Movimientos Migratorios en España: Historia, Causas y Repercusiones Demográficas y Económicas

Introducción a los Movimientos Migratorios en España

Un aspecto destacado de la población española es su tradicional movilidad, manifestada tanto en desplazamientos hacia otros países de África, América o Europa, como en el trasvase de población de unas regiones a otras o de áreas rurales a urbanas.

Las razones que impulsan a las personas a desplazarse son muy diversas. En general, se reconoce una fuerte motivación económica, buscando mejorar la situación financiera y, en consecuencia, las condiciones de calidad de vida y bienestar social. No obstante, no podemos olvidar otras razones significativas, como los desplazamientos motivados por guerras, persecuciones políticas o religiosas.

Las Migraciones Exteriores de España: Destinos y Evolución

En la historia de España, los movimientos migratorios exteriores han sido particularmente relevantes y pueden analizarse según sus principales destinos:

Emigración al Norte de África

Durante ciertos periodos, el principal país destinatario fue Argelia. Los emigrantes procedían mayoritariamente de las provincias de Alicante, Murcia y Almería, acuciados por las duras condiciones de vida en sus regiones de origen.

Emigración a Ultramar (Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá)

La emigración hacia Latinoamérica fue muy importante durante la primera mitad del siglo XX. Los países de destino principales incluyeron Argentina, Cuba, Brasil, México y Uruguay. Más tarde, Estados Unidos y Canadá también se convirtieron en destinos relevantes. Este flujo migratorio se prolongó hasta la década de 1930, momento en que la crisis económica global obligó a estos países a imponer restricciones a la entrada de extranjeros.

Emigración a Europa

La emigración hacia Europa experimentó un auge significativo entre los años 1960 y 1970. Las comunidades autónomas que más efectivos aportaron a este movimiento fueron Andalucía y Galicia.

• Durante la primera mitad del siglo XX, la emigración española a Europa se dirigió casi exclusivamente a Francia.
• La finalización de la Segunda Guerra Mundial (1945) y el posterior periodo de reconstrucción en los países contendientes marcaron una nueva fase en la emigración de españoles a Europa, abriendo nuevos destinos y oportunidades.
• La década de 1960-1969 fue testigo de un gran número de salidas.
• A partir de 1974, la salida de emigrantes se debilitó considerablemente, lo que provocó que el balance migratorio fuera negativo para España.

Repercusiones de las Migraciones Exteriores

Efectos Positivos de las Migraciones

• Reducción de la presión en el mercado laboral: Gracias a la emigración, disminuyó la población en paro en España.
• Alivio de la presión demográfica: La salida de aproximadamente dos millones de personas contribuyó a aminorar las tasas de fecundidad.
• Entrada de divisas: Los emigrantes enviaban moneda extranjera (divisas) a sus familias en España, lo que beneficiaba la economía nacional.

Repercusiones Negativas

• Costes demográficos: Se produjo una pérdida de población y una caída de la fecundidad en el país de origen.
• Costes sociales: Se observó la ruptura familiar, a menudo porque solo el cabeza de familia emigraba; una difícil adaptación en el país de destino debido al bajo nivel cultural de muchos emigrantes; y el empleo en trabajos duros, mal remunerados y con elevado nivel de peligrosidad.
• Costes económicos: Los ahorros de los emigrantes no siempre sirvieron para generar riqueza productiva en España, al ser invertidos mayoritariamente en bienes inmuebles o gastados en bienes de consumo. Además, se produjo el consecuente abandono de tierras e infraestructuras, y la disminución de las poblaciones rurales.