Monumentos Clave del Prerrománico Asturiano: Ramiro I, Alfonso II y Alfonso III
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Principales Ejemplos del Arte Prerrománico Asturiano
El Reinado de Ramiro I: Esplendor del Naranco
Durante el reinado de Ramiro I se edificó el conjunto del Naranco, de los que solo quedan en pie la Iglesia de Santa María del Naranco y la de San Miguel de Lillo, ejemplos cumbres del prerrománico asturiano.
Iglesia de Santa María del Naranco
La Iglesia de Santa María del Naranco, situada cerca de Oviedo, fue mandada construir por Ramiro I junto a otras dependencias palaciegas. Parece ser que este edificio fue utilizado en un principio como Aula Regia (sala de reuniones real), para después ser reconvertido en iglesia bajo el nombre de Santa María.
Se trata de un edificio rectangular de dos plantas, cubiertas por una bóveda de cañón con arcos fajones que se apoyan sobre ménsulas, es decir, salientes del muro con función sustentante. Al nivel superior se accede por unas escaleras exteriores situadas en un lateral.
En el interior, la zona central presenta muros decorados con arquerías ciegas sobre distintos tipos de columnas. En contraste, en los muros laterales las arquerías aparecen totalmente abiertas al exterior a modo de mirador. La decoración de esta iglesia se basa en relieves con forma de medallones y con decoración de cuerda o soga. Como ya es característico en la arquitectura asturiana, el exterior adquiere gran importancia, lo que es evidente en la triple arcada de arcos peraltados, cuya función es meramente decorativa.
Iglesia de San Miguel de Lillo
La Iglesia de San Miguel de Lillo fue mandada construir por Ramiro I, cerca de Oviedo, en el año 842. Solo se conserva la parte occidental, formada por el pórtico, dos estancias laterales y una pequeña parte de las naves. En su origen tenía planta basilical, con tres naves, cubierta por bóvedas de cañón que descansaban sobre columnas laterales, lo cual resulta llamativo en el arte asturiano, donde se prefería el uso de pilares.
Sobre el pórtico se situaba la tribuna para los reyes, a la que se accedía por una escalera. El interior está decorado con pinturas murales y relieves. En las jambas de la entrada (muros laterales de una puerta) aparecen relieves que, si bien no destacan por su calidad ni temática, son notables por anticipar los relieves de las puertas de acceso de las iglesias románicas y góticas. También destaca el uso de celosías con motivos geométricos que decoran los muros.
A este periodo también pertenece la iglesia de Santa Cristina de Lena.
El Reinado de Alfonso II: La Consolidación del Prerrománico
Durante el reinado de Alfonso II destacan la Iglesia de San Julián de los Prados y la Cámara Santa de Oviedo, cuyo origen fue la Capilla Palatina de Alfonso II. Esta última está formada por un espacio rectangular de dos pisos cubiertos por una bóveda de cañón.
Iglesia de San Julián de los Prados (Santullano)
La Iglesia de San Julián de los Prados, también conocida como Santullano, fue construida por orden de Alfonso II a principios del siglo IX cerca de Oviedo. Se trata de un edificio de grandes dimensiones con planta basilical de tres naves, separadas por arcos de medio punto. Las diferentes naves tienen cubiertas planas, si bien la central posee mayor altura que las laterales.
El interior de la nave central y el transepto están decorados con pinturas de representaciones arquitectónicas, sin figuras humanas ni animales. La iglesia cuenta con un iconostasio a modo de arco de triunfo. En el exterior, los muros son sólidos y pesados, con muy pocos vanos. Destaca el juego visual creado por las distintas alturas de las naves. Esta iglesia formaba parte de un conjunto palaciego y fue declarada Patrimonio de la Humanidad.
El Reinado de Alfonso III: Innovación y Legado
Durante el reinado de Alfonso III se construyó San Salvador de Valdediós, que presenta un pórtico lateral y ventanas decoradas con influencia mozárabe. Posee planta basilical de tres naves, siendo la central más ancha que las laterales. Las naves se separan por arcos de medio punto y se cubren con bóvedas de cañón.