La Música en el Siglo XIX: Cambios, Compositores y Géneros
Enviado por Chuletator online y clasificado en Música
Escrito el en español con un tamaño de 8,62 KB
LA MÚSICA EN EL SIGLO XIX.
Cambios que influyen en la música.
La Revolución Industrial provocó grandes cambios sociales, que empeoraron las condiciones de las clases humildes. La burguesía utilizaba al pueblo para la revolución. Los instrumentos se volvieron más asequibles. Aparece el Romanticismo y hay un distanciamiento entre la música popular y la música clásica.
Ludwig van Beethoven (1770-1827)
Es el máximo representante del Romanticismo. Estuvo influenciado por los ideales de la Ilustración y tuvo una relación de amor-odio con la Revolución Francesa. Era un virtuoso del piano a pesar de ser sordo. Su sordera acabó impidiéndole tocar, por lo que se volcó en la composición. Su defecto le hizo aislarse poco a poco, lo que se refleja en su música que cada vez es más compleja. Estuvo influenciado por Mozart y Haydn. Su educación transcurrió en Bonn (Alemania) y en Viena (Austria) y contó con el apoyo de muy buenos mecenas. Es el primer compositor que firma un contrato para vender sus obras, lo que le permite ganar dinero y ser más independiente. En 1802 sufre una crisis debida a la sordera, pero decidió seguir adelante con la música, aunque la gente no podía entenderlo.
La 5ª Sinfonía (1807-1808) refleja su afán de superación y su fuerza por luchar contra ese hándicap. Los primeros acordes representan una “V” en código morse, por lo que fue utilizada como símbolo de victoria durante la 2GM. En 1814 ya era considerado el mejor compositor de Europa. En 1818, su sordera se acrecienta, por lo que va desarrollando un carácter más agrio. Fue investigado por su simpatía hacia las ideas napoleónicas y el ministro Metternich le prohibió matices heroicos en sus partituras.
A esto se suma la crisis europea tras las campañas napoleónicas. Cuando se recupera la economía, Beethoven busca componer obras que conecten con el público. Surge así la “Oda a la alegría” (9ª Sinfonía). Fue tal el éxito del estreno que el público se puso en pie para aplaudirle, pero Beethoven no se percató por estar de espaldas. Un músico le advierte y él se gira y se reverencia ante el público.
El Romanticismo y la música
Se buscaba la originalidad y la expresión de las emociones. El siglo XIX fue un periodo de avance de las tecnologías. El Romanticismo se rebela contra los cambios políticos y tecnológicos y busca volver a la esencia humana. Otros músicos destacados fueron Franz Schubert, Robert Schumann, Felix Mendelssonn (compositor de la “marcha nupcial”, incluida en “Sueño de una noche de verano”), Frederick Chopin (compositor de la “marcha fúnebre”) y Franz Liszt.
La canción británica y norteamericana.
Había muchísima música para tocar a nivel privado. En Gran Bretaña se llamaban baladas o baladas de salón; en EEUU y Canadá se llamaban canciones de salón. Comenzaron a tocarse en público, en espectáculos, teatros... Eran canciones con un estribillo que se iba repitiendo y consistían en melodías vocales acompañadas con piano. Entre los autores destacados están:
- En Inglaterra, Henry R. Bishop.
- En Canadá, James P. Clarke, de origen escocés, el primer licenciado en música.
- En EEUU, Stephen Foster, que fue autodidacta y que estuvo influenciado por la música alemana. Firmó con un editor de Nueva York para vender sus obras. Destaca su obra “Oh, Susanna” (1848).
Estas melodías se componían para las clases medias, pero con el tiempo adquirieron mayor importancia.
Nacionalismo y música.
La música se usó para impulsar movimientos nacionalistas. Después de la Revolución Francesa cae el Absolutismo. El Congreso de Viena intentó restablecerlo, pero el liberalismo ya estaba implantado. Aparece el concepto de nación y el de ciudadano con derechos que pueden decidir el gobierno de su país. Muchos estados utilizaron la música como elemento de cohesión entre ciudadanos y como sentimiento de identidad, naciendo así el folclore. Había países que llevaban siglos unidos, pero otros aún estaban diseminados, como Alemania o Italia, compuestos por estados que tenían en común una cultura, idioma y tradiciones. La música sirvió para unir a los ciudadanos. Por ejemplo, en la ópera ponían personajes propios de la región donde se representaba. Donde más se desarrolló fue en Italia. Autores que utilizaron la música para lograr este sentimiento fueron:
- Giaochino Rossini (1792-1868): hizo mucha ópera satírica y era muy popular. Hizo algunas óperas serias como “El barbero de Sevilla” (1816), “Otello” (1816) y “Guillaume Tell” (1829).
- Giuseppe Verdi (1813-1901): fue quien más impulso dio. Escribió muchísima ópera. Se reconoció con el movimiento del Risorgimento italiano, que impulsaba la unificación de Italia. Sus melodías eran sencillas pero muy atractivas y pegadizas. Podemos destacar: “Nabucco” (1848): usa un texto de la Biblia, el “Canto de los esclavos”, para clamar contra el yugo al que estaban sometidos los estados italianos por parte de las potencias extranjeras. Se basó en obras de Shakespeare y Víctor Hugo. “La Traviata” (1853): fue escrita en su madurez y fue un reto social. Está basada en una obra de Alejandro Dumas (hijo), “La dama de las camelias”, cuya protagonista era una prostituta, lo que no estaba bien visto por la sociedad. Su estreno fue un auténtico fracaso por ser considerada una inmoralidad. Dos años más tarde se vuelve a representar y obtiene un enorme éxito debido al cambio de mentalidad. En 1955, en la Scala de Milán, la representación llevada a cabo por María Callas de “La Traviata” fue considerada la más perfecta de la historia musical. “Aida” (1871), escrita por encargo por la ópera del Cairo. Esta ópera le permitió incorporar mucho exotismo al estar ambientada en Egipto.
La ópera italiana en la segunda mitad del siglo XIX.
Uno de los autores más destacados era Giacomo Puccini (1858-1924). Era muy difícil igualar a Verdi. Puccini creó un estilo propio, basándose en Verdi y Wagner. Se basó en otros países: “La Bohème” retrata el ambiente popular y bohemio del París de finales del XIX; “Madame Butterfly”, cuya protagonista japonesa se enamora de un estadounidense, ambientada en Japón e incorpora muchos elementos exóticos.
El surgimiento de nuevos géneros.
Aparecen los cabarets, los cafés, los clubes nocturnos, que proliferan mucho en París y en Londres. En EEUU, un empresario de Nueva York, Tony Pastor, crea el vodevil, música muy popular. Se produce una brecha entre la élite musical y el pueblo, empezando este último a desarrollar su propia música, un género muy popular. En EEUU la mayor parte de los ciudadanos tienen origen europeo y llevaron consigo su tradición musical. En la segunda mitad del siglo se desarrollan las bandas de música que tocan en todas las celebraciones. Incluso en la Guerra de Secesión (1861-1865), originada por la abolición de la esclavitud y que enfrentaba al norte con el sur, las partes enfrentadas se distinguían por su tipo de música a través de las bandas, que tocaban mientras se producían los enfrentamientos. Las bandas popularizaron muchas óperas y también canciones de origen irlandés, escocés… Una de las canciones más conocidas fue “The star and stripes forever”, de John Philips Sousa, que a día de hoy se sigue utilizando. Las canciones fueron explotadas como medio de expresión y trataban todos los temas.
La música afroamericana del siglo XIX.
Los africanos fueron el único grupo que llegó a EEUU en contra de su voluntad, importados como esclavos en condiciones inhumanas. Procedían de tribus cuyo idioma y cultura eran diferentes. Fueron utilizados como mano de obra en las plantaciones del sur, pero también servían en el servicio doméstico. Les resultó muy difícil mantener sus tradiciones porque los dueños se lo impedían, pero pudieron hacerlo a través de la música. La música no representaba una amenaza, por lo que los amos la permitieron. De hecho, les favorecía, pues hacía que los esclavos mantuvieran una moral alta y trabajasen a un buen ritmo. Posteriormente, esa música derivaría en el jazz, el blues, el soul, el rythm and blues… A finales del XIX, la música de más éxito fue el espiritual, un canto religioso que se transmitía de forma oral, lo que derivaría en el góspel. Muchos de esos cantos se basaban en textos de la Biblia, que utilizaban para demandar su libertad (liberación del pueblo de Israel). La canción más popular es “Go down, Moses” (1861), interpretada posteriormente por Louis Amstrong.