Nietzsche y Marx: Crítica a la Racionalidad y Transformación Social en el Siglo XIX

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Nietzsche: Crítica a la Racionalidad y la Voluntad de Poder

La figura de Nietzsche genera dudas y expone riesgos típicos del “hombre socrático” por haber justificado la barbarie. Aunque ese no sea el sentido de su obra, nos obliga a plantearlas. Su concepto de voluntad de poder/crear se refiere a la lucha de la vida para superarse a sí misma mediante la autoafirmación y la creación de nuevos valores. Significa vivir sin culpa, asumiendo tus acciones mediante el “así lo quise”. Esto conecta con su teoría del eterno retorno: vivir como si quisieras que tus actos se repitieran, buscando la felicidad y evitando el sufrimiento. El eterno retorno, proveniente de la mitología griega y oriental, describe ciclos de creación y destrucción. Así, Nietzsche se opone a cualquier idea de finitud y rechaza las visiones cosmológicas del cristianismo, negando la concepción lineal del tiempo del cristianismo, el socialismo y el marxismo. De esta manera, promueve el amor al destino, aceptando la vida como es y queriendo repetirla siempre, mostrando su fidelidad a la tierra.

La filosofía de Nietzsche se encuentra en el debate filosófico actual de plantear si estamos ya en la posmodernidad. Esta última critica el carácter etnocéntrico y autoritario de la Ilustración, promoviendo la diversidad de perspectivas. La influencia de Nietzsche es evidente, ya que cuestiona los valores tradicionales y la racionalidad dominante, lo cual se alinea con el enfoque posmoderno.

Epistemología Nietzscheana: Devenir, Vitalismo y Crítica a la Razón

Para entender la crítica a la racionalidad de Nietzsche contra la actitud de la filosofía tradicional, debemos partir del devenir y del vitalismo. Inspirado en Heráclito, Nietzsche critica la metafísica occidental afirmando el dinamismo de la realidad, pues la filosofía occidental se basaba en la estabilidad, olvidando el devenir. Para él, la esencia de la realidad radica en el devenir constante, de acuerdo con el pensamiento de Heráclito. Por ello, propone una perspectiva creativa y estética para expresar el ser como un proceso de constante transformación.

También, Nietzsche propone que el foco de la filosofía debe ser la vida, no la razón, defendiendo el vitalismo. Con su filosofía vitalista muestra la vida como el fenómeno físico y biológico, y la base instintiva de aspectos sociales y culturales. Destaca el arte y la estética para comprender la vida más allá de las definiciones racionales. En El nacimiento de la tragedia trata de encontrar la naturaleza de la realidad mediante lo apolíneo y lo dionisíaco. Nietzsche opta por lo dionisíaco, lo que contrasta con la filosofía occidental, criticando la preferencia de Sócrates y Platón por lo apolíneo y denunciando su resentimiento contra la vida.

La Verdad como Perspectiva y la Crítica al Lenguaje

Así, defiende una tesis irracionalista: donde la razón y los conceptos que emplea no representan el cambio de la vida. Basa su crítica a la metafísica posterior a Heráclito en el olvido de la vida y la primacía de la razón. Por su pensamiento, quiere recuperar el devenir y la naturaleza, por lo que arremete contra el dualismo, afirmando que sólo existe este mundo y que el único conocimiento posible es el que proporcionan los sentidos. De esta manera, lo verdaderamente real es la apariencia; los conceptos metafísicos son meras ficciones.

La filosofía y la ciencia consideran que el concepto es el único para expresar la verdad, pero su objetivo es unificar experiencias particulares en una idea universal que englobe a todas mediante aspectos comunes. Pero como cada experiencia es diferente, concluye que no existe la verdad objetiva y universal. Como alternativa a este concepto de verdad, Nietzsche propone que la verdad es perspectiva, una pluralidad interpretativa que, al no establecer una sola interpretación, anuncia las experiencias particulares. Así, la vida es una existencia individualizada que acepta el cambio, la diversidad y crea sus sentidos, situándose más allá de la verdad.

En Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, realiza otra crítica, esta vez al conocimiento conceptual y el lenguaje, exponiendo su teoría del conocimiento, donde estudia el papel que realizan ambos en el mundo. Trata de cuestionar la concepción occidental del conocimiento y defiende que el lenguaje no reproduce la realidad, sino que solo es arte y creación, teniendo un carácter metafórico para expresar sensaciones. Este carácter solo podrá mostrar la realidad si olvidamos el sentido original del lenguaje y reprimimos su instinto creador.

El Nihilismo, la Muerte de Dios y el Superhombre

Además, defiende que el concepto aniquila la intuición: la filosofía tradicional vive una verdad conceptual y la de Nietzsche es una verdad intuitiva, pero considera a los conceptos vacíos como necesarios. Esto es porque los humanos buscamos la estabilidad en una realidad fluida, para lo que utilizamos conceptos vacíos. Aun así, debemos partir de lo sensible y utilizar el arte y la lírica para alcanzar la esencia del mundo. Destaca la contraposición de lo apolíneo y dionisíaco que refleja el dinamismo, dos fuerzas opuestas pero necesarias. En cambio, el socratismo marca la inversión de la realidad hacia lo lógico, según Nietzsche.

Ve necesario desenmascarar la filosofía y los filósofos, desvalorizando sus teorías. Los filósofos inventaron el concepto de verdad, pero no existe, está vacía como los conceptos de bueno y malo. Su nihilismo le lleva a la muerte de Dios, considerándolo mentira por concebir la verdad y el bien. En Dios se basa la filosofía occidental, despreciando la vida e impidiendo la autonomía del hombre. La muerte de Dios es positiva porque:

  • Libera al hombre de la idea de verdad y de bien.
  • Podemos y debemos cambiar los valores, labor que hará el superhombre.
  • Destruye los valores tradicionales del cristianismo, dando paso al nihilismo.

El hombre es voluntad de poder, puede crear valores continuamente, y se personifica en el superhombre. El superhombre llegará gracias a la muerte de Dios, y creará sus propios valores temporales y subjetivos, imposibilitando la vuelta de Dios y posibilitando la libertad. En resumen, Nietzsche rechaza lo eterno y divino queriendo superarse a sí mismo, lo que refleja la creación artística.

Por último, critica las ciencias positivas por su búsqueda de verdades objetivas y universales, siendo incapaces de conocer las realidades concretas. Por otro lado, la vida se manifiesta en el arte, especialmente en la tragedia griega que une lo apolíneo y lo dionisíaco, captando la esencia de la vida en su dinamismo y dramatismo.

Marx: Materialismo Histórico y Crítica al Capitalismo

Marx fue un filósofo alemán del siglo XIX clave en el desarrollo del pensamiento contemporáneo, cuya filosofía es tanto teórica como práctica. El objetivo de esta es cambiar la sociedad capitalista de su siglo en el contexto de la Revolución Industrial, en la que aparece el proletariado. Debido al capitalismo y la industrialización, aparece también el marxismo, movimiento filosófico del que los burgueses desconfían. Tras coincidir diferentes factores, surge la Primera Guerra Mundial.

En el siglo XIX aparece el Romanticismo, trayendo cambios como la subjetividad al racionalismo filosófico, por lo que diversos ámbitos sufren variaciones. La filosofía, en concreto, comienza con el idealismo de Hegel, con su dialéctica, que junto a la obra de Feuerbach, influyen en el pensamiento de Marx. Además, surgen cambios en la filosofía en general, concluyendo que la filosofía del siglo XIX trata de influir en el mundo real y provoca una crisis de valores que traerá nuevas formas de pensamiento, como muestra la Filosofía de la Sospecha.

Marx se formó en ámbitos a los que se enfrentaba: la filosofía hegeliana, el socialismo utópico y la economía liberal. Su obra influyó en la historia, la filosofía, la economía y la política contemporáneas.

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