Nietzsche: Crítica a la Cultura Occidental y Propuesta de Transvaloración
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La Escuela de la Sospecha
Friedrich Nietzsche (1844-1900), junto con Marx y Engels, pertenece a la “escuela de la sospecha”. Destaca su interés en desvelar la dimensión de la conciencia humana, su capacidad de fabulación y autoengaño inconsciente, y en interpretar desde ahí el sentido de las creaciones culturales. Su análisis abarca el conjunto de la cultura occidental y se lleva a cabo a través del método de la genealogía.
La Genealogía
Este método pretende desvelar y desenmascarar el origen de los conceptos y valores de la cultura occidental, así como el valor que dicho origen posee: ¿qué voluntad de poder, negativa o positiva, se oculta en ellos? Nietzsche presta especial atención a la filosofía, la religión y la moral.
Crítica a la Filosofía Occidental
Teoría Epistemológica
Su teoría epistemológica se enmarca dentro de su crítica a la filosofía, en concreto, a la visión metafísico-platónica de carácter idealista que recorre toda la historia de la cultura occidental. Nietzsche expone su teoría de los dos mundos e interpreta la realidad como devenir, siendo estas las claves de comprensión de su teoría epistemológica.
Crítica a la Razón y Valoración de los Sentidos
Nietzsche critica la sobrevaloración de la razón y la desestimación del valor de los sentidos (en relación con la desestimación del mundo aparente). Frente a ello, Nietzsche afirma que hemos de aceptar el testimonio de los sentidos.
Aspectos Fundamentales de la Crítica
- Teoría del Conocimiento: Nietzsche expone su teoría del conocimiento, al estudiar el papel que desempeña el intelecto humano en el mundo y también el papel del lenguaje en la formación de los conceptos. El intelecto humano es para Nietzsche un recurso de los “seres más felices”, que cumple la función de conservarlos en la existencia. Pero el mismo conocimiento les hace engañarse sobre el valor de aquella. En un estado natural de cosas, el individuo, en la medida en que se quiere mantener frente a los demás individuos, utiliza el intelecto, y la mayor parte de las veces, solamente para fingir. Pero, al necesitar vivir en sociedad, y para evitar la guerra de todos contra todos, se fija lo que a partir de entonces ha de ser verdad. Se inventa una designación de las cosas uniformemente válida y obligatoria. La verdad no depende por tanto de las cosas mismas sino del uso correcto de las convenciones del lenguaje. La mentira del intelecto consiste en hacer creer que se capta la vida a través de los conceptos.
Nietzsche se pregunta qué sucede con las convenciones del lenguaje y si concuerdan las designaciones y las cosas. Él mismo responde que con las palabras no se llega jamás a la verdad. Las palabras expresan puras metáforas de las cosas, aun en su designación individual. Se convierten en conceptos cuando adquieren un uso aplicable a una pluralidad de individuos, cuando dejan de referirse a la experiencia singular. Todo concepto se forma por equiparación de casos no iguales, abandonando las diferencias individuales, cuando la naturaleza no conoce formas ni conceptos. El concepto es, pues, el residuo de una metáfora y estas cosas son a su vez reflejos del hombre, pues de lo que se trata en el conocimiento es de hacer comprensible el mundo como cosa humanizada. Se toma al hombre como medida de todas las cosas y luego se cae en el error de creer que se tienen estas cosas ante sí como objetos puros. - Error de la Metafísica: Los conceptos se sustancializan y existen como una realidad independiente de las cosas mismas, de las que se afirma que son su esencia. Frente a ello, Nietzsche propone el uso de metáforas e intuiciones como medio para captar ese fondo oscuro y profundo que es la vida e interpretar la realidad. No hay verdades en sí, sino interpretaciones. La verdad como problema derivado del sentido, de la perspectiva que adoptemos, que siempre es ya una valoración realizada por la voluntad de poder (ascendente o descendente). Si acaso, la verdad como aquello que aumenta la fuerza y el gozo de vivir, que sirve a la vida, como expresión de una voluntad de poder afirmativa. Desde ahí Nietzsche propone un comportamiento estético ante la realidad: solo cabe interpretarla y recrearla.
Crítica a la Cultura Occidental
Esta crítica de la teoría del conocimiento se enmarca dentro de la crítica a la filosofía y, en general, a la cultura occidental. Nietzsche critica la cultura occidental en la medida en que el platonismo-cristianismo ha impuesto una visión metafísica, es decir, teológico-moral del mundo, eliminando así la concepción trágica de la vida expresada en la tragedia antigua. De este modo, el nihilismo (pérdida de los antiguos valores griegos, de los valores surgidos de una voluntad de poder afirmativa) recorre desde sus orígenes toda la historia de la cultura occidental y es su enfermedad específica.
Propuesta de Transvaloración
La propuesta epistemológica de Nietzsche, así como sus intentos por elaborar una ontología a través de figuras y metáforas como el superhombre, la voluntad de poder y el eterno retorno, mostrarían su afán por salirse del espacio de la metafísica –lo cual exigiría la transvaloración de los valores- y crear un nuevo modo de pensar más allá del nihilismo.