El Sí de las Niñas: Matrimonio por Conveniencia y Libertad Femenina
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1.- La joven doña Francisca (Paquita), que ha sido educada en un convento de monjas de Guadalajara, es destinada por su madre, doña Irene, para esposa del anciano don Diego. La joven, a su vez, está enamorada de don Carlos, un militar que es sobrino de don Diego. La acción transcurre en una posada de Alcalá de Henares a la que acude don Carlos para impedir la boda de su amada sin saber que es la prometida de su propio tío. Cuando logra enterarse del propósito de éste, don Carlos renuncia a su amor, pero el bondadoso anciano comprende que los jóvenes se aman y es él quien generosamente se sacrifica, bendiciendo la unión de doña Francisca y don Carlos, contra los deseos de la autoritaria doña Irene.
2.- Moratín trata un problema muy de la época: el de los matrimonios de conveniencia, que imponían muchos padres a sus hijos. La comedia se ajusta a la regla neoclásica de las tres unidades: la obra desarrolla una sola historia (acción), ésta ocurre en un único escenario (lugar) y durante un solo día (tiempo).
Moratín tenía como intención la censura de la educación a las mujeres de su tiempo y la opresión y el abuso de autoridad a las que ellas se ven sometidas, y defiende su libertad. Es un teatro de signo social, que persigue la libertad de la mujer.
3.- El éxito editorial desencadenó escritos en su contra, lo que provocó la denuncia inquisitorial al remitir a José Antonio Caballero, ministro de Gracia y Justicia, uno de esos escritos al inquisidor general. La Inquisición, restaurada por Fernando VII, le acusó de ridiculizar la religión y desacreditar la educación religiosa, con lo que la obra acabó por quedar prohibida.
4.- El planteamiento corresponde con el atardecer, el nudo o desarrollo con la oscuridad total de la noche y se llega al desenlace final con las primeras luces de la madrugada.
5. La obra se ajusta plenamente a la "regla de las tres unidades" con la que los ilustrados pretenden dar una mayor verosimilitud a la función frente a los excesos del teatro del Siglo de Oro: unidad de espacio, ya que toda la acción transcurre en un único espacio, la salita de paso a las habitaciones del primer piso de una posada de Alcalá de Henares; unidad de tiempo, puesto que la acción transcurre en unas diez horas, "desde las siete de la tarde hasta las cinco de la mañana". El paso del tiempo viene indicado en los diálogos, pero sobre todo con los juegos de luces (el tiempo, pues, tiene valor simbólico con ese juego de luces y sombras); y la unidad de acción, con la única acción ya referida.
6.- La unidad de lugar sí la cumple, puesto que la historia se desarrolla entera en una posada de la ciudad de Alcalá de Henares. Es decir, todo el marco histórico está desarrollado en un sitio único.
7.- La acción dura un periodo de diez horas, desde las 7 del atardecer hasta las 5 de la mañana siguiente. Sí se respeta, ya que no supera el máximo de 24 horas de una obra neoclásica. Cada acto tiene unidad perfecta de tiempo, el tiempo de la acción coincide exactamente con el tiempo de la representación y el tiempo no representado transcurre en los intervalos.
8.- Predominio de la función apelativa, recursos lingüísticos propios de esta función son: los vocativos: Paquita; señor don Diego; el uso del modo imperativo: Ve aquí los frutos de la educación, el futuro de mandato: será usted mi mujer; las oraciones interrogativas. ¿Y después, Paquita?; ¿Por qué? También es abundante la función expresiva, por eso se utilizan elementos emotivos como los diminutivos: Paquita, las oraciones exclamativas: ¡Dichas para mí!... ¡qué obstinado, qué imprudente silencio!... los adjetivos valorativos: obstinado, imprudente, perjuro, etc. y un vocabulario con un gran valor connotativo: esclavo, pérfida, sacrílego, etc.
9.- La prosa es natural y sencilla, y en los diálogos prima la agilidad; a ello contribuyen los escasos soliloquios, que además son breves. Los momentos serios y sentimentales no llegan a la exageración y los cómicos no caen en lo chabacano, lo que contribuye a la sobriedad y mesura de la comedia.
10. Comienza el segundo acto con una declaración de Doña Paquita de que, a pesar de su juventud y de que su madre la llame simple y niña, ella ya sabe lo que es el amor y las lágrimas.