Nietzsche y los Maestros de la Sospecha: Marx y Freud
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La Sombra de Schopenhauer y el Nacimiento de Nuevas Visiones
La filosofía de Arthur Schopenhauer, marcada por una profunda visión del mundo como manifestación de la **“voluntad de vivir”**, ejerció una influencia significativa, aunque posteriormente rechazada, sobre pensadores posteriores. Schopenhauer concebía el mundo como una fuerza irracional que impulsa a todos los seres vivos en una lucha constante por la supervivencia. Su **pesimismo** radicaba en la creencia de que esta **“voluntad de vivir”** en el ser humano se traduce en un deseo insaciable y perpetuamente insatisfecho, haciendo de la vida una experiencia de **sufrimiento**. La única vía de escape a este dolor, según él, residía en la negación de dicha voluntad y el rechazo de los deseos.
Friedrich Nietzsche, heredero de esta idea, adoptó el concepto de que el mundo es **“voluntad de vida”**. Sin embargo, criticó la postura de su maestro al considerar que la negación del **“deseo de vivir”** era un error. Nietzsche, en contraste, abogó por la **afirmación de la vida**, incluso en su faceta dolorosa, argumentando que es la única existencia que poseemos y, por tanto, debemos amarla.
Nietzsche: El Educador del Siglo XX
La trascendencia de Nietzsche se extiende a través de innumerables filósofos. Si bien calificó a Schopenhauer como el “educador del siglo XIX”, a Nietzsche se le puede considerar el **“educador del siglo XX”**, dada la profunda huella que dejó en la mayoría de los pensadores de esa centuria. Para comprender su impacto, es pertinente contrastar su filosofía con la de dos figuras influyentes del siglo XIX: Karl Marx y Sigmund Freud.
Los Maestros de la Sospecha: Marx, Nietzsche y Freud
Marx, Nietzsche y Freud son comúnmente denominados los **“maestros de la sospecha”**. Esta denominación se debe a su común desconfianza hacia la aparente **racionalidad** y **objetividad** que subyace en los diversos ámbitos del conocimiento occidental. Sospechaban que, tras estas fachadas, se ocultaba una **“falsa conciencia”** que distorsionaba la realidad.
Su labor consistía en **“desenmascarar”** las teorías políticas, éticas y metafísicas que se presentaban como meras descripciones objetivas de la realidad:
- Karl Marx, al examinar las teorías económicas que presentaban las leyes de la economía-política como únicas y verdaderas, descubrió la **ideología política** y los **intereses económicos** particulares de la burguesía.
- Sigmund Freud, tras la aparente **conciencia psicológica** que controla nuestra voluntad, reveló la existencia de un **inconsciente** que nos determina de manera mucho más profunda de lo que solemos admitir.
- Friedrich Nietzsche, al escudriñar la objetividad de la moral y los conceptos metafísicos, identificó el interés de aquellos que, temerosos de la vida, impusieron una visión dualista de la realidad, inventando un **“mundo verdadero”** de la razón y el alma, y despreciando el **“mundo aparente”** de los sentidos y el cuerpo.
La Herencia de Nietzsche en Heidegger
Sería incompleto no mencionar a Martin Heidegger, uno de los filósofos más influyentes del siglo XX, en quien Nietzsche dejó una marca indeleble. Heidegger llevó la crítica aún más lejos, afirmando que **“la historia de la filosofía es la historia de un error”**. Sin embargo, para Heidegger, el error fundamental de la filosofía no residía en la imposición de una visión particular, sino en haber creído que la realidad se limitaba a las cosas existentes, sin reconocer que estas son solo una manifestación del **descubrimiento de una parte de la realidad**, la cual abarca todo lo posible.