Momentos Clave de la Historia de España: Del Franquismo Tardío a la Hegemonía Borbónica

La Oposición al Franquismo y la Crisis del Régimen (1973-1975)

Desde el final de la Guerra Civil surgió una oposición al franquismo que, aunque diversa ideológicamente, compartía la defensa de la democracia y la amnistía. El régimen respondió con una fuerte represión: exilios, cárceles y ejecuciones.

Fases de la Oposición

• Posguerra (Años 40): Actuaron guerrillas como el Maquis en zonas rurales, pero fueron eliminadas tras el fracaso del Valle de Arán (1944) y la retirada del PCE en 1948.
• Años 50: Se reactivó la oposición interior con huelgas obreras y protestas estudiantiles. Destacaron las movilizaciones universitarias de 1956 y las huelgas de tranvías (1951).
• Años 60 y 70: Creció la protesta social. Se organizó CCOO (Comisiones Obreras), sindicato clandestino ligado al PCE, y se intensificaron las huelgas laborales. También resurgieron UGT y USO. El movimiento estudiantil se radicalizó y se unió a grupos de izquierda.

Organización y Represión

Surgieron movimientos vecinales, disidencias en la Iglesia (los curas obreros) y en el Ejército (UMD - Unión Militar Democrática). La oposición política se organizó en el interior (PCE, PSUC, renovación del PSOE en 1974 con Felipe González) y en plataformas unitarias como la Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia Democrática.

Aumentó también el terrorismo, especialmente por parte de ETA, además de FRAP y GRAPO. La represión continuó a través del TOP (Tribunal de Orden Público) y ejecuciones notorias como la de Grimau o Puig Antich.

La Crisis Final del Franquismo (1973-1975)

Desde 1973 el régimen entró en crisis: se enfrentaron las facciones aperturistas e inmovilistas. El asesinato de Carrero Blanco (1973) debilitó aún más al franquismo, al eliminar al sucesor designado. La subida del petróleo, el conflicto del Sáhara y la represión marcaron los últimos años. El 20 de noviembre de 1975 moría Franco, dejando un sistema aislado, dividido y sin capacidad de reforma.

Los Austrias del Siglo XVII: Política Interior y Exterior

El Gobierno de los Validos

En el siglo XVII aumentó el poder de los validos (favoritos del rey). Con Felipe III, destacó el Duque de Lerma, cuyo gobierno estuvo marcado por la corrupción y la expulsión de los moriscos (1609).

Bajo Felipe IV, el Conde Duque de Olivares impulsó la Unión de Armas, una medida centralizadora que provocó las graves revueltas de 1640 en Portugal, Cataluña, Nápoles y Andalucía. Con Carlos II se produjo una recuperación económica gracias a figuras como el Duque de Medinaceli.

Política Exterior y Pérdida de la Hegemonía

En el ámbito exterior, tras la Tregua de los Doce Años, se reanudó el conflicto con Flandes durante la Guerra de los Treinta Años. Portugal y Cataluña se separaron temporalmente (Portugal de forma definitiva). Las paces de Westfalia (1648) y de los Pirineos (1659) marcaron la pérdida de la hegemonía europea y de territorios italianos y flamencos.

La Guerra de Sucesión y el Nuevo Orden Borbónico

El Conflicto Sucesorio y la Paz de Utrecht

La muerte sin herederos de Carlos II originó la Guerra de Sucesión (1701-1714). Felipe de Anjou (Borbón) fue apoyado por Francia y Castilla, mientras que el Archiduque Carlos (Habsburgo) contó con Inglaterra y la Corona de Aragón.

Los Tratados de Utrecht (1713) y Rastatt (1714) pusieron fin a la guerra. España cedió Flandes y los territorios italianos a Austria, y Gibraltar y Menorca a Reino Unido, que pasó a liderar el comercio mundial.

Los Pactos de Familia

Los Pactos de Familia entre los Borbones de Francia y España marcaron la política exterior del siglo XVIII. Los dos primeros permitieron recuperar territorios italianos, y el tercero reajustó fronteras en Norteamérica y recuperó Menorca.