La Narrativa Española: Un Recorrido desde 1936 hasta Hoy
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La Novela Española a partir de 1936 (hasta 1975)
La Guerra Civil supuso una ruptura brutal entre el esplendor cultural del primer tercio de siglo y la ruina posterior: las voces de nuestros narradores o eran silenciadas por el Estado o se alineaban con este para apoyar el régimen. La censura, el aislamiento internacional, la represión política y la ausencia de libertades dieron como resultado el empobrecimiento de la cultura, acentuado también por el exilio de muchos escritores, entre ellos Max Aub, Rosa Chacel, o Ramón J. Sender, el más representativo, autor de Réquiem por un campesino español.
Las Tendencias de la Novela de Posguerra (1939-1954)
En la novela de posguerra se dan dos tendencias narrativas diferentes: la novela conformista, de escaso interés temático, y la novela existencial, reflejo de la sordidez de un país oprimido, sin expectativas de futuro y sin esperanza.
En la novela existencial, los autores pretenden dar testimonio de la mísera realidad, de ahí los temas tratados y los personajes, reflejo del amargo malestar y pesimismo de aquellos años. La novela, por la forma de narrar, seleccionando los aspectos más repulsivos y sórdidos de la realidad, inició una corriente denominada «tremendismo», que impregnó toda la literatura durante muchos años.
El Realismo Social (1954-1962)
En la década de los cincuenta, aparece una novela comprometida con la realidad, que tiene como precursoras La colmena, de Cela, y El camino, de Delibes. Los autores de esta tendencia, ante la falta de libertad de prensa, sienten el deber de asumir la función de denuncia de las injusticias sociales, solidarizándose así con los humildes. En cuanto a las técnicas narrativas, los novelistas dan prioridad al contenido de la novela para que la denuncia llegue clara al lector, subordinando a él las técnicas elegidas. Por ello, la estructura del relato suele ser aparentemente sencilla, a lo que contribuye la linealidad cronológica.
Características: concentración o reducción temporal, concentración espacial y personaje colectivo y representativo. Otra característica es el objetivismo, el narrador se limita a registrar la conducta externa de individuos y a recoger sus palabras sin interpretaciones.
Novela Experimental (1962-1975)
A partir de 1960 se advierten signos de cansancio del realismo social y surgen voces, que defienden la necesidad de renovación en la novela. La renovación fue intensa en el campo de las técnicas y en el estilo. En cuanto a la renovación estilística, se produce un enriquecimiento del lenguaje, aprovechando, mezclando distintos registros, e incluyendo otros tipos de lenguajes -judicial, periodístico o publicitario-; también aparece el humor y la ironía; además, la experimentación lleva a jugar con los distintos tipos y cuerpos de letras o la supresión arbitraria de los signos de puntuación.
La Novela en el Último Cuarto de Siglo
Con el fin de la dictadura en 1975 y la consiguiente desaparición de la censura, la novela deja de ser el medio de compromiso y evoluciona libremente. Aunque son muchas las tendencias que se siguen, la novela de esta época se caracteriza por el retorno a la subjetividad y la vuelta al interés, por la historia, recuperando así el placer por contar. En cuanto a los temas, se recogen tanto los acontecimientos históricos, sociales o políticos como los de la vida cotidiana. Ejemplos son El hereje, de Cela; Tu rostro mañana, de Antonio Muñoz Molina y Los aires difíciles, de Pérez-Reverte.
Generación del 98
La Generación del 98 está formada por un grupo de autores de finales del siglo XIX que adoptaron una actitud similar ante la decadente situación que vivía España tras la derrota militar en la guerra contra EE.UU. y su consiguiente pérdida de las últimas colonias españolas.
Las características de la Generación del 98 son las siguientes:
- Escribieron sobre todo novelas, ensayos, artículos de prensa y teatro.
- Sus novelas y ensayos, o mezcla de ambos, "nivolas" (término creado por Unamuno), debían reflejar la realidad de la vida y han de facilitar la expresión de mensajes comprometidos y regeneracionistas.
- En la poesía, compromiso político.
- Se preocupan por los conflictos sociales de una España atrasada y empobrecida que necesitaba regenerarse.
- Proponen soluciones filosóficas que buscan la esencia de lo español y surgen preocupaciones filosóficas que nos hacen reflexionar sobre la existencia de la vida humana o el destino.
- Buscan superar la ostentosa literatura del s. XIX y una renovación de la literatura española.
- Rechazan la evasión modernista a un mundo imaginario, pues escriben obras de tono reflexivo.
- Utilizan a don Quijote como personaje espiritual y símbolo del reformismo y del regeneracionismo.
La temática noventayochista se basa en lo siguiente:
- El paisaje: viajan por España y la describen, sobre todo Castilla.
- La historia: se interesan por la de los pueblos, la del trabajo, la de las costumbres, la de los hechos cotidianos, la de "los millones de hombres sin historia".
- La literatura: las fuentes literarias también son referentes históricos. Se interesan por los clásicos de la literatura española como Cervantes, Góngora, Jorge Manrique...
En cuanto a los integrantes, la generación se formó inicialmente por el llamado Grupo de los Tres: Pío Baroja, José Martínez Ruiz y Maeztu. A todos los autores noventayochistas les parece muy importante el tema de España. Son los siguientes:
Unamuno (1864-1936)
Nació en Bilbao y fue rector de la Universidad de Salamanca. Escribió novelas, ensayos, artículos periodísticos, cuentos. Creó el concepto de intrahistoria, que se refiere al sentimiento trágico y la vida como un sueño (Del sentimiento trágico de la vida, 1913). A su novela Niebla la denominó "nivola", refleja la creación artística entre el autor y sus personajes. En esta obra el protagonista se rebela contra Unamuno, resistiéndose a morir. Predomina el diálogo. Otra obra a destacar es La tía Tula, donde el qué dirán y la educación religiosa provocarán un daño significativo. Unamuno es un novelista-pensador.
Pío Baroja (1872-1956)
Estudió Medicina, aunque ejerció poco tiempo. Su novela más reconocida es El árbol de la ciencia (1911), cuyo protagonista es Andrés Hurtado (alter ego de Baroja). Su capítulo central es una confrontación entre el árbol de la ciencia y el árbol de la vida. También escribió teatro y poesía, así como unas trilogías (El mar).
José Martínez Ruiz, seudónimo Azorín (1873-1967)
Nació en Alicante, fue dramaturgo, ensayista, novelista y crítico literario. Escribió una trilogía que refleja la apatía espiritual que recorre España: La voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo. Es una obra de tono reflexivo que analiza minuciosamente los detalles de la vida cotidiana.
Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)
Es dramaturgo, poeta y novelista gallego que vivió una vida bohemia. Su obra Tirano banderas es una crítica político-social a la situación de los pueblos hispanoamericanos. Su ciclo esperpéntico se ve por primera vez en Luces de bohemia. El esperpento es la deformación de la realidad extravagante o ridícula con unos personajes que se vuelven antihéroes (Max Estrella y don Latino). Antonio Machado influirá en los autores de la generación del 27. Durante su exilio camino a Francia.
La Guerra Civil española (1936-39) pone fin a esta generación: solo Pío Baroja y Azorín vivirán más allá de estos años. El propio Antonio Machado fallece en 1939, unos meses antes del fin de la guerra.