Nietzsche: Crítica a la Razón, Exaltación de los Sentidos y la Dualidad Apolíneo-Dionisíaco
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La Crítica de Nietzsche a la Filosofía Tradicional y la Razón
Nietzsche critica a los filósofos tradicionales, especialmente a los dogmáticos e idealistas de influencia platónica, por su "falta de sentido histórico", su aversión al concepto de devenir y su inclinación al estatismo. Estos filósofos conciben las cosas como entidades estáticas y definitivas, en lugar de considerarlas en constante desarrollo y creación. Cualquier factor que perturbe la estabilidad de las cosas es, para ellos, irrelevante. Su estatismo los lleva a creer que solo existe lo inmutable, lo que no cambia. Lo que deviene, no es. Esta postura, en esencia, niega el tiempo y separa el ser del tiempo, el mundo fenoménico de un supuesto mundo en sí, ajeno al cambio.
Nietzsche cita a estos filósofos: "todos ellos creen, incluso con desesperación, en lo que es. Mas como no pueden apoderarse de ello, buscan razones de por qué se les retiene. «Tiene que haber una ilusión, un engaño en el hecho de que no percibamos lo que es: ¿dónde se esconde el engañador? - «Lo tenemos, gritan dichosos, ¡es la sensibilidad! Estos sentidos, que también en otros aspectos son tan inmorales, nos engañan acerca del mundo verdadero."
La Influencia de Heráclito y la Reivindicación de los Sentidos
A lo largo de su obra, Nietzsche muestra un profundo respeto por Heráclito. Sin embargo, a diferencia de Heráclito, quien valoraba los sentidos por mostrar el cambio y la pluralidad, Nietzsche inicialmente los rechaza, no porque muestren el cambio, sino porque, según él, muestran la duración y la unidad de las cosas, aunque finalmente también los considera engañosos.
Nietzsche argumenta que la "mentira" no reside en los sentidos mismos, sino en la interpretación que hacemos de la información que nos proporcionan. Filtramos el testimonio sensorial a través de la razón, a la que erróneamente consideramos el criterio supremo para conocer la realidad.
En una reivindicación radical de los sentidos, Nietzsche afirma que estos no mienten nunca. La razón, al buscar una "verdad" más allá de la experiencia sensorial, persigue una ficción vacía. El único mundo existente es el que percibimos a través de los sentidos; el "mundo verdadero" de la razón es una invención añadida a la percepción sensorial.
Las Cuatro Tesis de Nietzsche sobre la Razón
Nietzsche resume su pensamiento sobre el papel de la razón en la filosofía en cuatro tesis fundamentales:
- Las razones por las que este mundo (el captado por los sentidos) es considerado "aparente" son, precisamente, las que demuestran su realidad. No existe otra realidad posible que la que nos llega a través de los sentidos.
- Las características atribuidas al "ser verdadero" son, en realidad, características de la nada. El llamado "mundo verdadero" es una ilusión, creada por la necesidad de mantener una moral que exige el cumplimiento de sus leyes.
- No tiene sentido inventar "fábulas" sobre otro mundo, a menos que se pretenda engañar o se esté dominado por un resentimiento hacia la vida que lleve a la venganza contra ella.
- La distinción entre un mundo "real" y otro "aparente" es un síntoma de decadencia, de alejamiento de la vida, de pesimismo ante las posibilidades vitales. El artista, en cambio, valora más la apariencia de este mundo que la "realidad" del otro, porque es dionisíaco.
Apolíneo y Dionisíaco: La Dualidad Fundamental
Es crucial la distinción entre apolíneo y dionisíaco, conceptos recurrentes en la obra de Nietzsche. Apolo simboliza lo aparente (lo que los filósofos consideran "real"), lo perfectamente formado, lo armónico y lo bien expresado. Dionisos, por el contrario, representa lo que está en proceso de ser, lo que aún no tiene forma pero posee la fuerza vital y el deseo de ser.