La Novela Española Durante el Franquismo (1940-1974)

Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Español

Escrito el en español con un tamaño de 5,35 KB

Década de los 40: La Novela Existencial

En la España franquista, la literatura estuvo bajo sospecha. La censura eclesial y política, la autocensura de los autores y el miedo a la prohibición, a la marginación y a no poder publicar impidieron un desarrollo normal de la narrativa. En la década de los 40, surge la novela existencial, cuyos temas reflejan el desencanto del ser humano y el destino, casi trágico, al que están abocados los personajes.

  • Nada (1942) de Carmen Laforet: Plantea la angustia de una estudiante en el ambiente anodino de una Barcelona de posguerra.
  • La Familia de Pascual Duarte (1942) de Camilo José Cela: Un crudo retrato de un personaje dominado por una violencia sin sentido. Su dominio del lenguaje, cierto tono pesimista y el gusto por lo sórdido y truculento hacen de su estilo una seña inconfundible.
  • Javier Mariño (1942) de Gonzalo Torrente Ballester: Obra sobre la guerra que sería prohibida a los 20 días de salir a la venta.
  • La Sombra del Ciprés es Alargada (1947) de Miguel Delibes: Con su estilo sobrio, de palabra sencilla y concepto preciso, Delibes se convierte en uno de los autores más queridos por el público.

Década de los 50: El Realismo Social

Aparece un grupo de escritores conocidos como la Generación del Medio Siglo, que adoptan una actitud crítica e intentan reflejar la realidad de modo que sirva, en su crudeza, como denuncia de la situación sociopolítica del país. Este movimiento, inspirado en la Nouveau Roman francesa y el conductismo norteamericano, se denomina Realismo Social o Neorrealismo. Son narraciones lineales con acciones sencillas, que se sirven del diálogo para mostrar el interior de los personajes, a menudo obreros.

Dentro de esta denominación se distingue una corriente objetivista, cuya finalidad es registrar con objetividad la realidad:

  • La Colmena (1951) de Camilo José Cela: Un enjambre de personajes, cada cual empeñado en sobrevivir en medio de la miseria.
  • El Jarama (1955) de Rafael Sánchez Ferlosio: Con el tema del vacío vital de unos jóvenes dominados por el aburrimiento y la rutina.
  • El Camino (1950) de Miguel Delibes: Muestra cierta crítica al fariseísmo religioso y a las costumbres rudas y ancestrales del ámbito rural.
  • Tormenta de Verano de García Hortelano: Muy crítica con la burguesía.
  • Entre Visillos de Carmen Martín Gaite
  • Los cuentos de Ignacio Aldecoa.

Otra corriente es el Realismo Crítico, que muestra una actitud de denuncia de la injusticia social al poner el foco en las condiciones opresivas en el mundo laboral. Siguen fieles al objetivismo, a la concentración espacio-temporal y al diálogo.

  • Los Bravos de Jesús Fernández Santos
  • Dos Días de Septiembre de José Manuel Caballero Bonald: Versan sobre la situación en el campo.
  • La Zanja de Alfonso Grosso: Sobre obreros explotados.
  • Duelo en el Paraíso de Juan Goytisolo: Sobre las secuelas de la guerra en unos niños.

De los Años 60 al 74: La Novela Experimental

A principios de los 60, se percibe un cansancio de la técnica neorrealista y se inicia un proceso renovador que desemboca en la llamada novela experimental, donde se impone la preocupación formal y estilística y la aplicación de técnicas narrativas. El modo de contar se convierte en el centro de atención de los escritores, sin abandonar las preocupaciones sociales.

Entre sus rasgos:

  • Se abandonan los protagonistas colectivos para recuperar la introspección del individuo complejo como eje central.
  • Pérdida de importancia del argumento, el espacio y el tiempo.
  • Uso del monólogo interior.
  • Atención especial a los registros lingüísticos.
  • Reflexión sobre el modo de escribir.

Dos fenómenos importantes:

  • La aparición de obras hispanoamericanas como Hijo de Hombre (1959) de Augusto Roa Bastos y Rayuela (1963) de Julio Cortázar.
  • La publicación de Tiempo de Silencio (1962) de Luis Martín Santos, que cambia el enfoque narrativo al incorporar técnicas como el narrador en 2ª persona y el perspectivismo.
  • Cinco Horas con Mario (1966) de Miguel Delibes: Muestra el enfrentamiento entre la mentalidad tradicional y la progresista en España.
  • Señas de Identidad (1966) de Juan Goytisolo: Incorpora sucesos contemporáneos ocultos por la censura.
  • Últimas Tardes con Teresa (1966) de Juan Marsé: Combina la denuncia social y procedimientos narrativos originales.
  • Volverás a Región (1967) de Juan Benet: Crea un lugar mítico identificable con España con una estructura muy compleja y un lenguaje barroco y difícil.
  • San Camilo 1936 (1969) de Camilo José Cela: Compone un monólogo interior sin pausas sobre el comienzo de la guerra civil.
  • La Saga/Fuga de J.B. (1972) de Gonzalo Torrente Ballester
  • La Verdad sobre el Caso Savolta de Eduardo Mendoza: Recupera modos narrativos más tradicionales. Con ella, se inicia una nueva etapa de asimilación y depuración de los excesos de la experimentación.

Entradas relacionadas: