La Opinión según Platón: Conocimiento Sensible y Búsqueda de la Verdad
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La opinión es el grado de conocimiento que podemos alcanzar en el mundo sensible. Se obtiene utilizando primero la imaginación y después los sentidos. Con la imaginación conocemos las imágenes de las cosas y nos hacemos de ellas conjeturas; con los sentidos observamos las cosas mismas y creemos que son como aparentan ser a la luz de los sentidos. Por eso Platón dice que la imaginación nos proporciona conjeturas y los sentidos creencias. Con conjeturas y creencias nos forjamos una opinión de las cosas.
La Limitación de la Opinión en el Mundo Sensible
No podemos estar seguros de que las cosas son como los sentidos nos las presentan, porque en el mundo sensible todo está en devenir y cambia. Aparentemente las cosas son como las observamos, pero en realidad pueden no ser así. La apariencia y la realidad no son lo mismo para Platón, y por eso la opinión es superior a la ignorancia, pero no es todavía la verdad. Para saber con certeza lo que son las cosas y obtener el conocimiento verdadero o ciencia hay que seguir ascendiendo en el proceso del conocimiento. Hay que llegar a los conceptos mediante el pensamiento, y finalmente a las ideas mediante la razón. Como las ideas sí son inmutables, quien ve las cosas a la luz de las ideas puede estar seguro de que son verdad, y ya no tiene de ellas opiniones sino certezas.
Opinión, Política y la Búsqueda del Bien Común
La mayoría de la gente identifica el conocimiento con la opinión y no va más allá. Se rige en la vida por opiniones, que difieren de una persona a otra y no permiten una vida en común ordenada y justa. Por eso la democracia no es un buen régimen político para Platón, y una sociedad debe ser gobernada por aquellos que saben realmente lo que es el Bien. La vida política en una democracia está sometida a los vaivenes de la opinión. Con la opinión los seres humanos pueden alcanzar en ocasiones el Bien y la Justicia, pero no conservarlos, y así la vida ciudadana se degrada y corrompe, y lo que se convierte en ley en la Asamblea es la opinión que imponen los que mejor la expresan. Si los ciudadanos se quedan en ese grado inferior de conocimiento que es la opinión, la política será siempre demagogia y no realización de la justicia y el bien.
El Mito de la Caverna y la Esclavitud de la Opinión
En el mito de la caverna los políticos que imponen la opinión son los porteadores que pasan los objetos por encima del muro; esos objetos, gracias al fuego que está detrás, se proyectan en el fondo de la cueva y producen las sombras que los prisioneros perciben como la realidad. Así la gente imagina la realidad tal como la cuentan los políticos, y cree que la realidad se reduce a lo que los políticos les presentan. Unos y otros, prisioneros y porteadores, son esclavos de la opinión, aunque los segundos tengan más poder que los primeros. Sólo es libre quien desata sus cadenas, asciende a la luz, ve el Sol-Bien, se rige por él y lo transmite a los demás.