Nietzsche: Fundamentos de la Voluntad y la Estética Trágica en su Etapa Romántica
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Etapa Romántica: La Influencia de Schopenhauer y Wagner
Dos modelos resultan determinantes para conformar la crítica de Nietzsche a los valores de su sociedad y su plan de crear una nueva cultura: el magisterio pesimista de Schopenhauer y el proyecto artístico de Wagner.
Schopenhauer: El Magisterio Pesimista y la Voluntad
Schopenhauer abogaba por el arraigo del pensamiento en la experiencia empírica de la vida. Según él, se invertía el orden de prioridades entre experiencias vitales y conceptos abstractos. Defendía la metafísica como «el conocimiento que va más allá de las posibilidades de la experiencia», y por ello proclamaba la necesidad humana intelectual.
Esta labor debe consistir en la búsqueda de la esencia de la naturaleza humana, lo que nos lleva a la búsqueda de las fuerzas fundamentales de la naturaleza humana. A esto lo llamará: la Voluntad.
La Voluntad como Potencia Irracional
- La Voluntad es potencia irracional e inconsciente.
- En su primera etapa, Nietzsche se siente atraído por esa concepción de la Voluntad como principio metafísico irracional que desprecia la moral.
La Voluntad y el Sufrimiento
Junto a la noción de la Voluntad, Nietzsche recoge la otra noción del mismo término como sufrimiento. Para Schopenhauer, el dolor es prioritario en la Voluntad respecto al placer. El placer no es sino la ausencia del dolor.
Wagner: El Pathos Revolucionario
Wagner representa para Nietzsche el pathos revolucionario que buscaba frente a los valores culturales establecidos desde el nacimiento de la cultura occidental hasta hoy día, principalmente:
- El cristianismo.
- La cultura mercantilista burguesa.
Wagner comparaba el espíritu del capitalismo con el robo del oro con el que comienza su tetralogía operística.
El Nacimiento de la Tragedia y la Experiencia Estética
Con «El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música», Nietzsche inicia su andadura filosófica. Esta obra fue escrita como reconocimiento de la música de Wagner.
Nietzsche sigue el modo de concebir lo bello como una de las manifestaciones más determinantes del ser. Sin embargo, no expresa esta representación mediante conceptos, porque es a través de la experiencia estética como se produce la intelección ontológica. El instrumento que emplea es la intuición: su pensamiento mana de una experiencia poética.
La Afirmación Trágica de la Vida
El reconocimiento de un mundo trágico elimina cualquier posibilidad de redención; de aquí su oposición visceral al cristianismo. La afirmación trágica de la vida produce el conocimiento de que todas las existencias particulares, todas las figuras finitas, son meras olas momentáneas de la gran marea de la vida.
La vida y la muerte de las existencias particulares se disuelven en un fondo vital que hay que entender en sentido dialéctico.
La Dualidad Apolínea y Dionisíaca
Nietzsche realiza una composición de tipo psicológico basada en la oposición de dos instintos fundamentales:
H4. Lo Apolíneo (El Instinto Figurativo)
Representa el instinto figurativo: es el Dios de la claridad, de la luz, de la proporción y de la belleza. Se asocia con:
- El sueño (la bella apariencia).
- El día (la ilustración o racionalización).
H4. Lo Dionisíaco (El Instinto Musical)
Es el culto al Dios Dionisio, que representa el instinto musical: es lo caótico. Se asocia con:
- La embriaguez.
- La noche (la falta de claridad, lo anti-ilustrado).
Este mundo de apariencias (el sueño) es una característica psicológica de una categoría ontológica. Este esfuerzo de individualización lo encontramos en la metáfora de la noche y el día.