Obras maestras del Renacimiento: 'El Juicio Final' de Miguel Ángel y 'La Virgen de las Rocas' de Leonardo da Vinci
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El Juicio Final (1536-1541)
Miguel Ángel, Manierismo
El Juicio Final es un enorme conjunto pictórico al fresco que representa el Juicio Final, extraído del Apocalipsis de San Juan. Es una obra de carácter religioso. Cuando el Papa Pablo III encargó la obra a Miguel Ángel, este atravesaba una crisis espiritual y religiosa después del fracaso de la ideología humanista de la libertad, del saqueo de Roma y la destrucción del mito de la inmunidad de la Ciudad Santa. El Juicio Final es el fruto de esta crisis.
Tema
El motivo central es el drama de la humanidad, el destino del hombre pecador que está destinado a ser salvado. Miguel Ángel lo pinta contra un cielo plano, sobre la superficie de la pared del fondo de la Capilla Sixtina. Lo pinta veinte años después de haber acabado la bóveda, y es una meditación trágica sobre la muerte y la salvación.
- En las dos lunetas superiores, grupos de ángeles llevan los instrumentos de la Pasión.
- En el centro, en la parte superior, aparece el mundo celestial, que gira alrededor de Cristo juez.
- Debajo, a la izquierda, están los que suben al cielo y a la derecha los condenados que se precipitan hacia el infierno.
- Un grupo de ángeles resucita a los muertos.
- En la parte inferior izquierda, se representa la resurrección de los muertos.
- A la derecha, los condenados en la barca de Caronte.
Composición
Introduce una masa de cuatrocientas figuras en una especie de torbellino centrípeto. Así, la composición se basa en una compleja estructura, que se articula en registros horizontales y verticales. El rectángulo de la escena se divide en bandas horizontales que se van estrechando de abajo arriba. Por otro lado, hay dos ritmos verticales: a la izquierda, la ascensión ganada y a la derecha, la caída destructora. Así nace un movimiento giratorio que une las ascensiones y caídas alrededor de la figura de Cristo juez.
La variedad y complejidad de la estructura compositiva nos habla del Manierismo: el desorden, la complicación, el negar la perspectiva y buscar fondos planos, la acumulación de figuras; elementos que superan el modelo clásico buscando nuevas salidas que marcarán la pintura posterior. Desde el punto de vista formal, El Juicio Final es escandaloso y provocador: un torbellino de cuerpos en un espacio abstracto, sin orden ni perspectiva, girando en torno a Cristo Juez.
Elementos plásticos
- Se usan colores estridentes, fuertes y chillones.
- La figura humana es protagonista, destaca su aspecto casi escultórico. Estas aparecen sumergidas en un torbellino, que precipita a unas hacia arriba y a otras hacia el abismo, representan el trágico destino de una humanidad que lucha, con sus pasiones y su fe, contra las fuerzas del mal. Es la terribilitá, donde la forma externa del cuerpo se corresponde con la interior, concordancia neoplatónica entre la belleza exterior e interior.
- La disposición de las figuras es muy variada, adoptando posturas complejas. La obra es un repertorio de escorzos.
- Resulta una conmoción anticlásica, por sus atrevidos escorzos, la vorágine de cuerpos en vuelo, por semejar un tapiz plano, sin buscar la tercera dimensión, tan solo usando un fondo azul que hace que las figuras se alejen.
- Los escorzos, el movimiento enroscado, la deformación del canon, el abigarramiento de figuras y la gama cromática metalizada son los elementos que adoptan los artistas en la segunda mitad del siglo XVI, los manieristas.
La Virgen de las Rocas (1483-1486)
Leonardo da Vinci, Renacimiento, Primer tercio del siglo XVI
Primera versión de la obra, destinada a la Iglesia de San Francisco el Grande de Milán. Es un óleo sobre tabla, de carácter religioso.
Tema
La Virgen, en el centro, con la mano derecha sostiene a Juan el Bautista, a quien mira. A su izquierda, un ángel sentado. Más abajo, el niño Jesús también mira a Juan Bautista. Leonardo pintó el momento apócrifo de la infancia de Cristo, cuando Juan el Bautista, huérfano, refugiado dentro de una gruta por un ángel, encuentra a la Sagrada Familia en su huida a Egipto. Representa a la Virgen en el centro, empujando a Juan hacia Jesús, que está sentado con el ángel. Jesús bendice a Juan, que extiende su mano en gesto de oración. Juan reconoce y venera al Niño como Cristo.
Composición y tema
Es un ejemplo perfecto de armonía renacentista, con una equilibrada composición que engloba las figuras en un triángulo equilátero, cuyo vértice es la Virgen, los lados vienen dados por Jesús y San Juan, y por un ángel al otro lado.
Elementos plásticos
- Leonardo desarrolla su sfumato, lo que unido a la luz tenebrosa surgida de la cueva, crea ese ambiente de luces difusas y entornos ambiguos que, aparte de ganar profundidad, otorga al cuadro un aire extraño y misterioso.
- Al efecto de perspectiva aérea, hay que añadir detalles de virtuosismo, como la mano de María, en un escorzo prodigioso.
- Muestra un enorme interés en la trabazón de los personajes por medio de la interrelación psicológica y gestual creada por las miradas y las manos.
- La ejecución analítica de la flora y las formaciones geológicas dan cuenta de los célebres estudios sobre ciencias realizados por Leonardo.