Mozart y Beethoven: Óperas, Sinfonías y Legado Musical

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Las Óperas de Mozart: De la Ópera Seria al Singspiel

Tras Idomeneo, Mozart abandonó casi por completo la ópera seria, a excepción de La Clemencia de Tito, encargada para la coronación de Leopoldo II. Su producción operística en Viena se centró en obras como:

  • El rapto en el serrallo
  • Las bodas de Fígaro
  • Don Giovanni
  • Così fan tutte (con libreto de Lorenzo Da Ponte)

Estos libretos abordaban temas morales y reflejaban las tensiones sociales de la época. Mozart lograba una profunda caracterización de los personajes a través de arias, dúos, tríos y el uso innovador de los instrumentos de viento.

Las bodas de Fígaro, aunque tuvo un éxito moderado en Viena, triunfó en Praga, lo que llevó al encargo de Don Giovanni. Così fan tutte, una ópera bufa, destaca por su melodiosa música. El rapto en el serrallo es una historia romántico-cómica de aventuras y rescate. Finalmente, La Flauta Mágica, un singspiel (con diálogo hablado en lugar de recitativos), es considerada una de las más grandes óperas alemanas, con una música rica y profunda, y múltiples significados simbólicos, probablemente relacionados con la afiliación de Mozart a la masonería.

Ludwig van Beethoven: Vida y Obra de un Genio Musical

Ludwig van Beethoven (1770-1827) nació en Bonn (Alemania) y murió en Viena. Aunque no fue un niño prodigio, recibió sus primeras lecciones musicales de su padre, quien lo sometía a largas horas de estudio con la intención de convertirlo en un "segundo Mozart". A los 17 años, Beethoven tocó para Mozart en Viena, quien le auguró un futuro brillante. Fue discípulo de Haydn y otros maestros de su época.

Beethoven vivió una época de grandes cambios sociales, marcados por la Revolución Francesa, que influyeron profundamente en su obra. Aunque arraigado en el Clasicismo, transformó esta herencia y se convirtió en un modelo para muchos elementos del Romanticismo. Su producción incluye 9 sinfonías, oberturas, cuartetos de cuerda, conciertos para piano y violín, una ópera (Fidelio) y dos misas. Aunque su catálogo puede parecer reducido en comparación con Haydn y Mozart, la grandiosidad y complejidad de sus obras, especialmente sus sinfonías, justifican este hecho, ya que dedicaba mucho tiempo a su planificación y composición.

Beethoven fue un artista independiente, que no dependía del mecenazgo nobiliario y vivía de sus propias obras. Su música representa un puente entre el Clasicismo y el Romanticismo.

Los Tres Períodos Creativos de Beethoven

La obra de Beethoven se divide en tres períodos estilísticos y cronológicos:

  • Primer período (hasta 1802): Beethoven asimila el lenguaje musical de la época y desarrolla un estilo compositivo personal.
  • Segundo período (1802-1816): Beethoven alcanza la independencia creativa y consolida su reputación.
  • Tercer período (1816-1827): Su música se vuelve más reflexiva, introspectiva y experimental.

Segundo Período (1802-1816): Madurez y Reconocimiento

Durante este período, Beethoven era reconocido en toda Europa como uno de los principales pianistas y compositores de su tiempo, y como sinfonista, al nivel de Haydn y Mozart. Aunque a veces sus innovaciones eran criticadas, era bien recibido entre la nobleza vienesa, a quienes trataba con cierta indiferencia si estaba inmerso en su proceso creativo.

Beethoven negociaba con sus editores y, en ocasiones, ofrecía una misma obra a varios de ellos simultáneamente. No tuvo problemas económicos significativos.

Aunque componía por encargo, no se sentía atado a plazos de entrega, lo que le permitía revisar y pulir sus obras hasta alcanzar la perfección deseada. Entre las obras más destacadas de este período se encuentran:

  • Sinfonía "Heroica": Esta sinfonía marcó un cambio radical en la escritura sinfónica de Beethoven. Comienza con dos acordes impactantes y los movimientos siguientes son inusualmente extensos. Originalmente dedicada a Napoleón, Beethoven retiró la dedicatoria tras la autoproclamación de este como emperador. El segundo movimiento vincula la sinfonía con Francia.
  • Fidelio: En esta ópera, Leonore, disfrazada de hombre, rescata a su marido encarcelado. A pesar de su popularidad, la obra sufrió numerosas revisiones.
  • Los cuartetos de Rasumovsky: Dedicados al conde Rasumovsky, embajador ruso en Viena, Beethoven incluyó melodías rusas como temas principales en el primer y segundo cuarteto.
  • Sinfonías Cuarta a Octava: Beethoven trabajó simultáneamente en la 4ª y 5ª sinfonía. La 6ª, "Pastoral", fue compuesta después de la 5ª y estrenada al mismo tiempo. Cada movimiento de la "Pastoral" lleva un título que evoca escenas de la vida campestre. El segundo movimiento de la 7ª fue tan aclamado en su estreno que tuvo que repetirse. La 8ª es la más animada y menos extensa de las sinfonías de este periodo.
  • Sonatas y conciertos para piano: Destacan la Sonata Claro de Luna y la Appassionata. Cada una contiene los tres movimientos habituales del Clasicismo. De los conciertos para piano, los tres primeros fueron compuestos durante sus primeros años en Viena. Las obras mayores fueron el Concierto nº 4 en Sol Mayor y el "Emperador", estrenado por su alumno Carl Czerny.

Las melodías más memorables de Beethoven a menudo se encuentran en sus conciertos para piano y violín, gracias a sus inesperados cambios armónicos y al virtuosismo de las partes solistas.

Tercer Período (1816-1827): Introspección y Experimentación

Los últimos años de Beethoven fueron tranquilos y prósperos en términos materiales. Su música se interpretaba con frecuencia en Viena y gozaba de fama internacional. Sin embargo, su sordera progresiva lo aisló socialmente y lo volvió irascible. Sus últimas composiciones, creadas durante este período, se caracterizan por un carácter más meditativo y un lenguaje musical más abstracto.

Entre las obras más importantes de este período se encuentran la Misa Solemne y la Novena Sinfonía. A su muerte, Beethoven tenía planes para una décima sinfonía, entre otras obras.

  • Misa Solemne: Escrita para celebrar el ascenso del archiduque Rodolfo a arzobispo, es una misa demasiado extensa y elaborada para su uso litúrgico convencional. El tratamiento coral se inspira en Händel y combina voces solistas y coro en cada movimiento.
  • Novena Sinfonía: A pesar de los aplausos del público en su estreno, Beethoven no pudo escucharlos debido a su sordera. La obra es innovadora por el empleo del coro y los solistas en el último movimiento, una culminación vocal a una extensa sinfonía instrumental.

Características del Estilo Tardío de Beethoven

El estilo tardío de Beethoven se caracteriza por:

  • Profunda reflexión en la elaboración de temas y motivos, llevando su técnica compositiva a sus límites.
  • Una nueva concepción de las variaciones, conservando la estructura completa mientras introduce ornamentos, ritmos y tiempos nuevos (ejemplos: Variaciones Diabelli, Finale de la Novena Sinfonía).
  • Desdibujamiento de las líneas divisorias entre secciones.
  • Cadencias sobre tiempo débil, con las voces más agudas en el IIIº o Vº grado en lugar de la tónica.
  • Pausas prolongadas con carácter improvisatorio, reflejando las improvisaciones que Beethoven realizaba al piano.
  • Gran importancia de las texturas contrapuntísticas, influenciado por Bach.
  • Nuevas sonoridades: sonoridades pianísticas espaciadas, división de temas entre dos instrumentos, etc.

Algunos críticos atribuyeron estas innovaciones a la sordera de Beethoven. Sin embargo, su influencia en compositores posteriores fue significativa, especialmente a través de las obras de su segundo período, como los Cuartetos Rasumovsky, las Sonatas para Piano y las Sinfonías 5ª, 6ª y 7ª.

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