Ockhamismo y el Debate Fundamental sobre los Universales

Enviado por Carlos Rayuela Conado y clasificado en Filosofía y ética

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Ockhamismo

Guillermo de Ockham es el iniciador de la via modernorum y en él tienen su origen una serie de supuestos y principios compartidos por los pensadores nominalistas:

  • El recurso a la experiencia

    El conocimiento tiene su origen en la experiencia de los sentidos.

  • Individualismo

    La experiencia nos muestra que en la realidad existen únicamente individuos singulares. Las relaciones o semejanzas que pueda haber entre individuos son secundarias y contingentes, sin que ello suponga que compartan una esencia.

  • Nominalismo

    Los universales no existen realmente; son meros términos o nombres que se utilizan para designar una pluralidad de objetos singulares que presentan afinidades entre sí. Han sido libremente dispuestas por Dios.

  • Omnipotencia divina

    Nada es imposible para Dios. Se define un contingentismo radical en el mundo físico y moral: no existen leyes naturales. Las normas éticas no tienen su origen en las exigencias básicas del ser humano. El único fundamento de unas y otras es la voluntad divina.

  • Separación entre razón y fe

    Constituyen ámbitos independientes, sin que exista intersección entre ambas. Verdades como la existencia o naturaleza de Dios y la inmortalidad del alma pertenecen exclusivamente al ámbito de la fe. Paralelamente se propugna la separación entre Iglesia y Estado.

  • Principio de economía

    "No hay que multiplicar los entes sin necesidad". Hay que excluir todo concepto superfluo. Tendrá esencial relevancia en el método seguido por la ciencia moderna. La explicación de los fenómenos debe ser lo más sencilla y simple posible, siempre que dé una justificación suficiente de los mismos.

  • Crítica de la metafísica escolástica

    Aplicando la navaja de Ockham se realiza una crítica demoledora de la metafísica. En el plano epistemológico se simplifica el proceso de conocimiento. En el plano ontológico se consideran innecesarias las numerosas y complejas distinciones y determinaciones de los seres. La única distinción real es la que existe entre un individuo y otro.

El problema de los universales

El universal es aquello que se predica como común a todos y cada uno de los individuos de una totalidad. Se trata de nociones de carácter general que se aplican a un conjunto de individuos concretos y singulares.

El problema que se plantea es el del origen, naturaleza y validez de estas nociones. La posibilidad y el valor de un conocimiento intelectual, que tenga validez permanente y universal; si nuestras ideas y conceptos generales son objetivos y se corresponden con la realidad exterior, o son meras construcciones mentales sin una base real.

¿Existen realmente los universales o son meras ficciones de la mente? Y, si existen realmente, ¿están dentro o fuera de las cosas sensibles?

La respuesta puede resumirse en tres posiciones diferentes:

  • Realismo

    Los universales existen en la realidad exterior; se corresponden con una realidad extramental. En la filosofía platónica equivaldrían a las Ideas subsistentes del mundo inteligible, y San Agustín los situaría en la mente divina. Los realistas medievales los sitúan dentro de las cosas concretas como la naturaleza común de la que participan los seres individuales. Esta posición perdura en los sistemas filosóficos de corte racionalista o idealista.

  • Nominalismo

    No existe ninguna realidad extramental que se corresponda con el universal. Los universales no existen realmente, son meros nombres, simples "flatus vocis" para designar diferentes cosas que tienen alguna semejanza entre sí. Son signos que representan a seres individuales. Existen únicamente individuos concretos e independientes; aunque puedan darse algunas afinidades entre ellos, esto no significa que exista una sustancia o naturaleza común compartida por todos. Destacados nominalistas fueron Roscelino de Compiègne y Guillermo de Ockham.

  • Conceptualismo

    Los universales son conceptos que se forman por abstracción a partir de los seres singulares y concretos. Es un planteamiento muy similar al de Aristóteles. Los universales no existen realmente como tales; en realidad solo hay individuos. La mente los elabora. Principal representante de esta postura es Pedro Abelardo.

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