La Verdad en Nietzsche: Ilusión, Metáfora y la Dualidad Razón-Intuición

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En la filosofía de Friedrich Nietzsche, la noción de verdad es radicalmente reevaluada, despojándola de su carácter absoluto y objetivo para revelarla como una construcción humana, una serie de ficciones y metáforas que, con el tiempo y el uso, se solidifican hasta ser consideradas inmutables. Este enfoque perspectivista es central para comprender su crítica a la razón, la ciencia y la moral tradicionales.

La Verdad como Ilusión y Metáfora

Nietzsche sostiene que «las verdades son las ilusiones de las que se ha olvidado que lo son», es decir, ficciones que, con el uso, ya no se consideran como tales. Dicho de otro modo, la verdad es un conjunto de «metáforas» que expresan una «suma de relaciones humanas», pues no designan las cosas en sí mismas, sino las relaciones de los individuos con ellas desde determinadas perspectivas, por lo que ya son interpretaciones. Lo que ocurre es que, con el uso, dichas metáforas se acaban estableciendo como «firmes, canónicas y vinculantes», o sea, como verdaderas para todos.

  • La verdad es, en esencia, una ficción.
  • Lo verdadero es la consolidación de una perspectiva particular como consecuencia del uso y la convención.

De la Metáfora Intuitiva al Concepto Racional

Según Nietzsche, el ser humano, al aceptar como verdaderas las ficciones mayoritarias, «pone sus actos como ser racional bajo el dominio de las abstracciones» y con ello rechaza las «impresiones» y las «intuiciones». Así pues, sustituye las metáforas intuitivas, que se refieren a la multiplicidad y diversidad de perspectivas, por conceptos. Esta transición implica una imposición de una determinada perspectiva como la única válida.

  • Sustitución de metáforas por conceptos: una idea principal en la crítica de Nietzsche.
  • La verdad se convierte en la imposición de una perspectiva dominante.

Crítica a la Percepción Objetiva y la Ciencia

Nietzsche extiende su crítica a la noción de objetividad, especialmente en el ámbito científico, y a la idea de una percepción "correcta".

El Olvido del Científico

En este contexto, Nietzsche sostiene que el científico «olvida que las metáforas intuitivas originales no son más que metáforas y las toma por las cosas mismas», es decir, se olvida de que las metáforas son interpretaciones y considera que son conceptos que describen la realidad objetiva. A su juicio, el científico concibe la realidad desde una perspectiva humana, pero, al hacerlo, «parte del error de creer que tiene estas cosas ante sí mismas de manera inmediata como objetos puros», cuando, en realidad, no hay hechos, sino interpretaciones.

La Noción de Percepción Correcta

Nietzsche critica la noción de percepción correcta por dos razones fundamentales:

  1. Ante dos percepciones, «la cuestión de cuál de las dos percepciones del mundo es la correcta carece de sentido», ya que se necesitaría un criterio objetivo y superior del que no se dispone.
  2. El concepto de percepción correcta es «un absurdo lleno de contradicciones», puesto que el sujeto y el objeto son completamente distintos. De este modo, el sujeto no reproduce objetivamente la realidad, sino que adopta una «conducta estética» o artística, esto es, creadora de ficciones, metáforas y convenciones.

Este punto subraya el perspectivismo nietzscheano: la pluralidad de perspectivas y la constante creación de metáforas y ficciones, vinculando la verdad con el arte y la interpretación.

El Hombre Intuitivo frente al Hombre Racional

Nietzsche establece una profunda dicotomía entre dos tipos de individuos, el hombre intuitivo y el hombre racional, y cómo cada uno se relaciona con la vida y la verdad.

Características y Enfoques

El hombre intuitivo rechaza la «abstracción» y es «irracional», mientras que el hombre racional «huye de la intuición» y es «poco artístico». Ambos desean dominar la vida. Sin embargo, el hombre racional lo hace mediante el conocimiento (a través de la «previsión, prudencia y regularidad»). En cambio, el hombre intuitivo afronta las necesidades «tomando como real la vida disfrazada de apariencia y belleza», es decir, adoptando una actitud estética o artística.

  • El arte y la intuición son, para Nietzsche, el verdadero acceso a la vida, en contraste con la razón y la ciencia.
  • Esta visión se conecta con la tragedia griega y la constante creación de metáforas.

Felicidad y Sufrimiento

Nietzsche opone la actitud propia del hombre racional y la que se corresponde con el hombre intuitivo en relación con la felicidad y el sufrimiento. El primero se protege de la desgracia mediante conceptos, pero no extrae de ellos felicidad, sino solo la supresión del dolor. Por el contrario, el hombre intuitivo «consigue ya, gracias a sus intenciones, además de conjuras de males, el flujo constante de claridad, animación y liberación», si bien sufre más intensamente. En resumen, el hombre intuitivo es «tan irracional en el sufrimiento como en la felicidad».

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