Movimientos Migratorios en España: Interior y Exterior
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Las migraciones interiores actuales
La procedencia de los emigrantes ya no es mayoritariamente rural. Las migraciones residenciales, las migraciones laborales, las migraciones de retorno rural suponen el regreso a municipios rurales.
Consecuencias de las migraciones interiores
Consecuencias (tradicionales)
En el plano demográfico, son las responsables de los desequilibrios en la distribución de la población. En el plano económico, en las áreas rurales descendió la productividad y en la ciudad hubo una congestión de deseconomías.
Consecuencias (actuales)
Las migraciones residenciales causan sobreenvejecimiento de las áreas urbanas. Las migraciones laborales acrecientan los desequilibrios demográficos y económicos en el interior de las provincias y comunidades autónomas.
Las migraciones exteriores
Son los movimientos de población fuera de las fronteras del propio país. Desde mediados del siglo XIX hasta la crisis económica de 1995, España fue un país de emigrantes cuyo destino tradicional se encontraba en ultramar y en Europa Occidental. A partir de entonces, se paralizan las migraciones exteriores y España se convierte en un país de emigración.
La emigración transoceánica
La primera etapa de auge comprende desde mediados del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial. La emigración transoceánica decayó entre las dos guerras mundiales. Entre 1945 y 1960, la corriente migratoria se recuperó.
Procedencia de los emigrantes: gallegos, asturianos, canarios...
Causas: zonas de origen atrasadas y con alta densidad de población que impedía trabajar y obtener ingresos suficientes a los hijos, que solo encontraban salida en la emigración.
Perfil del emigrante: varón, dedicado a la agricultura y de bajo nivel de cualificación. Después, desde 1945 a 1960, se exigía mayor cualificación (agricultores preparados, obreros y técnicos industriales), hecho que motivó la reducción de esta corriente migratoria.
La emigración a Europa
Hasta mediados del siglo XX se dirigió principalmente a Francia, después hubo una oferta más amplia.
El periodo entre 1950-1973 fue el de mayor auge en Europa. Después de la guerra mundial se llevó a cabo su reconstrucción y necesitaban trabajadores. Mientras que España, con un fuerte crecimiento demográfico y con la mecanización del campo, experimentó un aumento del excedente de población agraria.
Con emigrantes procedentes de todas las regiones, sobre todo de Andalucía y Galicia, y con destino en Suiza, Alemania y Francia.
El perfil: varones poco cualificados que desempeñaban los trabajos más duros y peligrosos y peor pagados, rechazados por los trabajadores autóctonos, como mineros, peones industriales, servicio doméstico.
A partir de 1973, la emigración a Europa decayó por la crisis energética, el paro, la disminución de la contratación de mano de obra; muchos regresaron.
Actualmente es sobre todo una emigración de temporada y se dirigen a Francia y Suiza para trabajar en áreas agrarias, en la industria o en la construcción.
En los últimos años se está produciendo una migración de jóvenes en busca de empleo, caracterizados en general por ser universitarios, con alto nivel de estudios medios y superiores (enfermeros, médicos...). Consecuencias positivas: contribuyeron a financiar el desarrollo económico español.