Morfosintaxis Esencial: Claves para una Expresión Precisa y Clara

¿Qué es la Morfosintaxis y cómo dominarla?

La Morfosintaxis: El Corazón de la Gramática

La morfología y la sintaxis son el corazón de la gramática. Si el léxico nos da las piezas de la comunicación, y la pronunciación y la ortografía nos ofrecen su imagen visual y sonora, la morfosintaxis establece las reglas estructurales del juego, nos indica cómo hay que usarlas. Por eso, lo que se entiende por gramática es morfosintaxis.

Dominio Morfosintáctico: Más Allá de la Memorización

Dominar la morfosintaxis es saber mucho más que conocer las formas de las palabras y cómo se combinan: significa saber aprovechar estos conocimientos para comprender y expresarse mejor. De poco sirve recordar de memoria conjugaciones verbales o diagramar el análisis sintáctico de una oración si después no podemos aprovechar estos mecanismos para hablar y escribir con mayor precisión y claridad. Una misma idea puede expresarse de infinitas maneras. El inmenso caudal expresivo de la lengua nos ofrece mecanismos variadísimos para perfilar todos los detalles de lo que queremos decir.

Retos en el Dominio Morfosintáctico de los Alumnos

El usuario de la lengua que es competente gramaticalmente, que domina los recursos morfosintácticos, sabrá escoger la forma más adecuada a sus intereses. En cambio, muchos de nuestros alumnos, que pueden haber recibido más o menos instrucción gramatical, demuestran un dominio más limitado de los recursos morfosintácticos y son incapaces de producir frases expresadas de diferente manera y con un significado único de forma espontánea. Y aún más, la prosa escrita y el discurso oral de nuestros alumnos presentan a menudo un conjunto variado de rasgos que demuestran la carencia que sufren.

Síntomas de Carencia Morfosintáctica

• Anacoluto: oración incompleta o incoherente por causas diversas: ausencia de un elemento imprescindible en la estructura de la frase y falta de concordancia sujeto-verbo, o de régimen verbal entre verbo-objeto.
• Frases inacabadas: se empieza una frase, pero se abandona a la mitad para empezar otra (falsa entrada).
• Frase simple o empobrecida: incapacidad de construir oraciones complejas. El autor usa siempre oraciones simples y cortas, en modo indicativo.
• Repetición semántica de conectores: poca variación en el uso de conjunciones y conectores.
• Formas coloquiales o vulgares.
• Frases complicadas: frases excesivamente complicadas, con subordinadas e incisos, con problemas de cohesión, de puntuación, etc.
• Mal uso de la puntuación: problemas diversos de puntuación del texto, que se relacionan con cuestiones sintácticas: coma entre sujeto y verbo o entre verbo y complementos, ausencia general de puntuación, incisos sin comas, guiones o paréntesis, y comas en lugar de puntos.

Morfosintaxis en Contextos Escritos y Orales

Estas características son habituales en el lenguaje oral espontáneo y, por eso mismo, tolerables. Las limitaciones morfosintácticas quedan paliadas por la negociación constante de significados, la interacción y los códigos no verbales propios de la conversación plurigestionada. En estos textos monogestionados y descontextualizados, la lengua —la morfosintaxis— es el único instrumento posible para vehicular el significado de manera clara y precisa. Por eso, los alumnos con limitaciones gramaticales suelen tener problemas en este último tipo de textos, aunque puedan conversar con bastante fluidez.