Nietzsche: Nihilismo, Dualidad Apolínea-Dionisíaca y Amor Fati
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Nihilismo y Crítica a la Metafísica en Nietzsche
Ahora bien, el "ser verdadero" que inventa la razón posee en su origen su propia negación, su autodestrucción, pues sobre una ficción no se puede elaborar una concepción auténtica de la realidad. El nihilismo, la afirmación de que el "ser verdadero" no es nada, que es una ficción vacía, aparece en esta tesis.
Tercera Tesis: La Invención de Fábulas y el Instinto de Calumnia
"Inventar fábulas acerca de otro mundo distinto de este no tiene sentido, presuponiendo que en nosotros no domine un instinto de calumnia..."
La elaboración del mundo verdadero solo se explica si suponemos en el ser humano una cobardía, un miedo a la vida, que es devenir. De aquí nace el "instinto de calumnia", de dirigir a la realidad la falsa acusación de mera apariencia. Ese mismo "recelo frente a la vida" nos lleva a inventar otro mundo donde los conceptos supremos y la "realidad" se identifican y corresponden plenamente. Por eso se concluye que el "mundo" inventado es mejor y más verdadero que el mundo real del devenir, del que nos vengamos creando un "mundo" a la altura de nuestro miedo (mundo platónico de las Ideas, cielo cristiano...).
Cuarta Tesis: La División del Mundo y la Concepción Dionisíaca de la Existencia
"Dividir el mundo en un mundo verdadero y en un mundo aparente, ya sea al modo del cristianismo, ya sea al modo de Kant, es únicamente una sugerencia..."
Afirmar la existencia de dos mundos es síntoma de enfermedad y de debilidad de quien rechaza la realidad como es. Hay que asumir lo trágico de la vida por ser un componente de la misma. Aceptar la vida no es ser pesimista sino realista, es tener una "concepción dionisíaca" de la existencia.
Lo Apolíneo y lo Dionisíaco
Los griegos anteriores a Sócrates habían expresado por medio del arte el desgarro de la realidad; habían percibido una dualidad de elementos en el mundo, a través de la tragedia. Nietzsche llamó a esos dos elementos lo apolíneo y lo dionisíaco en referencia a los dioses Apolo y Dionisos:
- Apolo: representa la luz, la belleza, la forma y el orden.
- Dionisos: representa la noche, la oscuridad, el frenesí, la crueldad de los instintos y la orgía.
La tragedia griega expresa el juego entre esas dos fuerzas. El héroe trágico se destaca como individuo que se enfrenta al destino, lo que le acarrea la desgracia, la tragedia. De ahí que para Nietzsche el sufrimiento proviene de la individualidad. No hay que huir del sufrimiento, sino aceptarlo.
Es necesario decir sí a la vida: esto es, decir sí al placer y al sufrimiento, a lo bello y a lo terrible. De la fatalidad trágica parece seguirse el pesimismo, sin embargo, quiso ser mensajero de la alegría de vivir expresada en la tragedia y propuso hacer compatible la irracionalidad de la existencia con el optimismo que afirma la vida terrena como es.
La compatibilidad se encuentra en el concepto de amor fati o amor al destino, que se ve especialmente reflejado en las fiestas dionisíacas. Este filósofo se sintió cerca del griego Heráclito ya que para él, el mundo era la unidad de los contrarios, la permanente construcción y destrucción de un Dios, que se comporta como un niño que juega, pero Dionisos es también el símbolo del genio artístico, del creador. El artista, el niño y el Dios representan la voluntad de poder.