Momentos Clave de la Historia Romana
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Tras la fundación de Roma
Rómulo, fundada la ciudad, a la cual llamó Roma a partir de su nombre, acogió a una multitud de pueblos vecinos en la ciudad. Eligió a 100 de los más ancianos, a los cuales nombró senadores a causa de su vejez. Entonces, al no tener esposas ni él mismo ni su propio pueblo, invitó a un espectáculo a los pueblos próximos a la ciudad de Roma y raptó a sus muchachas.
Sucesión de Rómulo
Numa sucede a Rómulo, al cual los romanos reclaman por su célebre sentido de la religión. Él instigó los ritos sagrados, ceremonias y todo el culto de los dioses. Él creó los pontífices y el resto de los sacerdotes.
El suicidio de Lucrecia
Pues el hijo de este, al haber violado a Lucrecia, la mujer más noble y bellísima, la más pura, esposa de Colatino, y ella al haberse quejado de injuria a su marido, a su padre y amigos, después de todo esto, a la vista de todos, se mató. Por esta causa, Bruto instigó al pueblo y derrocó el poder Tarquiniano. Así, Roma fue reinada por 7 reyes durante 243 años.
Tras la monarquía
A partir de este momento, empezaron a gobernar los cónsules, dos en lugar de un solo rey, creados por este motivo para que, en caso de que uno hubiera sido malo, el otro ejerciera poder sobre él. También se acordó que no tuvieran el poder más de un año. Así pues, en el pueblo, el primer año desde la expulsión de los reyes, fueron cónsules Lucio Bruto y Tarquinio Colatino, el marido de Lucrecia.
Salustio describe las virtudes
Ya en principio, la juventud, como era tolerante en cuanto a la guerra, aprendía en el campamento a través del trabajo el arte de la nobleza y hallaron más placer en las brillantes armas y en los caballos de batalla que en rameras y festines. Así pues, para semejantes hombres no había esfuerzo desacostumbrado ni lugar alguno que fuera escarpado o inaccesible, ni enemigo armado terrible.
Retrato de Aníbal
Aníbal era de lejos el mejor de caballería. Princeps (el primero) iba el primero al combate, el último se retiraba, y de infantería por igual. A estas tan grandes virtudes del hombre las igualaban enormes defectos: una crueldad inhumana, una perfidia peor que Púnica, nada de franqueza, nada de honestidad, ningún miedo a Dios, ningún respeto a lo jurado y ni religión.
Espartaco, Crixo y Enomao
Pues 74 en efecto, siendo gladiadores, Espartaco, Crixo y Enomao, rota la escuela de Capua, huyeron. Y errantes a través de Italia, organizaron una guerra tan importante como la que Aníbal habría prometido. Pues vencidos muchos jefes y 2 cónsules de los romanos al mismo tiempo, reunieron un ejército de casi 60.000 hombres armados.
Retrato de Catilina
L. Catilina, nacida de noble linaje, fue de gran fuerza tanto de ánimo como de cuerpo, pero de carácter perverso y depravado. Su cuerpo, resistente al hambre, al frío, al insomnio, por encima de lo que alguien pueda creer. Su espíritu era audaz, astuto, indeciso, frígido y disimulador de cualquier cosa; codicioso de lo ajeno, pródigo de la suya, ardiente en las pasiones, bastante de elocuencia, poco de sabiduría.
Los legados de Pompeyo
Establecidos estos asuntos, son exigidos jinetes y tropas auxiliares a toda Lusitania por Petreyo. Los jinetes y tropas auxiliares son exigidos por Afranio a la Celtiberia, cántabros y todos los bárbaros los cuales se extienden hasta el océano. Reunidas estas tropas rápidamente, Petreyo se dirige hacia Afranio y deciden de común acuerdo llevar a cabo la guerra a Lérida por la ventaja de esta ciudad.
Una gran tormenta
Sucedió además un daño inesperado. Pues tan grande se originó la tormenta que nunca se había visto mayor cantidad de agua en aquellos lugares. Pues entonces, derritió las nieves de todas las montañas y desbordó las orillas más altas del río y rompió en un solo día ambos puentes que Fabio había construido. Este hecho causó grandes dificultades al ejército de César.
Los oscenses y otros pueblos
Mientras tanto, los Oscenses y los Calagurritanos, que eran tributarios con los Oscenses, que habían enviado legados hacia él a César y le prometen que ellos cumplirán las órdenes. Tarraconenses, Ausetanos, Ilergavonenses y unos pocos días después los Ilergetes, que habitaban cerca del río Ebro, les siguen. Pide a todos estos que le ayuden con trigo.