La Obra Poética de Blas de Otero: Etapas, Evolución y Recursos Estilísticos
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Blas de Otero (1916-1990) es una figura central de la poesía española de posguerra. Su obra se caracteriza por una profunda evolución temática y formal, que transita desde la angustia existencial hasta el compromiso social, sin abandonar la experimentación lingüística. A continuación, se detallan las principales etapas de su trayectoria poética y los rasgos distintivos de su lenguaje.
Primera Etapa: Poesía Existencial (1942-1955)
Esta fase se inicia en 1942 con la publicación de Cántico espiritual, un cuaderno de poemas de tono religioso. Sin embargo, las obras que revelaron plenamente las dotes poéticas de Otero fueron Ángel fieramente humano (1950) y Redoble de conciencia (1951). Años más tarde, estas dos obras se fusionarían en Ancia (1958), palabra formada por la primera sílaba de Ángel fieramente humano y la última de Redoble de conciencia.
Dámaso Alonso denominó a esta corriente «poesía desarraigada», que expresa la angustia y el dolor del hombre contemporáneo. Estamos, pues, ante una etapa en la que domina el «yo» poético. No obstante, dentro de esta etapa nos encontramos con varias direcciones temáticas:
- Poesía metafísica: Poemas cargados de angustia en los que el poeta se interroga sobre el sentido de la vida, del mundo y del hombre. A menudo se dirige a Dios, pero no a un Dios benevolente y generoso, sino a un Dios terrible, parecido al del Antiguo Testamento, un Dios que no responde a los gritos desgarrados del poeta.
- Poemas amorosos: Composiciones como «Un relámpago apenas» donde el amor se presenta como un camino para salvarse del dolor y de la angustia que atenaza al poeta. De ahí que lo amoroso y lo religioso aparezcan claramente entrelazados.
- Primer acercamiento al «nosotros»: Encontramos también poemas en los que se produce un primer acercamiento a la dimensión colectiva, al «nosotros». Este es el caso, por ejemplo, de «Crecida», donde el poeta no se limita a hablar solamente de su propio sufrimiento, sino que recoge también los problemas y las angustias de los demás hombres. Lo social todavía no se hace claramente explícito, ya que estas composiciones conservan un marcado enfoque existencial.
Características del Lenguaje y Métrica en la Primera Etapa
El lenguaje de esta etapa se caracteriza por su violencia expresiva y un ritmo angustioso. En cuanto a las formas métricas empleadas, Otero recurre fundamentalmente a formas clásicas, como el soneto.
Segunda Etapa: Poesía Social (1955-1964)
Esta etapa se inicia en 1955 con la publicación de Pido la paz y la palabra, seguida por En castellano (1959) y Que trata de España (1964). Con estas obras, Otero se convierte en el portavoz de los que sufren, encontrando en la solidaridad el camino que no halló en la religión. Es lo que se ha llamado el paso del «yo» al «nosotros».
Esta fase coincide con un periodo de constantes viajes y con la militancia de Otero en el Partido Comunista. En otros poemas de esta etapa, evoca su vida y el doloroso pasado marcado por la guerra, al mismo tiempo que reclama la paz y la justicia. Muy significativos son también los poemas en los que evoca con amor las tierras españolas.
Por otro lado, en esta etapa se dirige a lo que él mismo denominó «la inmensa mayoría». El poeta buscará un lenguaje más sencillo y asequible. En cuanto a las formas métricas, se aprecia en esta época una mayor presencia de la lírica popular, si bien también encontraremos algunos sonetos y poemas con verso libre.
Tercera Etapa: Búsqueda de Nuevas Formas (A partir de 1964)
En esta última etapa, Otero, como otros muchos poetas sociales, emprende la búsqueda de nuevos caminos para su poesía. Desde el punto de vista temático, se aprecia una mayor presencia de la intimidad, si bien no abandona del todo sus preocupaciones sociales.
Lo más característico de este periodo son las formas métricas muy libres y un notable enriquecimiento de la lengua poética. La influencia del surrealismo es clara en sus composiciones.
La Lengua Poética de Blas de Otero
La poesía de Blas de Otero se distingue por una serie de recursos estilísticos que le confieren una voz única:
- Encabalgamientos abruptos: Ruptura de la unidad sintáctica entre versos.
- Reiteración del mismo elemento léxico: Énfasis y creación de un ritmo particular.
- Paralelismo sintáctico: Repetición de estructuras gramaticales.
- Aprovechamiento del adverbio -mente: Uso intensivo para matizar acciones o estados.
- Aliteración: Repetición de sonidos para crear efectos sonoros.
- Juegos de palabras: Ingenio verbal y polisemia.
- Combinación de léxico culto y coloquial: Enriquecimiento del registro y acercamiento al lector.
Intertextualidad en la Obra de Otero
Una de las características que definen la poesía de Otero es la intertextualidad, es decir, la inserción en sus poemas de palabras o fragmentos de otros escritores. Estas citas están a veces recogidas literalmente.
Esta «sinfonía de voces» es una señal de admiración hacia autores con los que Otero comparte problemas de orden estético y filiación ideológica. Un ejemplo es el verso 11 de «Lo eterno», que alude a Jorge Manrique, su padre.