Observación y Autobservación: Fundamentos, Métodos y Proceso en Psicología y Sociología
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1. Introducción
La observación es una técnica específica en la que previamente tenemos la intención de observar algo, una conducta. El método observacional derivado de esta técnica conlleva una serie de características:
- Observador experto: La observación es realizada por una persona que ha sido entrenada para observar una conducta específica.
- Situación natural: Generalmente, se observa en situaciones donde la conducta se manifiesta de forma natural.
- Observación sistemática: Existe un plan previo, detallado en el registro, antes de iniciar la observación de la conducta.
Con estas características, podemos definir el concepto de observación como: Cualquiera de los procedimientos de recogida de información que requieren una percepción deliberada de comportamientos emitidos por un sujeto o varios sujetos, realizada por un observador entrenado mediante protocolos preparados al efecto que permiten una anotación sistemática en una situación análoga o natural.
Algo importante también del proceso de observación es que esta, además de ser controlada, tiene que estar sujeta a comprobaciones de fiabilidad y validez. La fiabilidad se referiría tanto al grado de acuerdo entre dos observadores distintos (fiabilidad interjueces) como a la estabilidad del registro a lo largo del tiempo (los resultados han de ser similares si se repite la observación en condiciones idénticas). Por otra parte, la validez implica que estemos observando efectivamente la conducta que pretendemos observar y no otra.
2. Grado de Sistematización
2.1. Observación No Sistemática
No siempre las observaciones pueden ser tan sistemáticas como desearíamos. Cuando observamos una conducta muy compleja con múltiples componentes, el grado de sistematización, naturalmente, desciende. La observación no sistemática debe hacerse en el lugar y tiempo de ocurrencia de las conductas, utilizando un registro narrativo, lo cual implica una mayor subjetividad por parte del observador. Este tipo de observación suele emplearse también cuando se requiere observar la conducta durante periodos prolongados, ya que puede resultar más costosa en términos de recursos si se intentara una sistematización exhaustiva.
2.2. Observación Sistematizada y Controlada
Es una observación específica y definida, en la que tanto el problema como la situación se han delimitado previamente. Además, es una técnica cuantificable y preparada, que puede llevarse a cabo en una situación natural, de laboratorio o clínica.
2.3. Observación Muy Sistematizada
En este tipo de observación se utilizan los códigos de categorías predefinidos y, en muchos casos, el sistema de puntuación es de tipo «todo o nada» (presencia o ausencia de la conducta).
3. El Proceso de Observación
Antes de iniciar el proceso de observación, necesitamos saber qué hemos de observar. En el ámbito clínico, esta información podemos obtenerla simplemente identificando el problema que tiene nuestro paciente, es decir, qué conducta problemática posee. Esta conducta debe delimitarse de forma que no sea ni demasiado simple ni demasiado compleja para realizar una observación efectiva.
Es importante también saber cómo medir la conducta observada. Algunas métricas pueden ser, por ejemplo:
- La duración de la conducta.
- La frecuencia con la que aparece.
- Incluso inferencias sobre el estado anímico de la persona a partir de su comportamiento (aunque esto requiere cautela y validación).
Para ello, es muy importante operativizarla y definirla correctamente.
En la misma línea se encuentra la pregunta de con qué observar (instrumentos, hojas de registro, tecnología, etc.).
Otras preguntas contextuales cruciales para delimitar la conducta son:
- Cuándo observar (momentos específicos, intervalos).
- A quién observar (el sujeto principal, interacciones).
- Dónde observar (el entorno físico y social).
Estas son preguntas contextuales muy útiles para delimitar la conducta y planificar la recogida de datos.
Por último, hay que tener en cuenta también los productos de la conducta. Estos son las consecuencias o rastros observables de la misma (por ejemplo, cigarrillos en el cenicero tras fumar, uñas en el suelo tras mordérselas, trabajos completados, entre otros). La observación de lo que sucede después del comportamiento dependerá de la naturaleza de este.