Modernismo y Generación del 98 en la literatura española
Enviado por Chuletator online y clasificado en Español
Escrito el en español con un tamaño de 31,19 KB
Llamamos Modernismo a una corriente literaria surgida a finales del Siglo XIX en hispanoamérica, la llegada de dicho movimiento tiene lugar en 1880 de la mano de quien sería el máximo exponente y difusor Rubén Darío. A pesar de que encontramos narrativa y teatro modernista, este movimiento tuvo su máxima expresión en la última lírica. El contexto histórico se ve marcado por la llamada crisis del 98 junto a la pérdida de las posesiones de Vetramar en 1898, este conlleva un retraso para españa respecto al resto de Europa es el regeneracionismo el que pretendía sacar a españa de ese retraso de siglos. La vida política era un caos en España y esto hizo que Primo de Rivera impusiera una dictadura y más tarde se proclamó la segunda república.
En cuanto a las carácterísticas del Modernismo destacan las siguientes: el deseo de perfección formal; brillantez sensorial y musicalidad; el uso frecuente de figuras literarias como metáforas o aliteraciones; el rechazo a la mediocridad y la búsqueda de un arte aristocrático y revolucionario; la huida del mundo real hacia lugares exóticos y épocas lejanas.
Los temas más importantes son el erotismo, el crimen, la vida nocturna y el malditismo, también aparecíó el aislamiento social y de dió el predominio de la melancolía, la tristeza y la angustia. Por otro lado, las influencias del Modernismo fueron el simbolismo, el parnasianismo y el decadentismo.
en la poesía modernista en Hispanoamérica, destaca Rubén Parío, la clave de la creación, difusión y del éxito del Modernismo. Su renovación de la poesía en lengua española ha resultado esencial para la literatura castellana del Siglo XX. El culto a la belleza mediante la creación de un mundo exótico, poblado de cisnes, hadas o seres mitológicos, predomina en sus libros.
“azul” 1888, donde manifiesta la influencia del parnasianimo por medio de la aplicación de técnicas francesas al castellano; “aosas profundas”, que es publicado en 1896, destaca un erotismo decadente y a veces compulsivo; “cantos de vida y esperanza” 1905, en el que se produce un giro hacia temas más intimista y existenciales. También fueron precursores de este movimiento en Hispanoamérica, Manuel Gutiérrez Nájera, el principal responsable de la influencia parnasiana y simbolista en el movimiento. Fundó la “revista azul” y escribíó obras como “cuentos frágiles” y Julián del casal, introductor en nuestra lengua del decadentismo con obras como “bustos y rimas”.
En nuestro país, los escritores del Modernismo se centraron en la tradición y realidad de su propio país. Como autores españoles, conectaban modernista, destaca: Antonio Machado, cuya obra comienza dentro de un Modernismo intimista, tendencia a la que pertenece su poemario “soldados, galerías y otros poemas”; Manuel Machado, con las obras poéticas, “alma” 1902, “caprichos” 1905, marcadas por el simbolismo; Juan Ramón Jiménez, libros de poemas influidos por la estética rubeniana “ninfeas” y “almas de violeta” 1900.
El máximo representante de la prosa modernista es Ramón del Valle Inclán alcanzó el éxito con sus “cuatro sonatas” 1902-1905, donde destaca la riqueza sensorial y rítmica de su prosa.
Por otro lado, el teatro mejor reconocido por la crítica y escrito en verso de corte modernista, fue cultivado por los poetas Francisco Villaespesa, con su obra “el alcanzar de las perlas” y Eduardo Marquina, con "Cuando florezcan los Rosales”.
Finalmente, la muerte de Rubén Parío en 1916 marca el final de la época creadora del Modernismo. El Modernismo fue una corriente que marcó un antes y un después en la creación literaria hasta el momento, caracterizada por profunda renovación del arte y las ideas, te está con
la fantasía, la musicalidad y la belleza. Durante su presencia en España el Modernismo convivíó al mismo tiempo con la generación del 98.
La generación del 98 esta formada por intelectuales y políticos entre ellos, Unamuno, Pìo baroja, azorín, Valle-Inclán y Machado. Ante la situación de decadencia política, económica y social que estaba atravesando nuestro país a finales del Siglo XIX debido a la Guerra de Cuba y la pérdida de las posesiones de ultramar en 1898, todos estos autores comparten la necesidad de encontrar los valores que permitan renovar la sociedad española, por otra parte, estos autores tratan de difundir en el país las corrientes ideológicas irracionalistas y las tendencias de renovación estética del fin de siglo. Los principales géneros cultivados fueron la novela, poesía y teatro.
En cuanto a las carácterísticas de la novela lírica destacan: la asimilación de recursos retóricos de la poesía para conseguir mayor lirismo; se fundan diversos géneros literarios ; se da predominio del bildungsroman o novela de aprendizaje; aparece la identificación del yo narrativo con el mundo narrado; supresión de argumentos cerrados y tratamiento del tiempo según el mundo interior del personaje; por último, de los diálogos realistas y la anécdota cotidiana se pasa a las reflexiones del protagonista.
Miguel de Unamuno es una de las figuras más destacadas de este movimiento. Cultivó principalmente el ensayo y la novela. En el ensayo, su angustia existencial impregnó sus obras como ‘’la alegoría del cristianismo’’ o ‘’andanzas y visiones españolas’’. En el género novelesco, Unamuno evolución desde una estética realista hasta la creación de un tipo de novela de reflexión existencial al que llamó nivola, donde destaca ‘’Niebla’’, ‘’del sentimiento trágico de la vida’’ y ‘’Paz en cueva’’
Pío Baroja es otro de los autores con los que comienza este grupo , su estilo es espontáneo y sencillo, la cohesión de sus relatos se obtiene mediante la naturalidad de la lengua. En 1911 publicó la considerada como su mejor novela ‘’El árbol de la ciencia’’. Entre sus trilogías más significativas destaca ‘’tierra vasca’’, formada por ‘’la casa de Aizgorri’’, ‘’El mayorazgo de Labraz’’ y ‘’tacalín’’
Otro gran renovador de la novela y del estilo literario es Azorín autor de excelentes y originales libros de relatos, descripciones paisajísticas y evocaciones del pasado español como ‘’La ruta de Don Quijote’’. En la novela destacan ‘’Antonio Azorín’’, ‘’las confesiones de un pequeño un filósofo’’ o ‘’Diario de un enfermo’’
Por otro lado mencionar a Ramón María del valle-inclán, quien cultivó la poesía, teatro y novela. En su obra narrativa, Valle-Inclán alcanzó el éxito con las ‘’sonatas’’. La voluntad de ruptura y de renovación de los géneros literarios le lleva a la creación del esperpento. De las novelas históricas esperpénticas destaca la trilogía ‘’el ruedo ibérico’’, donde denuncia los defectos de la España del momento. Las carácterísticas del esperpento son: la visión impasible y distancia de la realidad, la deformación paródica de la realidad con intención crítica y no humorística, la animalización de los personajes, lenguaje expresivo y eficaz, aparición de la estética expresionista y de la revitalización de la tradición satírica española. Tirano banderas.
Por último, Antonio Machado, en su primera etapa publica ‘’soldados, galerías y otros poemas’’, obra escrita dentro de un Modernismo intimista. Más tarde publica " Campos de Castilla’’ que marca su segunda etapa donde alterna poemas dedicados a su esposa Leonor con la evocación de las tierras castellanas, otras obras de Machado son ‘’Juan de Mairena’’ o ‘’la diosa razón’’.
En conclusión, tanto la generación del 98 como el Modernismo, destacan por su intención de renovar la temática y los estilos literarios , es importante destacar que no sólo alcanzaron obras de gran calidad artística que enriquecen el legado literario español sino que además plasmaron en sus obras el inconformismo y sus deseos de cambiar la realidad española del momento.
Las vanguardias y novecentismo surgieron entre los años 1914 y 1918, Europa se vio sacudida por la Primera Guerra Mundial, una cruenta contienda bélica que afectó a muchos países y marcó la cultura del continente. Al terminar esta guerra surgen una serie de movimientos que intentan renovar el arte, estos son conocidos como las vanguardias, las cuales influenciaron enormemente en la literatura. Se llama novecentismo o generación del 14 a un grupo de intelectuales,filósofos,historiadores y científicos que de un modo u otro giraron en torno a la labor filosófica, periodística y editorial de Don José y Ortega Gasset, el término ‘’generación del14’’ provénía del discurso ‘’vieja y nueva política’’ que Ortega empleó para presentar la liga de educación política española y la gran guerra; el término novecentismo lo creó Eugenio d’ors para señalar las tendencias que se separaban más nítidamente de las formas decimonónicas.
Entre sus carácterísticas diferenciamos que:
- Tenían una sólida formación académica
- eran tolerantes y partidarios del reformismo burgués.
- eran europeístas
- estaban atentos a las novedades artísticas científicas y literarias y estaban interesados por los movimientos de m¡vanguardia
- Reniegan del irracionalismo
- Buscan la pureza estética y cultivan la literatura culta
El ensayo novecentista fue cultivado para expresar dos cuestiones fundamentales: por un lado el tema de España y por otra parte, la visión del arte, la literatura y la sociedad coetáneos.
Por realizar ensayos novecentistas destacaron autores como:
- José Ortega y Gasset cuyo estilo (cuidado y de vocación clásica) buscaba la claridad de la exposición, la precisión y el orden metodológico. Algunas de sus obras fueron ‘’en torno a Galileo’’ y "estudios sobre el amor’’.
- Eugenio D’ors cuyo estilo era elegante y por tanto sus ensayos influenciaron en los intelectuales y la sociedad de la época. Algunas de sus obras fueron ‘’La ben plantada’’, ‘’Tres horas en el museo del prado’’ y ‘’Lo Barroco’’
- Gregorio Marañon cuyos escritos tratan sobre personajes de la historia. Algunas de sus obras fueron ‘’Luis Vives’’, ‘’el Greco y Toledo’’ y ‘’ensayos sobre el origen de su leyenda’’
- Manuel Azaña, fundó la revista ‘’La Pluma’’ con ensayos como ‘’la intervención del Quijote’’ y novelas como ‘’el jardín de los frágiles’’
Los autores que destacan en la novela novecentista innovan en la búsqueda de nuevas técnicas narrativas que doten a la novela de un carácter más lírico e intelectual. Estos son:
- Gabriel Miró escribe novelas cuyo tema es la búsqueda de una moral que no impida la felicidad. En ellas analiza el microcosmos de una ciudad provinciana en la que unos seres bondadosos y felices, son anulados por un ambiente de represión sexual, hipocresías, envidias etc. Emplea una compleja estructura de símbolos e imágenes y una técnica narrativa basada en la elipsis y la insinuación. Algunas de sus obras son ‘’nuestro padre san Daniel’’ o ‘’el obispo leproso’’.
- Ramón Pérez de Alaya cuyas novelas insistían en la crítica a la moral tradicional y en su nefasta influencia en la formación de la juventud española. Defendía que la solución al problema de la vida estaba en que cada individuo descubriese su vocación arquetípica. Empleaba técnicas como el
multiperspectivismo y la doble visión de la realidad. Algunas de sus obras fueron ‘’luna de miel’’ y ‘’troteras y danzaderas’’
Y en la poesía de la generación del 14 destacó Juan Ramón Jiménez y sus obras se caracterizaban por tener un afán de belleza, de espiritualidad intensa, de paz y de fraternidad. Algunas de sus obras fueron " Platero y yo’’ y ‘’rimas’’.
Las vanguardias eran una serie de movimientos artísticos y literarios que tenían intención de provocar una renovación radical en la cultura de tono realista y tendencia burguesa. Las que tuvieron clara repercusión en letras españolas fueron el Futurismo, el dadaísmo, el Cubismo, el ultraísmo, el creacionismo, el Surrealismo y el expresionismo.
Las carácterísticas de estas eran el rechazo al sentimentalismo, la crítica a la tradición literaria, la atención a lo novedoso e instantáneo, el interés por lo fragmentario, incoherente e irracional, la mirada objetiva y sin prejuicios sobre el mundo, el carácter efímero y deshumanización y desafío de la moral burguesa. El principal impulsor de estas fue Ramón Gómez de la serna y una de sus obras fue ‘’el torero caracho’’
La Generación del 27 es el nombre que recibíó el grupo de artistas de vanguardias quienes expresaron una actitud de expresionismo. A principios del Siglo XX, España vivíó un desarrollo económico y cultural que quedó plasmado en las artes plásticas, ciencia, música, o en la literatura.
Se dio el auge de la Institución libre de enseñanza que defendía los valores de una educación laica, libre, universal y activa. Promovíó la creación de la Residencia de Estudiantes, por la que pasaron todos los escritores de la generación del 27.
Este grupo de poetas introdujo una renovación del lenguaje poético que destaca por la fusión de influencias vanguardistas y poesía tradicional, además alcanzan una poesía pura además del uso abundante de imágenes. Los autores gozaron de una excelente formación académica e intelectual y trataron temas universales relacionados con la ciudad, la naturaleza y la creación poética.
Esta generación fue distinguida por Luis Cernuda en diferentes etapas:
La primera etapa, que perduró hasta 1927, se escribe bajo la huella vanguardista, becqueriana y modernista. Está marcada por la presencia de la poesía pura.
La segunda etapa, hasta la Guerra Civil, se da la rehumanización de la poesía por la influencia de Neruda y el Surrealismo. En esta etapa los autores inician proyectos comunes como la revista “Cruz y Raya” o “La Gaceta Literaria”.
En la tercera etapa, tras la Guerra Civil, los poetas muestran angustia ante el desastre y nostalgia de la patria perdida expresando así rebeldía e inconformismo.
El madrileño Pedro Salinas ha quedado como el gran poeta del amor en nuestra poesía contemporánea. Sus obra más destacadas son: “La voz de ti”, con gran carga conceptual, “Razón de amor” o “Largo lamento”. Este autor plasma una poesía reflexiva, muy elaborada y cargada de emociones donde el argumento principal es el amor humano.
Jorge Guillén, poeta riguroso, representa la encarnación de la poesía pura y condensa en su obra sus sentimientos desde la experiencia. Tres de sus grandes obras son Cántico, Clamor y Homenaje
Gerardo Diego cultiva poesía de vanguardia y clásica, se caracteriza por la variedad, experimentación y espiritualidad que vemos en “Manual de espumas” , “Imagen” o “Alondra de verdad”.
Vicente Aleixandre, en su etapa inicial, evoluciona hacia obras plenamente surrealistas con pasión amorosa como “Espadas como labios” o “La destrucción del amor”, en su madurez creadora, en la que desaparece el Surrealismo, abre su mundo personal y comprensivo en obras como “Historia del corazón”
Uno de los autores más célebres del grupo fue Federico García Lorca. Este tiene carácter popular y tradicional con elementos vanguardistas. Entre sus libros brilla “Romancero Gitano”, inspirado en la poesía castellana. Durante su estancia en EEUU, publica otra de sus grandes obras, “Poeta en Nueva York” donde manifiesta la influencia de la estética surrealista y describe un mundo angustiado y sociedad esclava. En su obra dramática los temas principales son frustración, amor imposible y la muerte, además, la mujer era protagonista. Lorca escribíó también obras teatrales como “La casa de Bernarda Alba”, “Yerma” o “Bodas de Sangre”.
Para finalizar encontramos a otros poetas como Concha Méndez, neopopular, de quien destacamos su mujer libro, “Sombras y Sueños”.
Luis Cernuda muestra su inconformismo social con versos sobre desoladas reflexiones del deseo, amor, sociedad... Todo esto se puede observar en su obra “Los placeres prohibidos”. Rafael Alberti presenta una obra poética de gran variedad en la que destaca “Marinero en tierra”, un libro de poesía neopopular, y su obra realista “Sobre los ángeles”
Por último, en la narrativa y en el ensayo destacan Rosa Chacel, con obras como “Memorias de Leticia Valle” o “La Sinrazón”; Ramón J.Sender con “Siete domingos rojos” o “Crónica del alba”; y el autor Max Aub con su gran serie de novelas titulada “El laberinto mágico”.
En definitiva, la Generación del 27 constituye una época de esplendor poético para la literatura española no solo por el carácter renovador, si no por las reflexiones y vivencias personales que los poetas plasmaron. Fue una época de cambio, renovación y esplendor de nuestra literatura universal que acabó con la disolución del grupo, siguiendo cada autor su propio camino.
El triunfo del régimen franquista por el 1939 tuvo, entre otras muchas consecuencias, la ruptura con la tradición
cultural de carácter liberal progresista y el aislamiento del resto de Europa, lo que también censuró a muchos autores de la época. Además, muchos escritores tuvieron que exiliarse durante la Guerra Civil, lo que influyó decisivamente en nuestra narrativa. Obviamente, la novela no podía menos que sufrir las consecuencias. Los novelistas españoles reciben una serie de influencias exteriores de gran relevancia como la asimilación de las nuevas técnicas narrativas o los narradores hispanoamericanos del llamado Boom.
En los años 40, primera etapa de la posguerra, destacó la simplicidad de formas narrativas empleadas en tres de las novelas más innovadoras de estos tiempos: La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela, novela en la que aparece ya su visión negativa de los seres humanos y clave representante del tremendismo; Nada, escrita por la jovencísima Carmen Laforet, donde cuenta el choque entre el idealismo de una joven estudiante universitaria y el asfixiante mundo burgués que le produce una gran angustia; y La sombra del ciprés es alargada, primera novela de Miguel Delibes, dominada por la angustia existencial y la obsesión por la muerte, aunque ese tono amargo pronto deja paso a una actitud crítica y a un compromiso moral con los débiles. Otro autor de estos años es el gallego Gonzalo Torrente Ballester que no logró buenas críticas con su primera novela Javier Mariño, aunque sí lo hizo en la década siguiente con la trilogía Los gozos y las sombras.
La gran novedad literaria de los años cincuenta es la aparición de jóvenes escritores que han vivido la guerra siendo niños y que comienzan a mostrar una visión crítica de ésta y del mundo de sus padres. Además, el Realismo social destacó por el uso de un narrador oculto para lograr el mayor grado de objetividad; un protagonista colectivo y ausencia de análisis psicológico de los personajes; estilo sencillo; y tiempo y espacio concentrados.
Entre estos autores destacó Camilo José Cela, con La colmena, un ejemplo de novela colectiva propia de esta época que buscaba retratar el Madrid de la posguerra, y Miguel Delibes, que destacó por la descripción del mundo rural castellano, con obras como El camino o Las ratas.
Otros novelistas destacados fueron: Jesús Fernández Santos con su obra Los bravos, una novela de protagonismo colectivo ambientada en un pequeño pueblo leónés carcomido por la violencia; Rafael Sanchéz Ferlosio que se dio a conocer tras publicar Industrias y andanzas de Alfanhuí y El Jarama, quizás la novela más representativa del Realismo social; Carmen Martín Gaite que publicó Entre visillos, donde denunciaba precisamente la difícil y opresiva situación de las mujeres en una capital de provincias como Salamanca; Ana María Matute con obras como Los Abel; Ignacio Aldecoa, autor de numerosos y excelentes cuentos y novelas como El Fulgor y la sangre; José Manuel Caballero Bonald, autor de dos de las novelas más representativas del Realismo social: Dos días de Septiembre, ambientada en la vendimia jerezana, y Ágata ojo de gato, compleja historia de una saga familiar ambientada en Doñana; y Juan Benet con novelas complejas como Volverás a Regíón.
A comienzos de los años 60 se da una renovación narrativa con la incorporación del punto de vista múltiple, el uso monólogo interior y el narrador problemático, la ruptura del tiempo cronológico, la fusión de géneros literarios, la eliminación de los límites de lo absurdo y la experimentación con los diversos registros de la lengua.
En esta época destaca: Luis Martín Santos con Tiempo de silencio, el primer fruto plenamente logrado de esta renovación; Juan Goytisolo con Señas de identidad, novela clave para la superación del Realismo social; Juan Marsé, el cual se burla sarcásticamente de la novela social al contraponer las pretensiones revolucionarias de una burguésía comprometida con novelas como Últimas tardes con Teresa; Manuel Vázquez Montalbán, al cual la novela policíaca le debe su actual prestigio gracias a obras como Asesinato en el comité central; Miguel Espinosa con la compleja alegoría Escuela de mandarines; Francisco Umbral, autor de Las ninfas o Las giganteas; o Alfonso Grosso, que escribíó La giralda. En esta época también se debe señalar de nuevo a Camilo J. Cela con sus obras San Camilo y Oficio de tinieblas; Miguel Delibes con Cinco horas con Mario Vázquez; Martín Gaite con Retahílas; y Torrente Ballester con La saga-fuga de J. B.
A partir de 1975 siguieron destacando varios autores como Eduardo Mendoza, que se inició con La verdad sobre el caso Savolta, Pérez Reverté con El club Dumas, o Muñoz Molina con Beatus ille.
En conclusión, la narrativa desde 1939 hasta 1975 trajo consigo muchos autores y obras que forman la historia de la literatura española. Durante esta época prevalece la reivindicación y los aspectos formales.
La poesía en España durante el comienzo del franquismo, surgíó en un contexto de pobreza y terror. No obstante, poetas de la generación del 27 siguieron con su tendencia rehumanizadora. Dentro de esta línea, en los años 40, donde solo la literatura social se manifiesta, se diferenció la poesía arraigada y desarraigada.
Por un lado, la poesía arraigada se caracteriza por alejarse de la problemática social del momento, con una visión optimista y esperanzada de la vida; deseo de armónía, omisión de la guerra, rechazo de las vanguardias o religiosidad sin angustia contando con un lenguaje depurado y métrica clásica. Destacan autores como Leopoldo Panero (“Escrito a cada instante”), Luis Rosales con obras como “La casa encendida”, “Abril” o “Retablo de Navidad”, también Dionisio Ridruejo con “Sonetos a la piedra”, Luis Felipe Vivanco y su “Continuación de la vida” o José María Valverde (“Versos del domingo”)
En el lado opuesto, tenemos la poesía desarraigada, caracterizada por tratar temas sociales y traumas de guerra desde una visión pesimista y desesperada que cuenta con abundantes exclamaciones, interrogaciones... El año 1944 es fundamental para esta poesía, pues se publican libros fundamentales como “Hijos de la ira” de Dámaso Alonso. Además encontramos autores como Gabriel Celaya con “Cantos Íberos” o “Paz y concierto”, Blas Otero con obras como “Pido la paz y la palabra” o “Que trata de España” y José Hierro (“Con las piedras, con el viento”) quienes a través de la poesía denuncian las injusticias y la falta de libertad.
En esta época es importante mencionar dos apartados: Un primer grupo surgido entorno al Cántico donde encontramos, por ejemplo, a Ricardo Molina o Mario López, se buscaba la plenitud de la palabra. Por otro lado, en el postismo están Gloria Fuertes o Ángel Crespo tratan de recuperar el espíritu lúcido de las vanguardias.
Durantelosaños50, surgelageneracióndelos50constituidaporpoetasnacidosentre1925yla Guerra Civil. “La poesía es un arma cargada de futuro”, dirá Celaya. La poesía pasará de la preocupación existencial a una preocupación solidaria por los problemas colectivos españoles. Esta poesía esa sencilla y coloquial de cierto carácter narrativo y tendencia hacia el prosaísmo. El tema de España se convierte en una constante. Goytisolo (“Algo sucede”), Ángel González con “Áspero Mundo” o “Tratado de urbanismo”, Gil de Biedma (Compañeros de viaje) o Claudio Rodríguez (Conjuros) son los llamados “niños de la guerra”.
Son poetas con actitudes estilísticas muy diferentes que comparten una visión semejante de la realidad y unas actitudes éticas comunes con la poesía social: inconformismo, injusticia... Al tratar la poesía como experiencia.
Es de destacar la época de los novísimos, de la década de los 60. En esta época aparecieron importantes antologías como “Nueve novísimos poetas españoles” de Josep María Castellet o la publicación de “Arde al mar” de Pere Gimferrer. Un grupo de poetas que terminan de romper con la poesía social, culturalismos, así como la reflexión metapoética para defender el esteticismo y una recuperación de la concepción poética vanguardista. Rondan en torno al cosmopolitismo, referencias al cine, la música... Y tratan una experimentación más elitista y provocadora. Otros poetas representativos fueron Guillermo Carnero y su obra “Libro de horas” o Leopoldo Panero (Canto personal).
Dentro de las últimas generaciones poéticas (1975), hay diversas tendencias como el Clasicismo o el Surrealismo, donde encontramos a Blanca Andreu, “De una niña de provincias que se vino a vivir” ; Ana Rossetti con “Los devaneos de Erato” ; Luis García Montero (Completamente viernes) o Amalia Iglesias con “Un lugar para el fuego”
Los estilos poéticos terminaron con el esteticismo decadente de los novísimos y su posterior poesía post novísima. Además, al margen de los novísimos, poetas de la década de los 70 y 80 impusieron su manera de hacer poesía siguiendo su línea personal. El panorama de la poesía española en los últimos 40 años es complejo debido a la variada multiplicidad de corrientes que marcaron un antes y un después en la poesía y en todas las artes españolas.
Tras la Guerra Civil, la situación del teatro español se vio muy agravado, pues dicha situación tuvo como consecuencia’’ la desaparición’’ de dramaturgos muy importantes: Valle iclan murió, el asesinato de Federico García Lorca, ademas muchos dramaturgos y autores tuvieron que exiliarse a otros países.
Los autores que permanecieron en España, debido a la situación tras la Guerra Civil, impulsaron distintos tipos de teatro: el teatro comercial, de humor, realista, vanguardista y experimental. En cuanto al teatro al teatro comercial cabe destacar a José María Pemán y su obra ‘’cuando las cortes de Cádiz’’ en lineas generales, este teatro busco el entretenimiento a través de una ligera crítica de costumbres que no molesta ni al espectador ni a la censura, otras obras fueron ‘’el divino impaciente’’ y ‘’la viudita naviera’’.
EL teatro comercial, en lineas generales, mantiene la estética dramática tratada hasta entonces será el teatro de humo cabe destacar la figura de Enrique Jardiel Poncela quien introduce en sus obras una nueva concepción del humor, entre sus obras más destacadas se encuentran ‘’cuatro corazones con freno y marcha atrás’’ , ‘’Eloísa está debajo de un almendro’’ y ‘’Angelina’’. La tendencia renovadora iniciada por Jardiel Poncela la continua Miguel Mihura, quien está relacionado con el teatro absurdo europeo; las publicaciones que destacan fueron ‘’tres sombreros de copa’’, ‘’Maribel y la extraña familia’’ y ‘’ Ninette y un señor de Murcia’’.
Al margen del teatro de humor, se introduce en España una nueva tendencia teatral, el Realismo. Los autores que cultivaron este teatro se caracterizan por su pretensión y por llevar a los escenarios los problemas existenciales y sociales del individuo, para hacer al espectador tomar conciencia y reflexionar críticamente. Dichos autores fueron Alfonso Sastre, algunas de sus obras son ‘’escuadra hacia la muerte’’, ‘’la taberna fantástica’’ y ‘’la sangre y la ceniza’’; y Antonio Buero Vallejo, quien cultivó tanto el drama social y existencial, él escribíó ‘’historia de una escalera’’, ‘’el tragaluz’’, y ‘’el concierto de San Ovidio’’, entre otros muchos.
A finales de los años 50, un grupo de poetas conocido como ‘’el grupo realista’’, se propuso causar tendencia renovadora de la manifestación realista iniciada por Alfonso Sastre y Buero Vallejo. Entre los autores de este grupo encontramos a Rodríguez Méndez cuyas obras son ‘’ los inocentes de la Moncloa’’ y ‘’flor de otoño’’; a Carlos Muñiz con su obra ‘’el grillo’’; y también a Laura Olmo con títulos como ‘’la pechuga de la sardina’’, ‘’la camisa’’ y ‘’la condecoración’’. Es especialmente importante la figura de Antonio Gala durante esta época, quien debido a su tono poético, no puede ser considerado como un miembro más del grupo realista; de sus obras destacan ‘’los verdes campos del edén’’, aunque otras de sus obras son ‘’los bellos durmientes’’, ‘’café cantante’’ y ‘’anillos para una dama’’.
Por último, a finales de los 60 se desarrolla en España una corriente teatral vanguardista, que busca una renovación de las formas de la expresión dramática cabe destacar de esta corriente a Francisco Nieva, con las obras ‘’pelo de tormenta’’ y ‘’la carroza de plomo candante’’ y a José María Bellido con su obra ‘’fútbol’’.
CONCLUSIÓN
En definitiva, la evolución teatral a lo largo de la dictadura franquista se dio conformo a que la situación social, de censura y política iba avanzando tímidamente en España. Gran parte del teatro contemporáneo se lo debemos a innovadores como Buero Vallejo, Alfonso Sastre o Francisco Nieva. Con el fin de la dictadura y la transición española, comenzó una etapa donde el teatro pierde su tono reivindicativo, se abandonó el teatro histórico y la farsa de tono expresionista, es decir, los dos vehículos que habían servido para la reivindicación y denuncia mientras vivía el dictador. A pesar de todos los elementos que lo caracterizan, el teatro ha dejado de ser el espectáculo por excelencia y sufre la competencia de otras ofertas de entretenimiento.