La Monarquía Borbónica y las Transformaciones del Siglo XVIII en España
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La Nueva Monarquía Borbónica: Decretos de Nueva Planta y Modelo de Estado
Con la llegada de Felipe V al trono español, se inició un proceso de profunda transformación política, buscando implantar las fórmulas del absolutismo francés. El objetivo principal fue la uniformización política y la centralización del poder en toda España.
Para lograr esta uniformización, se implementaron medidas clave como la abolición de los fueros de los reinos de la Corona de Aragón mediante los Decretos de Nueva Planta. Estos decretos no solo suprimieron las instituciones tradicionales de estos territorios, sino que también sentaron las bases para un modelo único de administración territorial para toda España. Este nuevo modelo consistía en la división del territorio en provincias, cada una gobernada por:
- Un Capitán General, con funciones militares y de gobierno.
- Una Audiencia, encargada de la administración de justicia.
- Un Intendente, responsable de las funciones económicas y fiscales.
La centralización del poder político se reforzó con una reorganización del gobierno, donde todos los cargos eran designados directamente por el rey. Los antiguos Consejos fueron sustituidos por Secretarías de Despacho, cada una especializada en un aspecto específico del gobierno (Estado, Guerra, Marina, Indias, Hacienda, Justicia). Solo se mantuvo el Consejo de Castilla, aunque con funciones más limitadas. Las Cortes de los reinos de la Corona de Aragón fueron suprimidas, y las Cortes de Castilla perdieron gran parte de su poder e influencia.
Además, se estableció la Ley Sálica para la sucesión al trono, y se inició una decidida política regalista. Esta política buscaba afirmar la autoridad real sobre la Iglesia, materializándose en medidas como:
- El nombramiento de prelados (obispos y cargos eclesiásticos).
- La expulsión de los jesuitas en 1767, una de las decisiones más trascendentales.
- Un mayor control sobre la Inquisición.
Reformas Borbónicas en los Virreinatos Americanos
Los Borbones también impulsaron significativas reformas en las colonias americanas con un doble propósito: estimular la economía colonial y fortalecer la resistencia frente al expansionismo británico en la región.
Reformas Administrativas:
Se reorganizó el territorio colonial para una gestión más eficiente y un mayor control. Esto incluyó:
- La creación de dos nuevos virreinatos: el Virreinato de Nueva Granada (1717) y el Virreinato del Río de la Plata (1776), que se unieron al ya existente Virreinato de Nueva España y el Virreinato del Perú.
- La creación de Capitanías Generales (como las de Cuba, Venezuela o Chile) e Intendencias, estas últimas diseñadas para mejorar el cobro de impuestos y la gestión de gastos.
- El establecimiento de la Secretaría de Indias, centralizando la administración colonial.
Reformas Económicas:
Con el objetivo de revitalizar el comercio y la producción, se implementaron medidas como:
- La promulgación de los Decretos de Libre Comercio por Carlos III (especialmente el de 1778), que abrieron más puertos españoles y americanos al comercio directo.
- La suspensión del obsoleto sistema de flotas y galeones.
- La supresión de la Casa de Contratación, que había monopolizado el comercio con América desde Sevilla y luego Cádiz.
- La creación de compañías comerciales privilegiadas para fomentar el comercio con regiones específicas.
Reformas Militares:
Para mejorar la defensa de los vastos territorios coloniales frente a amenazas externas, se llevaron a cabo:
- La creación de guarniciones militares permanentes mediante reclutamiento local.
- El fortalecimiento de la Marina de Guerra, lo que mejoró significativamente la defensa de las costas y los astilleros americanos.
Como consecuencia de estas reformas, se observó un crecimiento demográfico en las colonias, una mejora sustancial en la recaudación fiscal y un fortalecimiento de la defensa territorial frente al expansionismo británico.
Sociedad, Economía y Cultura en la España del Siglo XVIII
El siglo XVIII en España, conocido como el Siglo de las Luces, estuvo marcado por importantes cambios y continuidades en su estructura social, económica y cultural.
Sociedad Estamental:
La sociedad española del siglo XVIII mantenía su tradicional estructura estamental, dividida en:
- Nobleza y Clero: Estos estamentos privilegiados conservaban sus exenciones fiscales, vastas propiedades y una considerable influencia económica y política. Ocupaban los altos puestos de la administración, el ejército y la Iglesia.
- Estado Llano (Tercer Estado): Era el estamento más numeroso y heterogéneo. Mayoritariamente estaba compuesto por campesinos, muchos de ellos dependientes de un señor feudal. La burguesía era escasa en comparación con otros países europeos, pero comenzó a desarrollarse, principalmente gracias al auge del comercio.
Economía del Siglo XVIII:
Se realizaron esfuerzos por modernizar la economía, aunque con limitaciones:
- Agricultura: Se impulsaron mejoras técnicas y se promovió la colonización de nuevas tierras. Se liberalizó el mercado del trigo para fomentar la producción y el comercio. Sin embargo, la propiedad de la tierra continuaba mayoritariamente en "manos muertas" (propiedades de la Iglesia o la nobleza que no podían ser vendidas ni divididas), lo que frenaba su productividad.
- Manufacturas: Se crearon Manufacturas Reales (como la Real Fábrica de Tapices o la de Cristales de La Granja) para producir bienes de lujo y estratégicos. Se aprobaron los Decretos de Honradez en el Trabajo por Carlos III, que dignificaban oficios manuales y artesanales.
- Comercio Colonial: Se reforzó la marina comercial y de guerra. La promulgación de los Decretos de Libre Comercio dinamizó el intercambio con América. Además, se firmaron los Pactos de Familia con Francia, una alianza dinástica que buscaba contrarrestar el expansionismo inglés y proteger los intereses comerciales y territoriales de ambas coronas.
Cultura e Ilustración:
La Ilustración, corriente de pensamiento que enfatizaba la razón y el progreso, se difundió en España, aunque con características propias (Ilustración católica y reformista). Sus ideas se propagaron a través de instituciones como las Sociedades Económicas de Amigos del País. Figuras destacadas de la Ilustración española incluyeron a Jovellanos y Leandro Fernández de Moratín.
En el ámbito artístico, el Neoclasicismo fue el estilo dominante, caracterizado por la vuelta a los cánones clásicos de Grecia y Roma. Destacaron figuras como Juan de Villanueva en arquitectura (autor del Museo del Prado) y Francisco de Goya en pintura, cuya obra evolucionó desde el rococó y el neoclasicismo hacia un estilo más personal y crítico.
El Despotismo Ilustrado, una forma de gobierno que combinaba el absolutismo monárquico con ideas ilustradas de progreso y bienestar social ("todo para el pueblo, pero sin el pueblo"), impulsó la creación de academias nacionales (como la Real Academia Española), expediciones científicas y el fomento general de las ciencias y las artes.