Nietzsche y Ortega y Gasset: Perspectivismo y Razón Vital

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Nietzsche: Vida y Obra

Nietzsche nace en Röcken, un pequeño pueblo de Alemania. Su padre, pastor protestante, muere cuando él es joven, quedando al cuidado de su madre, su hermana Elisabeth, su abuela y sus tías. Fue un alumno brillante que ingresó en la Universidad de Leipzig, donde estudió filología clásica en lugar de teología, como deseaba su familia. En dicha universidad, conoció la filosofía de Schopenhauer.

Su tesis, “El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música”, provocó su expulsión de la universidad. Mantuvo una amistad con Wagner, que se rompió posteriormente al considerar Nietzsche que este se había vuelto demasiado cristiano. A partir de estos eventos, Nietzsche se dedicó a viajar, pasando temporadas en Sils-Maria (Suiza) y en Italia. Sin embargo, sus dolores de cabeza, causados por la sífilis contraída en su juventud, se intensificaron.

Se enamoró de una mujer rusa llamada Lou Salomé. Mientras estaba en Turín, Nietzsche presenció cómo un cochero azotaba a un caballo. Este incidente le provocó un ataque, corrió hacia el caballo y se echó a llorar. Después de este suceso, fue ingresado en un sanatorio psiquiátrico durante 10 años. Durante su estancia en el sanatorio, su hermana manipuló toda su obra, lo que obligó a una posterior recomposición de la misma.

Ortega y Gasset: Perspectivismo y Razón Vital

Ortega y Gasset nació en Madrid y estudió en varias universidades alemanas, donde conoció la filosofía kantiana y vitalista. Regresó a España y fundó la “Revista de Occidente” en 1923, con el objetivo de difundir la filosofía europea. Durante la dictadura de Primo de Rivera, dimitió de su cátedra de Metafísica. Se exilió de España en 1936, aunque regresó en 1948.

La teoría del conocimiento de Ortega es muy amplia. Aquí trataremos sus dos tesis fundamentales: el perspectivismo, con semejanzas al de Nietzsche, y el tema de la razón vital, propia de su última época.

El Perspectivismo

La innovadora “ontología” de Ortega, que identifica el ser con la vida y esta con el quehacer cotidiano del hombre en un determinado horizonte histórico, requiere una nueva interpretación del problema del conocimiento. Un planteamiento que rompa con el escepticismo y con el dogmatismo.

  • Escepticismo: Renuncia a la idea de que la verdad pueda ser conocida por el hombre, afirmando que pretender conocerla es ilusorio. La verdad no existe.
  • Dogmatismo: Con el fin de salvar la verdad, renuncia a la vida y a la historia. La verdad es una, abstracta e invariable, y no puede atribuirse a personas individuales.

Ortega rechaza ambas posiciones. Rechaza el escepticismo porque, en su opinión, la vida pide la verdad, el pensamiento aspira a ella, y suprimir esta aspiración lo convertiría en algo sin sentido y sin valor.

Rechaza igualmente el dogmatismo porque esta posición divide a la persona humana: por un lado, coloca todo lo vital, lo concreto, lo que históricamente es el hombre y renuncia a ello; y por otro, pone ese sujeto racional que capacita al hombre para encontrar la verdad, pero que no vive, que es ajeno a lo que ocurre en la vida concreta del hombre. En definitiva, Ortega rechaza ambos planteamientos porque ninguno de ellos tiene en cuenta que el pensamiento es una función vital, una actividad que tiene como finalidad específica alcanzar la verdad. Para asegurar esta doble dimensión del pensamiento, Ortega propone la verdad como perspectiva.

La tesis fundamental del perspectivismo es que la verdad que el hombre puede conseguir nunca será una verdad plena, completa. El hombre, a través de su conocimiento, solo reflejará de la realidad lo que se pueda ver desde un punto de vista determinado y desde una distancia concreta, o lo que es lo mismo, desde una perspectiva. La perspectiva individual es el único modo de aprehender la realidad. Dos puntos de vista sobre la misma realidad no pueden coincidir nunca en ningún caso, pero pueden complementarse. Por tanto, lo que debe hacer cada individuo es reproducir fielmente su punto de vista. La fundamentación del perspectivismo está en la estructura misma de la realidad. La perspectiva es la forma de ser de lo real y, por lo tanto, la falsedad consiste en negar la perspectiva, en serle infiel, convirtiendo en absoluto un punto de vista particular.

La Razón Vital

La razón se ha entendido durante siglos, desde Grecia, como algo que capta lo inmutable, la esencia eterna de las cosas. Se ha buscado la consideración de las cosas sub specie aeternitatis, aparte del tiempo. Esta razón culmina en la razón matemática de los racionalistas del siglo XVII, que produce las ciencias físicas, y en la “razón pura” de Kant.

Pero esta razón matemática, que tan bien sirve para conocer la naturaleza, es decir, las cosas que tienen un ser fijo, una realidad ya hecha, no funciona tan bien en los asuntos humanos. Las ciencias de lo humano muestran una extraña imperfección frente a la maravilla de las ciencias de la naturaleza y sus técnicas correspondientes.

La razón matemática no es capaz de pensar la realidad cambiante y temporal de la vida humana. Aquí no podemos pensar sub specie aeternitatis, sino en el tiempo. Esta evidencia, que más o menos se ha ido imponiendo en el pensamiento filosófico desde el siglo XIX, ha sido la fuente de los irracionalismos que han irrumpido en la filosofía durante el siglo XX.

Pero Ortega se opone a todo irracionalismo. El significado más auténtico de la razón es el de “dar razón de algo”. Ahora bien, el racionalismo no se da cuenta de los componentes irracionales que maneja la razón, y cree que las cosas se comportan como nuestras ideas. Este error mutila esencialmente la razón. Ortega repara en que la razón matemática, la razón pura, no es más que una especie o forma particular de la razón. Entenderla como la razón sin más es tomar la parte por el todo: una falsedad. Junto a la razón matemática y “eterna” está la razón vital. Esta razón no es menos razón que la otra, sino al contrario, una razón rigurosa, capaz de aprehender la realidad temporal de la vida.

Vivir es entender, entender significa referir algo a la totalidad de mi vida. Es la vida misma la que, al poner una cosa en su perspectiva, al insertarla en su contexto y hacerla funcionar en él, la hace inteligible. Por esto se puede decir que la razón es la vida humana. Una realidad humana solo resulta inteligible desde la vida.

Pero el horizonte de la vida humana es histórico, el hombre está definido por el nivel histórico en que le ha tocado vivir, lo que el hombre ha sido es un componente esencial de lo que es, es hoy lo que es, justamente por haber sido antes otras cosas; el ámbito de la vida humana incluye la historia. La razón es constitutivamente razón histórica.

Conclusión

En conclusión, la importancia de la filosofía de Ortega se encuentra en el esfuerzo de incorporar España a la filosofía europea, en su labor de difusión de las ideas gracias a la “Revista de Occidente”. Gracias a su labor en la Universidad de Madrid, crea una escuela, en la que destaca María Zambrano.

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