Nietzsche y Sartre: Explorando la Voluntad de Poder y el Existencialismo en la Filosofía Moderna

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Friedrich Nietzsche: La Filosofía del Martillo y la Transmutación de Valores

Friedrich Nietzsche (1844-1900) fue un influyente pensador cuya obra enigmática impactó profundamente en la teología alemana y el humanismo ateo. Su pensamiento vitalista y subversivo se caracteriza como una filosofía del martillo. Crítico acérrimo de los valores superiores, abogó por destruir aquellos que, a su juicio, obstruían la creación de una nueva civilización, atacando frontalmente los ideales cristianos de moralidad esclava.

Nietzsche propuso una transmutación de todos los valores que exaltara lo natural sobre lo cristiano, influenciado por las teorías de Darwin, promoviendo la autodeterminación y la evolución hacia un estado superior del ser humano, representado por el concepto del Superhombre (Übermensch).

Para la creación de nuevas tablas de valores, Nietzsche propuso una voluntad de poder (Wille zur Macht) arraigada en la afirmación total de la vida y la voluntad de dominio, priorizando el "quiero" sobre el "debes". Concibió el devenir del hombre y la naturaleza como un eterno retorno de lo mismo (ewige Wiederkunft des Gleichen), donde ambos regresan en ciclos eternos, contrastando con la idea nihilista de la muerte como fin absoluto.

Proclamó la muerte de Dios como una liberación hacia la autodeterminación humana y anunció el surgimiento del Superhombre. Consideró a la religión como una ilusión basada en el miedo y la fragmentación del yo, proponiendo su superación para alcanzar la plenitud humana. En resumen, el pensamiento de Nietzsche desafía las normas tradicionales, promoviendo una vida auténtica y plena más allá de las convenciones religiosas y morales establecidas.

Jean-Paul Sartre: Existencia, Libertad y Responsabilidad

Jean-Paul Sartre (1905-1980), figura clave en la filosofía del siglo XX, es reconocido por su postura existencialista y su ateísmo, plasmados en obras fundamentales como El ser y la nada y El existencialismo es un humanismo, así como en sus influyentes dramas teatrales como La Náusea y A puerta cerrada.

Sartre argumentó que, si el hombre existe, la libertad es inevitable, sosteniendo que la existencia precede a la esencia. Para él, la libertad es el aspecto central del ser humano, quien se define a sí mismo a través de sus acciones y elecciones.

El pensamiento de Sartre distingue dos modos fundamentales de ser: el ser en sí (en-soi) y el ser para sí (pour-soi). Mientras que el primero representa una existencia opaca y cosificada, el segundo implica conciencia, autoposesión y la capacidad de elegir y determinarse a sí mismo. Sartre abordó el tema de Dios desde la premisa de que la existencia precede a la esencia, argumentando que, incluso si Dios existiera, la libertad humana permanecería intacta.

Críticas al Existencialismo Radical de Sartre

Sin embargo, su postura existencialista radical ha sido objeto de diversas críticas. Se argumenta que la experiencia humana contradice su negación de una naturaleza humana inherente o predefinida. Además, se ha criticado su visión del otro como un objeto de odio o conflicto, pasando por alto la complejidad y la riqueza de las relaciones humanas intersubjetivas. A pesar de su firme ateísmo, el propio Sartre expresó dudas sobre la posibilidad de una creación divina, reconociendo así la complejidad y los límites de sus propias afirmaciones filosóficas.

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