Movimiento Obrero y Crisis de la Restauración en España (1909-1917)
El Auge del Movimiento Obrero en España
En 1918, Francisco Largo Caballero asumió el cargo de Secretario General de la Unión General de Trabajadores (UGT). A partir de 1917, el sindicalismo experimentó un notable crecimiento. La vinculación entre el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) y la UGT era muy estrecha. En 1921, una facción se escindió del PSOE para formar el Partido Comunista de España (PCE).
Los Anarcosindicalistas
Los anarcosindicalistas tenían su mayor presencia en Cataluña. En Barcelona, se creó la organización Solidaridad Obrera, que impulsó la fundación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). La CNT se definía como revolucionaria y presentaba una ideología basada en la apolítica, la unión sindical y la voluntad de derribar el capitalismo. La CNT llevó a cabo su acción mediante huelgas, con el objetivo final de una huelga general revolucionaria. Durante la Primera Guerra Mundial, colaboró con la UGT y también experimentó un gran crecimiento.
De la Semana Trágica a la Huelga Revolucionaria (1909-1917)
El Conflicto Colonial de Marruecos
España consolidó su penetración en el norte de África a partir de 1900. En 1906, la Conferencia de Algeciras estableció un protectorado franco-español en Marruecos, incluyendo la zona del Rif, que España debía organizar. Esta situación fue contestada por ataques de los rifeños, quienes infligieron una importante derrota a las tropas españolas en el Barranco del Lobo. España decidió enviar regimientos desde Barcelona, lo que provocó un movimiento de protesta popular.
La Semana Trágica de Barcelona
El 24 de julio se constituyó un Comité de Huelga que hizo un llamamiento a la huelga general para el día 26. Sin embargo, la huelga derivó en una revuelta popular que acabó siendo un estallido espontáneo de todas las tensiones sociales acumuladas. Los incidentes en la calle se multiplicaron, y las autoridades respondieron declarando el Estado de Guerra y enviando refuerzos para reprimir las manifestaciones. La represión posterior fue muy dura, y los procesos penales se encomendaron a tribunales militares. Esta represión levantó una oleada de protestas, y el gobierno de Maura tuvo que enfrentarse a muchas críticas. Los liberales y republicanos exigieron su dimisión, y finalmente consiguieron que Alfonso XIII disolviera las Cortes y traspasara el gobierno a los liberales.
El Impacto de la Gran Guerra
Eduardo Dato (conservador) declaró la neutralidad de España en la Primera Guerra Mundial. Esta situación se convirtió en una gran oportunidad económica para España, que se dedicó a exportar productos industriales y agrarios. Sin embargo, esto provocó un alza de los precios en el interior, sin que los sueldos aumentaran, lo que generó una carestía de vida para las clases populares. La situación empeoró progresivamente.
La Crisis de 1917
En España se produjo una protesta generalizada de carácter antigubernamental, en la que se vieron implicados los militares y las organizaciones obreras.
La Protesta Militar
Había un exceso de oficiales en el ejército español, y la inflación había hecho disminuir el valor real de los ya bajos salarios militares. Esto provocó la formación de las Juntas de Defensa, que reclamaban un aumento salarial y se oponían a los ascensos por méritos de guerra. El gobierno no cedió a estas demandas.
La Crisis Política
El Conde de Romanones (liberal) continuó con las viejas prácticas de corrupción política y decidió cerrar las Cortes. En 1917, Dato volvió a asumir la jefatura del gobierno, declaró el Estado de Excepción y aumentó la censura de prensa. Como reacción, se inició una Asamblea de Parlamentarios catalanes que exigió la formación de un gobierno provisional que convocase Cortes Constituyentes, pero no tuvo éxito.
La Huelga General Revolucionaria
La tensión estalló en agosto de 1917, y la UGT, con el apoyo del PSOE, decidió convocar una huelga general. La protesta adquirió un carácter político y revolucionario, pero tuvo una incidencia muy desigual. Se produjeron incidentes importantes en muchos puntos del país, donde se llegó a paralizar la vida ciudadana. La huelga general fracasó, pero tuvo enormes consecuencias. En los años siguientes, el sistema político de la Restauración entró en su crisis definitiva.