

El Exilio Republicano

Se calcula que más de 400.000 personas contrarias al franquismo se exiliaron, principalmente a Francia, pero también al norte de África, a América Latina (México) y a la URSS. Entre quienes cruzaron la frontera francesa se encontraban miembros del gobierno republicano como Juan Negrín y Manuel Azaña, que mantuvieron las instituciones republicanas en el exilio. Muchos exiliados republicanos, confiando en que la derrota de los fascismos en la Segunda Guerra Mundial supondría el final de Franco, se enrolaron en la resistencia francesa y terminaron en campos de concentración nazis como Mauthausen.

La Oposición Interior y sus Fases

La Lucha Armada: Los Maquis

En el interior, algunos combatientes republicanos se “echaron al monte” y formaron un movimiento guerrillero conocido como maquis. Su intención era mantener la lucha armada dentro de España hasta que la presión internacional acabase con el franquismo. En 1944, el PCE organizó una entrada masiva de guerrilleros por el Pirineo: la invasión del valle de Arán. Su objetivo era liberar España del franquismo, pero la operación fracasó.

La Oposición Monárquica

En la primera etapa del franquismo, la oposición más moderada al régimen se aglutinó en torno a los monárquicos. En 1945, Don Juan pidió a Franco que dimitiese y restaurase la monarquía (Manifiesto de Lausana). Franco no lo hizo y sus relaciones se deterioraron.

El Desgaste del Régimen y el Crecimiento de la Protesta

La segunda etapa del régimen se inició a finales de los años 50. En la década de los 60, la sociedad y la economía en España dan un salto hacia la industrialización y la apertura al exterior. El deseo de libertad se extendía y debilitaba los fundamentos ideológicos del régimen.

La Protesta Universitaria

Un núcleo importante de protestas fue la Universidad. Las protestas estudiantiles se saldaban con una dura represión. Algunos catedráticos, como el filósofo Aranguren, fueron expulsados de sus cátedras.

Los Años Finales: Crisis e Incertidumbre

A comienzos de los años 70, el deterioro del régimen se va a intensificar. El propio dictador, anciano y enfermo, veía la necesidad de asegurar su sucesión para garantizar la permanencia del franquismo sin Franco. A ojos de sus colaboradores, todo debía de quedar “atado y bien atado”, pero la realidad contradecía este pronóstico.

En 1973, Franco nombró jefe del Gobierno a Carrero Blanco, renunciando por primera vez a ese cargo, pues pensaba que el almirante podría garantizar la continuidad del régimen a su muerte. Carrero Blanco formó un Ejecutivo que reunió a todas las familias del franquismo, intentando superar las divisiones internas. Al mismo tiempo, se produjo un endurecimiento de la represión, pero el nuevo gobierno apenas pudo actuar, pues ese mismo año Carrero Blanco fue asesinado por ETA en Madrid.

Carrero fue sucedido por Carlos Arias Navarro, que sorprendió con promesas aperturistas que no llegaron a cumplirse, pues los sectores inmovilistas, conocidos como el “búnker” del franquismo, se resistían a perder influencia y protagonizaron duros enfrentamientos contra todos aquellos que hicieran la mínima crítica al régimen.

Sectores Críticos al Final de la Dictadura

Las críticas a la dictadura crecían. Los principales sectores críticos eran:

  • La Iglesia
  • El Ejército
  • Los reformistas del propio régimen
  • La oposición exterior
  • Los obreros

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