Morfología Urbana y Ejes Económicos de España: Evolución Histórica y Desarrollo Regional
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Ejes Económicos y de Transporte en España
A continuación, se describen los principales ejes que estructuran la economía y el transporte en el territorio español:
- Eje Central: Actúa como centro director del Estado y la economía española, caracterizado por la abundancia de redes de transporte y servicios estatales.
- Eje Mediterráneo-Levantino: Se extiende de Girona a Murcia. Posee una economía diversificada (agrícola, industrial, turismo, comercial). Es la zona de mayor pujanza económica y con el mayor número de ciudades importantes cercanas, aunque no siempre está bien atendida en cuanto a transporte.
- Eje del Ebro: Comunica la cornisa cantábrica con el Mediterráneo, abarcando de Bilbao a Tarragona. Presenta vacíos demográficos en Huesca, si bien Zaragoza es la capital beneficiada por su situación geográfica, junto con Lleida.
- Eje Cantábrico: De tradición minera e industrial, hoy se encuentra en cierto declive debido a la reconversión industrial iniciada en los años ochenta.
- Eje Atlántico-Gallego: Incluye Galicia y el Norte de Portugal. Combina la actividad comercial con un potente sector pesquero y algunas industrias de importancia.
- Eje Andaluz: Conecta con África y el arco mediterráneo. Se divide en dos subejes: el litoral y el transversal (Valle del Guadalquivir). Combina el interior, con gran potencia agrícola y de la agroindustria, con un litoral en el que crece el turismo y una agricultura muy intensiva.
Evolución Histórica de la Morfología Urbana Española
La Ciudad Preindustrial: El Casco Antiguo
La mayoría de las grandes ciudades españolas tienen su origen en la época preindustrial. A esta parte le denominamos casco antiguo, el cual conserva su origen e historia a través de las edades Antigua, Media y Moderna. Esto se evidencia, sobre todo, en la estructura del viario, con calles estrechas y edificaciones entre las que destacan las de carácter colectivo (iglesias, fortalezas, edificios que albergaron los centros de poder, lonjas, restos de las murallas) o palacios y viviendas de las familias nobles y adineradas que construían con materiales de calidad, como la piedra.
Generalmente, no se suelen sobrepasar las dos alturas, excepto en edificios emblemáticos. La trama es cerrada y densa, con calles sinuosas, serpenteantes y estrechas. El casco antiguo, en su parte medieval, suele tener planos irregulares, si bien hay algunas excepciones (por ejemplo, Vitoria y su plano radiocéntrico de forma almendrada).
La Ciudad Industrial: El Ensanche y los Barrios Obreros
El ensanche burgués, contiguo al casco antiguo, es el elemento más característico y perdurable de esta etapa. Se eliminan las murallas y se impone el trazado en damero, ortogonal o cuadrícula, con vías de comunicación anchas que facilitan la circulación y la propia ventilación del espacio para crear un ambiente más saludable. Las manzanas son cuadradas, con esquinas achaflanadas en el caso del proyecto de Ildefons Cerdà en Barcelona. Predomina un tipo de construcción historicista o modernista.
Los Barrios Obreros
Los barrios obreros construidos en esos momentos tienen edificaciones con materiales menos perdurables y malas condiciones de habitabilidad, por lo que han resistido peor el afán inmobiliario especulativo de épocas posteriores. Presentan un plano regular confuso debido a una planificación urbanística escasamente desarrollada. Posteriormente, este espacio se rehabilita, creando barrios urbanos residenciales con edificaciones en altura (tipo colmena), conectados con el centro a través de diferentes medios de transporte.
Etapa Postindustrial: La Periferia Urbana
La periferia urbana conforma los barrios residenciales anteriormente nombrados, producto de una remodelación de los antiguos barrios obreros de la época industrial. La aparición de los polígonos industriales y de almacenes desde los años sesenta, y los parques tecnológicos a finales de siglo, señalan el paso de la sociedad industrial a la postindustrial.
Por otro lado, las tres principales funciones de la ciudad (residencial, industrial y de servicios) se concentran en distintos lugares, dando lugar a la llamada estructura funcional de la ciudad.