El Movimiento Obrero y Campesino en España (Siglo XIX y XX) y la Crisis del 98

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El Movimiento Obrero y Campesino en España (Siglo XIX y XX)

Corrientes Ideológicas del Movimiento Obrero y Campesino

Tanto el movimiento obrero como el campesino español adquirieron madurez y capacidad organizativa durante el siglo XIX y comienzos del XX. Dos corrientes principales de la Internacional, la marxista y la anarquista, influyeron en su desarrollo.

1. El Anarquismo

Giuseppe Fanelli, discípulo de Bakunin, creó en Madrid y Barcelona la sección española de la Asociación Internacional del Trabajo, de clara orientación anarquista. En el Congreso de Barcelona, los anarquistas lograron controlar la mayoría de las organizaciones afiliadas a la Internacional.

La influencia anarquista se extendió por el tercio mediterráneo peninsular, especialmente en Barcelona, Zaragoza y la baja Andalucía. En estas zonas, el jornalerismo era endémico, lo que provocaba una situación de miseria entre los campesinos. Por ello, los anarquistas se agruparon en sociedades secretas y actuaron como grupos subversivos.

La represión gubernamental y las luchas internas debilitaron al anarquismo. A principios del siglo XX, surgió la corriente anarcosindicalista, que optó por dejar de lado la acción revolucionaria y centrarse en la lucha sindical, fundándose con este objetivo la Confederación Nacional del Trabajo.

2. El Marxismo y el Socialismo

La corriente marxista tuvo una débil implantación hasta que Pablo Iglesias fundó el PSOE. La ideología del socialismo recogía los rasgos básicos del marxismo:

  • Toma del poder político por la clase trabajadora.
  • Transformación de los medios de producción en propiedad colectiva.
  • Lucha por los derechos de asociación, libertad de prensa y sufragio universal.

El socialismo tuvo influencia en Madrid, Extremadura y Castilla La Mancha, extendiéndose luego a los núcleos mineros e industriales de Asturias, Vizcaya y Valencia. La legalización de las asociaciones obreras permitió la publicación del periódico El Socialista. La fundación de la UGT en 1888 supuso la creación de un sindicato para atender las reivindicaciones cotidianas de los obreros.

El PSOE, que hasta entonces había obtenido escasos resultados en las elecciones, inició la colaboración con los republicanos para conseguir representación en las instituciones políticas.

La Crisis de 1898 y sus Consecuencias para España

La pérdida de las colonias de ultramar en 1898 fue un desastre tanto militar como diplomático. Una de las primeras consecuencias fue la formación de una corriente de opinión a favor de la regeneración de España en todos los órdenes: político, económico, social e intelectual. Las consecuencias más trascendentales de la crisis de 1898 fueron aquellas que tuvieron lugar a medio plazo.

Consecuencias Económicas

En el terreno económico, la nueva coyuntura surgida tras la pérdida de las colonias se tradujo en un viraje hacia políticas proteccionistas, que ya habían comenzado con la implantación de aranceles en 1891.

Consecuencias Sociales y Políticas

  • La ausencia de posesiones coloniales en ultramar se intentó sustituir con la implantación de un imperio en el norte de Marruecos desde principios del siglo XX para canalizar la frustración de la derrota militar.
  • Se abrió un gran debate sobre los defectos de la nación española y las medidas para remediarlos. Este era el mensaje del llamado Regeneracionismo, que rechazaba el sistema político y social de la Restauración al considerarlo un símbolo de la decadencia espiritual de España. Entre sus representantes más destacados cabe señalar a Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet y Joaquín Costa. El Regeneracionismo tuvo una vertiente literaria, la Generación del 98, que dio nuevos impulsos a la vida intelectual y política de España en las primeras décadas del siglo XX.
  • Las consecuencias del desastre de 1898 influyeron especialmente en los aspectos sociales. Por una parte, el resentimiento de los militares hacia la clase política, a la que culpaban de la derrota y la pérdida de las colonias; por otra, el crecimiento del antimilitarismo entre las clases populares y la animadversión mutua entre el ejército y la clase obrera.
  • La situación después de 1898 contribuyó al desarrollo de cuatro factores que desestabilizarían el sistema de la Restauración: la consolidación de los nacionalismos periféricos, el fortalecimiento del republicanismo, una mayor organización del movimiento obrero y el deterioro del orden público.

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