Muros en Edificación: Elementos Estructurales, Funciones y Terminología Clave

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Muros en la Edificación: Elementos Estructurales y Funcionales

Introducción

Los muros son elementos de carácter vertical con capacidad resistente y separadora.

La principal función resistente es la de soportar cargas verticales, pero también pueden asumir acciones horizontales, tales como las producidas por el empuje del terreno o el apoyo de bóvedas.

La función separadora en el edificio puede cumplirla con el espacio exterior, sirviendo de cerramiento, o dentro del espacio interior, sirviendo de compartimentación.

Desde la más remota antigüedad, el ser humano ha construido muros utilizando los materiales disponibles, principalmente barro arcilloso, ladrillo y piedra, con soluciones de gran espesor y masa. Estas soluciones garantizaban su estabilidad y función protectora, y proporcionaban un alto nivel de aislamiento térmico y acústico, así como de resistencia al fuego.

Con este criterio se han realizado murallas, fortalezas, catedrales, viviendas, entre otras construcciones, cuyos muros han reflejado en su trazado, composición y decoración la evolución de las sucesivas técnicas constructivas. Si en un principio tuvieron carácter macizo, como queda patente en los paños de murallas o fortalezas, en muchas situaciones se fueron aligerando con la apertura de huecos que, en el caso de las catedrales góticas, llegan a ser espectaculares, convirtiendo los muros en un esqueleto estructural.

A pesar de su elevado peso propio, los muros han sido capaces de resolver la estructura vertical de edificios de hasta diez plantas de altura; si bien la necesidad de grandes espesores en las plantas inferiores ha supuesto siempre una importante pérdida de espacio útil.

Con la introducción durante el último siglo del acero y del hormigón armado como materiales estructurales, los muros fueron perdiendo protagonismo resistente hasta llegar a la situación actual, en que su uso es mayoritariamente para el cerramiento de estructuras. Su empleo como muros de carga se limita a algunos edificios de no más de tres plantas. Además, en este proceso, han perdido masa y espesor, hasta el punto de necesitar el complemento de materiales especializados para cumplir las exigencias de confort de la normativa actual.

Este referente, aplicable a los países industrializados como el nuestro, no nos debe hacer olvidar que en amplias zonas de la Tierra el muro tradicional sigue siendo esencial en la construcción.

Funciones de los Muros

Las funciones básicas que deben cumplir los muros, utilizados como elementos estructurales, son:

  • Resistencia a las acciones, tanto verticales como horizontales.
  • Protección del exterior, proporcionando aislamiento térmico, aislamiento acústico e impermeabilidad.
  • Protección contra el fuego.
  • Compartimentación del espacio interior.

Si su aplicación es como cerramiento, su función se limita a ser suplementaria de la estructura, formando la envolvente lateral del edificio y constituyendo, junto con la cubierta, el sistema de protección del exterior.

Terminología de Muros

De las superficies que delimitan un muro, la inferior se denomina base, la superior coronación, y las caras laterales haces o paramentos.

Las tres dimensiones básicas son: longitud, altura y espesor o grueso.

Además, pueden disponerse en ellos zócalos, impostas, cornisas, entre otros elementos.

Los huecos realizados permiten el paso, ventilar, alojar elementos auxiliares o iluminar, denominándose puertas, ventanas o mechinales.

En los edificios formados por muros, se adoptan distintas denominaciones según su misión y posición en la construcción. En la estabilidad del conjunto colaboran tanto aquellos muros que reciben directamente las cargas como los transversales a ellos, que realizan funciones de arriostramiento y se oponen a los esfuerzos horizontales que podrían producir el colapso (como un castillo de naipes de muros dispuestos en una sola dirección o sin trabar entre sí). Así, encontraremos muros de fachada, de patio o medianeros, en función de los espacios que circundan o limitan; muros de escalera o ascensor, cuando soportan elementos verticales o algunos de sus elementos complementarios; o muros de crujía y transversales o de arriostramiento.

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