El Movimiento Modernista: Explorando la Belleza y la Perfección en la Literatura
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El Movimiento Modernista
El Modernismo define una corriente de pensamiento que, a finales del siglo XIX, rechaza la mentalidad materialista y utilitaria del positivismo y busca una nueva espiritualidad y un arte provocador, alejados de la vulgaridad de las tendencias artísticas vigentes. Se inspira en el irracionalismo y trascendentalismo románticos y se basa en la elegancia.
En Latinoamérica, encabezado por el cubano José Martí y por el nicaragüense Rubén Darío, surge un movimiento poético, réplica que América Latina da a la tradición española. La influencia francesa es clara en ellos, sobre todo del Parnasianismo y del Simbolismo.
Características del Modernismo
La estética modernista se caracteriza por la repulsa hacia todo lo cotidiano y por la búsqueda de la belleza y de la perfección de las formas. Sus principales rasgos son:
- Atracción por lo raro
- Cosmopolitismo y exotismo
- Espiritualismo
- Amor a la elegancia
- Lenguaje y estilo propios:
- Las preferencias modernistas se inclinan por el alejandrino, el dodecasílabo o el eneasílabo.
- Búsqueda de variaciones de los esquemas métricos tradicionales.
- Léxico muy rico para crear sonoridad.
- Se utilizan numerosas voces esdrújulas.
- Abundan los epítetos, metáforas e imágenes.
- Preferencia por el simbolismo:
- Los colores preferidos son el azul, que representa lo celeste y el ensueño; y el cisne, que simboliza al poeta.
Rubén Darío (1867-1916)
En su primer libro, en prosa y verso, Azul (1888), se ponen de manifiesto los pilares de una nueva estética, en la que se renuevan tanto la métrica como el vocabulario poético, se exaltan la Grecia clásica y el siglo XVIII, y se prefieren ambientes exóticos, sensuales y elegantes.
Su línea elegante y refinada se consolida en Prosas profanas (1896), que encarna la plenitud del modernismo formal y que muestra el aristocratismo que propugnaba el arte modernista. La ornamentación brillante y los rasgos modernistas se llevan ahora a su extremo. Un mundo rutilante de belleza y colorido, de artificiosidad y erotismo se encarna en nuevas combinaciones estróficas y en versos desconocidos en la tradición métrica hispana.
La exuberancia formal se depura y atenúa en Cantos de vida y esperanza (1905), su obra más conocida y mejor valorada. Es una obra de madurez que se sitúa en la línea del modernismo intimista. Se observa en estos poemas un ahondamiento espiritual que refrena la exaltación vital del primer modernismo y acentúa el tono nostálgico y hasta de amargura existencial; el autor reflexiona sobre la propia existencia, el tiempo, la muerte. Junto a la poesía reflexiva y melancólica, aparece también una poesía civil que reivindica los valores de la vieja comunidad hispana frente al imperialismo americano.