El Movimiento Obrero en España: Anarquismo, Socialismo y Conflictividad Social (1869-1921)
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El Movimiento Obrero en España: Anarquismo y Socialismo (1869-1921)
El periodo comprendido entre finales del siglo XIX y principios del XX en España fue testigo de una profunda transformación social y política, marcada por la emergencia y consolidación de dos corrientes fundamentales dentro del movimiento obrero: el anarquismo y el socialismo. Ambas ideologías, con sus particularidades y métodos, buscaron dar respuesta a las crecientes desigualdades y a las precarias condiciones de vida de las clases trabajadoras, dejando una huella indeleble en la historia contemporánea del país.
El Anarquismo: De la Propaganda por el Hecho a la Organización Sindical
La llegada del anarquismo a España se produjo gracias a la apertura política del Sexenio Democrático, que permitió la entrada de Giuseppe Fanelli en 1869, un discípulo directo de Mijaíl Bakunin. Esta corriente defendía una sociedad sin propiedad privada, la abolición de cualquier forma de Estado y una acción directa contra la Iglesia y la sociedad burguesa y capitalista.
La fase inicial del anarquismo estuvo marcada por la "propaganda por el hecho", que a menudo derivó en actos violentos. A la Mano Negra, una sociedad clandestina anarquista, se le atribuyeron varios asesinatos, como el de Antonio Cánovas del Castillo en 1897, y otros actos violentos, incluyendo el atentado contra Arsenio Martínez Campos, las bombas contra la procesión de Corpus y el Liceo en Barcelona.
Sin embargo, la proliferación de atentados impulsó a los anarquistas contrarios a la violencia a fundar sindicatos obreros. Así, en 1910, se creó la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), con el objetivo de conducir a los trabajadores hacia la revolución social a través de la acción sindical. El anarquismo arraigó fuertemente entre los obreros de Cataluña y el campesinado andaluz.
El Socialismo: Consolidación y Expansión del PSOE
El socialismo, representado principalmente por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fue fundado en la clandestinidad por Pablo Iglesias en 1879, siguiendo la ideología de Karl Marx. En 1886, se fundó el periódico "El Socialista", una herramienta decisiva para su consolidación y expansión.
El gobierno liberal de Práxedes Mateo Sagasta legalizó las asociaciones obreras en 1887, lo que permitió al socialismo ganar visibilidad. En 1888, se fundó su sindicato, la Unión General de Trabajadores (UGT), en Barcelona. El socialismo tuvo una mayor afiliación en Madrid, Asturias y Vizcaya.
Con la aprobación del sufragio universal masculino en 1891, el socialismo se fortaleció políticamente. En 1910, Pablo Iglesias se convirtió en el primer diputado socialista en el Congreso. En 1921, se creó el Partido Comunista de España (PCE), de ideología marxista-leninista, como una escisión del PSOE. Preocupados por extender la educación y la cultura obrera, los socialistas crearon las Casas del Pueblo.
Conflictividad Social y Represión: La Semana Trágica (1909)
La llamada a reservistas para la guerra de Marruecos provocó una fuerte reacción. Anarquistas, socialistas y republicanos llevaron a cabo disturbios en Barcelona, conocidos como la Semana Trágica de 1909. La represión del Gobierno fue extremadamente dura, con numerosas detenciones y condenas a muerte, destacando la ejecución del pedagogo anarquista Francisco Ferrer i Guardia.
El Gran Movimiento de Protesta de 1917: Un Clima de Tensión Generalizada
En 1917, España experimentó un amplio movimiento de protesta que reflejaba un profundo descontento en varios frentes:
- Descontento político: El conservador Eduardo Dato clausuraba las Cortes y gobernaba por decreto ley. La Asamblea de Parlamentarios de Barcelona exigió su dimisión y la convocatoria de nuevas Cortes.
- Malestar en el ejército: Las protestas se centraban en el sistema de ascensos, que favorecía a los militares "africanistas". Se formaron Juntas Militares de Defensa que criticaron abiertamente al Gobierno.
- Crisis social: La vida de las clases populares empeoró drásticamente debido al aumento de los precios, provocado en gran parte por la Primera Guerra Mundial. Ante esta situación, la CNT y la UGT convocaron una huelga general revolucionaria.
Movilizaciones Obreras y Campesinas: El Trienio Bolchevique y la Huelga de La Canadiense
Las malas condiciones de vida desencadenaron importantes movilizaciones:
- En el campo andaluz, los jornaleros protagonizaron huelgas, ocuparon tierras y llevaron a cabo repartos de latifundios, enfrentándose a la Guardia Civil. Este periodo de intensa agitación se conoce como el Trienio Bolchevique Andaluz (1918-1921).
- En la industria de Cataluña, las huelgas se sucedieron, reivindicando mejores salarios y condiciones de trabajo. La huelga más importante fue la de 1919 en la empresa La Canadiense, que abastecía de electricidad a Barcelona y su zona industrial. Tras esta huelga, sindicatos y patronal lograron establecer la jornada laboral de ocho horas.
La "Guerra Social": Pistolerismo y Ley de Fugas
A pesar de algunos logros, las protestas obreras continuaron. En respuesta, el Gobierno y los patronos favorecieron la aparición de grupos armados, como el Somatén en Cataluña, que actuaban contra dirigentes obreros. Este periodo se caracterizó por el pistolerismo y la aplicación de la Ley de Fugas, una práctica que permitía a la policía disparar a los detenidos alegando intento de fuga. Se desarrolló una auténtica "guerra social" que culminó con el asesinato del propio presidente del Gobierno, Eduardo Dato, en 1921.