El Modernismo Literario: Una Ruptura con la Tradición
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Contexto Histórico y Social
Desde finales del siglo XIX, surgieron en Europa y América corrientes de ideas disidentes e inconformistas. En las artes y las letras, se extendieron impulsos renovadores frente a las tendencias vigentes. En España, estas ansias de renovación se produjeron en medio de la decadencia política y el marasmo social.
Muchos escritores jóvenes, al dominar la realidad que veían, se alzaron contra la literatura inmediatamente anterior. Al principio, se llamó modernistas a todos los escritores animados por tales impulsos innovadores. Aunque adoptaron varias posturas estéticas e ideológicas, todos coincidían en su actitud rebelde frente a los valores burgueses, en su rechazo al materialismo y la deshumanización del mundo capitalista. Con el tiempo, el término modernista se fue reservando para designar a aquellos autores que se despegaron del mundo que aborrecían y encauzaron su inconformismo hacia la búsqueda de la belleza; se proponían una renovación estética. Se creó la etiqueta de Generación del 98 para aquellos autores españoles que se orientaban más bien a profundizar en problemas humanos o analizar críticamente la penosa realidad española.
El Modernismo: Definición y Origen
En su concepción más restringida, el modernismo se considera un movimiento literario que se desarrolla aproximadamente entre 1885 y 1915. Tiene su cuna en Hispanoamérica y su principal impulsor y máximo representante es el escritor nicaragüense Rubén Darío con su obra Azul en 1888.
El modernismo hispánico está fuertemente influenciado por la literatura francesa, en concreto por dos movimientos de la segunda mitad del siglo XIX: Parnasianismo y Simbolismo. El Parnasianismo se interesa sobre todo por la belleza (Théophile Gautier, que encabeza la escuela con su famosa divisa “el arte por el arte") y el Simbolismo, por grandes poetas como Verlaine, Rimbaud o Mallarmé. Así, el modernismo toma de estos dos movimientos el gusto por la perfección formal y por las imágenes o símbolos.
No olvidemos que los modernistas sintieron fervor por algunos de nuestros viejos poetas: Berceo, el Arcipreste de Hita, Manrique y, de los poetas posrománticos, Bécquer y Rosalía de Castro.
Temas y Estilo del Modernismo
Temas Recurrentes
Podemos clasificar los temas en dos grandes bloques atendiendo a las influencias mencionadas con anterioridad: la literatura de los sentidos y la literatura de la intimidad.
- La crisis espiritual con la vuelta a temas fantásticos y misteriosos
- Escapismo: Evasión en el tiempo y en el espacio
- Cosmopolitismo: Desembocó en una devoción por la gran ciudad y la vida bohemia. De ahí la devoción por París.
- Sentimiento amoroso: Oscila entre dos polos opuestos: idealización del amor y la mujer; búsqueda del sexo y del placer.
- Búsqueda de las raíces
- Incorporación de personajes mitológicos y religiosos
Características del Estilo
El estilo utilizado se caracteriza por el esteticismo, búsqueda de la belleza formal mediante:
- Exaltación de lo sensorial
- Lenguaje exuberante
- Gusto por lo otoñal y lo crepuscular o por lo decadente
- Prodigioso manejo del idioma en todos los niveles
- Recursos fónicos variadísimos
La búsqueda de la musicalidad lleva a ampliar considerablemente los ritmos y las formas métricas.
El Modernismo en España
En España, el modernismo conoce dos fases: el modernismo polémico y el modernismo domesticado. El primero comienza en 1892, con la llegada de Rubén Darío a España, y se extiende hasta 1904; esta es su época de esplendor.
Las figuras más características del modernismo en España son Manuel Machado, Villaespesa, Marquina, Manrique, Gregorio Martínez Sierra y Enrique de Mesa. Hay tres importantes que estaban en la órbita modernista y que son Valle-Inclán, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez.
Figuras Clave del Modernismo
Rubén Darío es el principal impulsor de la poesía modernista hispánica. En su primera etapa “estétizante” destacan Azul y Prosas profanas. En su segunda etapa de “contenidos humanos” destaca Cantos de vida y esperanza, que muestra su madurez vital y literaria. Sin él no podría explicarse la evolución de la poesía española en el siglo XX.
Manuel Machado destaca por una poesía original y variada, escribió poemas ligeros y melancólicos de tema íntimo y religioso. Sus obras son claras y sencillas. Algunas de sus mejores obras son: Alma, Caprichos, Ars moriendi y las obras teatrales Las adelfas y La Lola se va a los puertos junto a su hermano Antonio.
Juan Ramón Jiménez. Para él la poesía responde especialmente a tres impulsos: sed de belleza, ansia de conocimiento y anhelo de eternidad. Su trayectoria poética se divide en cuatro etapas. La segunda corresponde a los “ropajes modernistas”: valores sensoriales, ritmos amplios… Destacan sus obras: La soledad sonora, Sonetos espirituales y Platero y yo por la que recibió un premio Nobel.