Nihilismo, Muerte de Dios y Superhombre en Nietzsche: Un Camino hacia la Transvaloración
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Nihilismo, Muerte de Dios y Superhombre
Nihilismo Pasivo
Nietzsche diagnostica la cultura occidental como enferma, aquejada de lo que él denomina nihilismo. La civilización se ha vuelto improductiva, doliente y fatigada de la vida. El remedio tradicionalmente escogido por Occidente, lejos de sanar, ha acelerado este agotamiento. El nihilismo pasivo deja huérfana de sentido a toda cultura incapaz de generar individuos creadores.
Nihilismo Activo y la Muerte de Dios
Frente al nihilismo pasivo, Nietzsche reacciona con un nihilismo activo. Los viejos valores son derribados por la Voluntad de Poder (VP). Una vez completado este derrumbe, el ser humano fuerte estará en condiciones de crear nuevos valores desde su cuerpo y su instinto. El hombre surgido de la cultura occidental, con sus valores cristianos, debe ser superado para alcanzar un nuevo ser, diferente. Para explicar estas transformaciones, Nietzsche utiliza la metáfora de las tres metamorfosis:
- El Camello (Nihilismo Pasivo): Símbolo de obediencia, se arrodilla como ejemplo de sacrificio. Representa al cristiano que carga con su cruz, el ser humano capaz de soportar obligaciones por tradición. Este camello ha conducido a Occidente hacia el nihilismo pasivo.
- El León (Nihilismo Activo): El león será el encargado de anunciar la muerte de Dios al mundo. Simboliza el fin de Dios y sus sucedáneos. Matar a Dios es matar al Dios cristiano, creado para vencer el miedo al devenir; de este modo, elimina también la razón, la verdad, las costumbres... La muerte de Dios es la muerte de una cultura. El león pretende conquistar su libertad, pero no es capaz de crear nuevos valores. Sabe *que* quiere ser libre, pero no *para qué*.
- El Niño (Superhombre): Es el último paso de la metamorfosis. Un ser libre que no lucha contra nada, que disfruta de la experiencia y es capaz de crear sus propias cualidades. Su modo de vida es una existencia lúdica, entregada al destino. No se arrepiente ni espera nada; es libre. Es el suprahumano, más allá de lo humano.
El Superhombre
Con el niño llegamos al Superhombre, un proyecto posible. Como aún está por hacerse y crea valores, carece de cualidades definidas por el momento. Es poderoso porque solo se debe a sí mismo, engendra sentidos y transvalora sin quedarse sin valores. Camina ignorando su destino, experimentando consigo mismo, aumentando su sentimiento de potencia, sin miedo al azar y libre de toda convicción. Es capaz de utilizar el dolor para impulsar su voluntad. Es lo suficientemente fuerte para poder vivir en cada momento su Voluntad de Poder con todas sus contradicciones. Con esto, consigue liberar al humano débil. Nietzsche propone la liberación como una opción personal según las fuerzas de cada uno; en ningún caso aparece como un modelo de verdad a imitar por todos los hombres.