El Oficio del Periodista Relacionero: Orígenes y Evolución de la Prensa en el Siglo XVII

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El oficio de periodista relacionero, vinculado a las relaciones de sucesos, es peculiar por su carácter colectivo. Es un oficio compartido donde podemos identificar al escritor (quien redacta), al promotor (cuya figura siempre se vincula con un trasfondo propagandístico), al impresor (la figura más importante, que se beneficiaba económicamente), y finalmente al ciego, quien desempeñaba un rol clave en la distribución. Eventos como la Guerra de los Treinta Años en el siglo XVII y el descubrimiento del Nuevo Mundo (América) generaron una gran demanda de información.

1. Contexto Histórico-Periodístico: El Siglo XVII y las Relaciones de Sucesos

Ubicamos esta forma de comunicación en el siglo XVII, un periodo marcado por la expansión de la imprenta por Europa y el auge del absolutismo. Las relaciones de sucesos representan un cambio gradual en la difusión de noticias. Como señala el historiador Chartier, para comprender este fenómeno, es fundamental entender que “el pueblo se relaciona no a través de los libros, sino a través de las relaciones de sucesos”.

2. Tipo de Prensa: La Relación de Sucesos como Precursora del Periodismo Popular

El documento en cuestión corresponde a una relación de sucesos, específicamente una carta enviada por el prior de Úbeda a un abad de Granada, con el fin de informar sobre un caso ocurrido con “una monja” que parecía ser un hombre en lugar de una mujer. La relación de sucesos es considerada el origen de la prensa popular, una idea que debe ser demostrada y profundizada en el comentario.

3. Publicación y Edición: Elementos Clave de las Relaciones de Sucesos

3.1. Presentación Formal: Portada, Imágenes y Cabecera

El título de la carta aparece en letras mayúsculas, ocupando una gran parte de la página. Posteriormente, se desarrolla un breve resumen sobre el contenido y la acción tomada por parte del emisor de la carta. Se identifica fácilmente; su título especifica que es una relación. Aunque el título funciona como cabecera del periódico, aún no se considera una cabecera formal en el sentido moderno; la primera cabecera reconocida tuvo lugar en la Gaceta de Francia en 1631.

El impresor es Fray Agustín de Torres, uno de los más importantes de la Sevilla de la época. Aunque la noticia es polémica, la publicación es legal, cuenta con autorización y licencias. La propia Iglesia, ante el problema, sabe resolver el asunto, utilizando esta publicación como una estrategia para llegar a la esfera social. Esta relación de sucesos se publica en un contexto de Contrarreforma.

Otro factor de gran importancia es el grabado. El grabado principal representa al dios Jano (dios romano), cuya característica es tener una cara que mira al pasado y otra al futuro, lo que le confiere una intencionalidad simbólica. El otro grabado de la página muestra ángeles, que se caracterizan por no tener sexo. ¿Qué función pueden tener los grabados? Para los analfabetos, la imagen facilitaba la comprensión, ya que la mayor parte del pueblo no sabía leer ni escribir. Estos grabados tienen la intención de llamar la atención del público. La prensa siempre se ha asociado a lo popular; los gráficos no estaban bien vistos en los periódicos serios, sin embargo, en el periódico popular la imagen es muy importante para atraer a la gente. En este caso, el grabado forma parte integral de la portada.

3.2. Contenido Implícito: Propaganda y Estrategias Periodísticas

Esta noticia está reconocida como una crónica. Quien escribe la crónica es el testigo de los hechos. Escribir una crónica en primera persona no estaba mal visto en la época. Este texto funcionaría como una entradilla, cuyo objetivo en la portada es llamar la atención del lector. El escritor comienza a utilizar estrategias periodísticas, dando nombres de personas y también otro dato fundamental para la veracidad: el cuándo, porque ocurre en una fecha concreta. Se responden las preguntas clave: dónde, qué y cuándo. La imagen también le da veracidad al dato; en la época, un dibujo era considerado una prueba fidedigna.

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