Nietzsche: Vitalismo, Crítica y la Revalorización de la Existencia

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N. 2.2:

El Pensamiento de Nietzsche: Vitalismo y la Revalorización de la Existencia

El texto aborda aspectos fundamentales del pensamiento de Nietzsche, que pueden enmarcarse dentro del vitalismo, corriente que busca recuperar la vida como valor esencial y rechazar los valores que la oprimen. Su filosofía presenta una doble vertiente: una crítica destructiva de los valores de la cultura occidental (metafísica, moral, religión) y otra constructiva, donde emergen los conceptos clave: voluntad de poder, eterno retorno, superhombre, nihilismo y muerte de Dios.

Crítica a la Cultura Occidental

Nietzsche critica la cultura occidental mediante un método genealógico, desenmascarando valores ficticios que actúan contra la vida.

Crítica a la Metafísica

La metafísica es su primer objetivo, al dividir el mundo en uno sensible y otro suprasensible, otorgando realidad al segundo. Esta crítica tiene dos dimensiones: ontológica y epistemológica.

  • Ontológicamente, denuncia que la metafísica desprecia el devenir, favoreciendo un ser fijo e inmutable. Desde Platón, se desvalorizó el mundo sensible, considerado una copia del mundo ideal.
  • Epistemológicamente, critica que la filosofía tradicional se base en conceptos abstractos y vacíos (Bien, Verdad, Ser...), que, si bien antes fueron metáforas llenas de experiencia, ahora son ilusiones estabilizadoras que falsifican la realidad. El lenguaje fija significados y crea una falsa realidad.

La ciencia, especialmente la mecanicista y matematizada, incurre en el mismo error al crear leyes universales que no reflejan la constante transformación del mundo. En lugar de hechos, existen interpretaciones. Frente a la razón instrumental, Nietzsche propone una ciencia jovial, que reconozca la individualidad y la diferencia.

Crítica a la Moral

La consecuencia más grave de esta metafísica es la difamación del mundo terrenal, lo que conduce a la crítica de la moral. Según Nietzsche, la moral impone valores antivitales que el ser humano ha creado, pero que posteriormente ha colocado por encima de sí mismo. En La genealogía de la moral, distingue entre una moral de señores (noble, activa, creadora) y una moral de esclavos (reactiva, pasiva, igualadora), que es la que ha prevalecido en la cultura occidental con el socratismo y el cristianismo.

Crítica al Cristianismo

El cristianismo, máxima expresión del resentimiento, desvaloriza el mundo terrenal al inventar un mundo ideal. Fomenta valores como la obediencia, el sacrificio y la humildad, y considera el cuerpo y el instinto vital como pecado. Es un «platonismo para el pueblo», que afirma un más allá y niega la vida.

Propuesta Filosófica de Nietzsche: Afirmación de la Vida

Frente a esto, Nietzsche propone una nueva filosofía que elimina la separación entre mundo real y aparente, y afirma el mundo terrenal como único, basado en la voluntad de poder: principio ontológico de todo lo existente, una fuerza creadora presente en todos los seres, que impulsa al conflicto, la superación y el crecimiento.

La Voluntad de Poder y el Eterno Retorno

La voluntad de poder se relaciona con el tiempo mediante el eterno retorno: todo retorna porque el tiempo es infinito y el contenido finito. Esta idea podría parecer contradecir la autosuperación, pero Nietzsche destaca el valor del instante: quien dice sí a la vida, desea que esta se repita eternamente.

El Arte y el Perspectivismo

Epistemológicamente, en El nacimiento de la tragedia, Nietzsche presenta el arte y la tragedia griega como vías de acceso a la realidad, al conjugar lo apolíneo (razón, medida) y lo dionisíaco (pasión, caos). Con Sócrates, lo racional aniquila lo dionisíaco. Por ello, Nietzsche defiende la recuperación del espíritu trágico, la aceptación de la pluralidad de sentidos y la asunción del perspectivismo: múltiples interpretaciones, sin verdades absolutas.

La Muerte de Dios y el Nihilismo

La inversión total de la filosofía se expresa en el concepto de «muerte de Dios», que simboliza la caída de los falsos valores religiosos, morales y metafísicos. Esta muerte genera el nihilismo: el último hombre ha perdido sentido, vive sin proyectos ni dirección.

El Superhombre: Creación de Nuevos Valores

No obstante, Nietzsche propone un nihilismo activo, que dé paso al superhombre, una figura futura que crea nuevos valores desde la vida y los instintos, más allá del bien y del mal. El superhombre es fruto de tres transformaciones del espíritu: el camello (sumiso), el león (rebelde) y, finalmente, el niño (creador). El niño representa la libertad afirmativa y creadora del superhombre, que juega con la existencia, expresando su voluntad de poder y generando valores que potencien la vida.

Conclusión

En conclusión, Nietzsche rechaza el racionalismo excesivo de la filosofía anterior y exalta la vida desde la perspectiva de un individuo capaz de recrearla libremente en cada instante.

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